Imagen: Eaten by love - Mariana Palova
Canción para una muchacha colgada de una rama II
Una muchacha colgada de una rama
el sol dora tibiamente su corazón en off
a cada paso
por el agujero del mundo emerge
la pesadilla de sus guerras sin sentido
y sin embargo nada la conmueve
el mundo como una sombra agonizante
destilando belleza y espanto
que no la tocan
sus brazos mudos
tiritan
el runrún atolondrado de su pena
a la intemperie.
Una muchacha colgada de una rama
desliza su figura de papel descolorido
quizás alguna hoja
acaricie sus invisibles cicatrices
es tan fácil cortar con todo
es tan difícil cortar con todo
ajena
en un latido eterno de ceniza
su corazón se ausenta
y nada la penetra.
María Germana Matta – en Valdepeñas a 23 de junio de 2011
Página web de Mariana Palova:
trasmite mucho. me siento afortunada de no estar colgada de una rama.
ResponderEliminarHola Elvira, me alegro que te guste. Le he hecho un pequeño cambio, tenía una imagen que no me convencía y la cambie.
ResponderEliminarUn beso,
Podría ser un cuadro de Picasso, definitivamente...definitivamente.
ResponderEliminarSaludos desde Ba As.
Excelente María. Es un poema en carne viva, como una pintura sangrante de Dalí. Me encantó.
ResponderEliminarA mí su lectura me ha trasmitido la soledad de esa muchacha, dolorida, pero a la espectativa, com esperando algo desde su altura.
ResponderEliminarMe encantó.
Un abrazo.
Me pareció muy intersante este poema. Es como sentirse permanentemente sola y aceptar ese espacio como parte de sí misma. Esta como espectando su alredor y nadie la observa porque ella mira desde un ángulo distinto, así lo interpreté, me gusta mucho, saludos
ResponderEliminarGracias a todos por sus comentarios, siempre enriquecen y permiten ver todos los matices.
ResponderEliminarEn este poema hablo de la soledad de una muchacha, desde el punto de vista de la perdida, y aunque, el mundo sigue girando, ella está fuera, desconectada, nada la conmueve, está encerrada en su dolor.
Después de una perdida de amor, antes del duelo, existe un dolor, quice hablar de ese momento del dolor.
Un abrazo