*Raquel Forner - Amanecer 1944
Yo
La noche se pregunta quién soy yo.
Yo soy su secreto profundo, inquieto
y negro, su secreto rebelde.
He escondido mi esencia en el silencio.
He envuelto el corazón en conjeturas.
Y me he quedado aquí, pálida, inerte,
viendo cómo los siglos se preguntan
quién soy.
El viento se pregunta quién soy yo.
Soy un soplo asombrado, renegada del tiempo,
y, lo mismo que él, no tengo sitio.
Seguimos caminando sin final,
pasando eternamente, y al llegar a la cumbre,
encontramos tan sólo el fin de la miseria;
entonces, el vacío.
El tiempo se pregunta quién soy yo.
Como él, una orgullosa que devora las eras,
y las dota de vida nuevamente.
Creo el lejano pasado
de una esperanza fácil, seductora,
para volver yo misma a sepultarlo.
Y así poder forjarme un ayer diferente,
y de helado mañana.
La esencia se pregunta quién soy yo.
Como ella, marcho fija en las tinieblas,
sin que nada la paz me proporcione.
Yo sigo preguntando, y la respuesta
sigue siendo también un espejismo.
Y aunque la creo cercana —como siempre—
al llegar a su lado, se ha disuelto.
Desaparece. Muere.
De: Astillas y ceniza,
1948
Traducción de Manuel
Jiménez Lucena
LAVAR LA DESHONRA
¡Mamá! Un estertor, lágrimas, negrura.
La sangre fluye, el cuerpo apuñalado tiembla,
El pelo ondulado se ensucia de barro.
¡Mamá! Sólo se oye al verdugo.
Mañana vendrá la aurora,
Las rosas se despertarán
A la llamada de los veinte años
Y la esperanza fascinada.
Las flores de los prados responden:
Se ha marchado... a lavar la deshonra.
El brutal verdugo regresa y dice a la gente:
¿La deshonra? –limpia su puñal-
Hemos despedazado la deshonra.
De nuevo somos virtuosos, de buena fama, dignos.
¡Tabernero! ¿Dónde están el vino y los vasos?
Llama a esa indolente belleza de aliento perfumado
Por cuyos ojos daría Corán y destino.
Llena tu vaso, carnicero,
La muerte ha lavado la deshonra.
Al alba, las chicas preguntarán por ella:
¿Dónde está? La bestia responderá:
la hemos matado. Llevaba en la frente
el estigma de la deshonra
y lo hemos lavado.
Los vecinos contarán su funesta historia
Y hasta las palmeras la difundirán por el barrio,
Y las puertas de madera, que no la olvidarán.
Las piedras susurrarán:
“Lavar la deshonra”
“Lavar la deshonra”
Vecinas del barrio, chicas del pueblo,
Amasaremos el pan con nuestras lágrimas,
Nos cortaremos las trenzas,
Nos decoloraremos las manos
Para que sus ropas permanezcan blancas y puras.
No sonreiremos ni nos alegraremos ni nos giraremos
Porque el puñal, en la mano de nuestro padre
O de nuestro hermano, nos vigila
Y mañana, ¿quién sabe en qué desierto
Nos enterrará para lavar la deshonra?
Traducido del árabe por: María Luisa
Prieto
Del
poemario El hueco de la ola (1957)
CALENDARIO
Para nuestros pasos había un pasado; está muerto
Desde hace cientos de años.
Los años han borrado su recuerdo
Y lo han colocado entre los muertos.
Durante mucho tiempo hemos buscado
Sus astros desaparecidos,
Hemos recurrido al imposible
Para devolverle la vida.
Hemos intentado, traspasando los siglos,
Hacerle volver a sus comienzos,
Esperando recobrar nuestros sentimientos,
Y hemos regresado con las manos vacías.
Hemos atravesado las tinieblas,
Franqueado lo impasible, inmóvil,
Excavando los huesos amontonados,
Y no hemos encontrado lo extraviado.
Hemos visto, allí, frentes
Que no veían porque estaban ciegas,
Ojos ensimismados en la vida
Silenciosa, porque estaban mudos.
Hemos visto restos de corazones
Embalsamados con el recuerdo.
En vano habían intentado encontrar
El sentido... eran restos.
Hemos visto labios vacíos
Que no emitían quejas ni sentían hambre
Y manos marchitas, plegadas,
Cuya desgracia no provocaba lágrimas.
Nos preguntamos por nuestro pasado
Y tropezamos con un ataúd.
Allí, sobre la tumba, yacía el tiempo descolorido.
Regresamos al calendario:
¿Se puede engañar a los días?
Y oímos gritar a los restos
Tras el sarcasmo de las cifras.
Vimos el mañana esperado
Arrastrando su mitad paralizada,
Arrastrando su mitad despreciada,
Su mitad congelada, inerte.
Allí, un libro se cerraba
Y finalizaba el antiguo canto.
Mañana, la vida germinará
Sobre las heridas del doloroso tiempo.
La voz del ayer se perderá
En el torbellino profundo del tiempo
Y sentiremos en nuestras copas
La palpitación del sueño que se despierta.
Del
poemario: Chispas y cenizas (1949)
Traducción de María Luisa
Prieto
Enigmas
Déjame en mi silencio con mi frustrado sentimiento
No preguntes por los enigmas de mi incertidumbre
callada
Déjame con mi enigma sin buscar mis profundidades
Conténtate en comprender mis sentimientos con los
secretos
No preguntes, pues a veces yo soy un enigma entre
ellos
Deja en lo invisible los secretos y no entiendas
Que mi alma no anhele vivir como la gente
Que a veces yo olvido, humano sentimiento,
Incluso tu amor... incluso tus horizontes que me
torturan
Y soy un espíritu que se extiende como espectro
enamorado
Mi corazón anónimo tiene grandes misterios
Diferentes, sin consciencia humana
Por eso te siento como algo humano e inquieto
Del que la cumbre de mis sueños rechaza cualquier
destello
Por eso te siente mi alma como la de algunos muertos
Diciendo tu eres amor, nada queda sino yo misma
En tu rostro miro pero sin verlo
En mi alma busco algo que me lo recuerde
Recuerdo, sin saber qué, ¿qué éramos?
Algo sin forma que lo defina... sin color
La oscuridad en mi alma permanece en su oscuridad
Déjala sin preguntarme sobre ella, sobre sus
melodías
Déjame con mis grandes misterios, mis secretos,
Mi silencio, con el balbuceo de mis pensamientos
Hay en mí una parte de eternidad que no comprendes
Hay en mi corazón un gran sueño que no conoces
Déjalo, ¿qué es lo que te preocupa para preguntar
con insistencia?
El amor se muere si no lo cubren los secretos
Soy como la noche: callada, profunda, horizonte
Soy como las estrellas: incertidumbre, lejanía,
destello
Compréndeme si la noche se comprende, comprende mis
sentimientos
Y tócame, tócame si las estrellas pueden ser
tocadas.
Del poemario: Estelles i
cendra 1948
Traducción Manuel Jimenez
Lucerna
Poemas del video en
español (traductor del Google):
Que silenciar el rebelde
disfrazada Knhi Balscon y rodó mi Baznon permaneció Sahma aquí Arnault y me
preguntan de los siglos Yo soy el que soy yo? y el viento pregunte quién soy yo
el espíritu Hieran El que me niega el tiempo, me gusta en ningún lugar nos
quedamos caminamos no es el fin del tigre de estancia no se queda Si llegamos a
la curva de la miseria Khalnah conclusión Si el espacio! y siempre preguntando
quién soy me gusta con la edad de plegado de gran alcance y la espalda le dan
la resurrección. puedo crear un pasado lejano de la tentación de la esperanza acomodada
e ir a enterrarlo yo me Osog el mismo ayer un nuevo de hielo de mañana y la
persona que pregunte quién soy me gusta tecla A mirando a la oscuridad de la
nada me da la paz mantuvo seguía preguntando y la respuesta seguirá siendo
oscuro espejismo sigo ADN creo que ha llegado, si funde y se desvaneció y
perdió
Diseño: Reem M.. Arab
Media Group Producción
Biografía:
Nazik al Malaika
(1922-2007) está considerada una de las más importantes e influyentes poetas
árabes del siglo XX, principal impulsora del movimiento del verso libre e
introductora en la poesía iraquí de los elementos característicos de la poesía
romántica y modernista occidental. Estudió Crítica Literaria en la Universidad
de Princeton y se graduó en Literatura Comparada por la Universidad de
Wisconsin. Contribuyó a la fundación de la Universidad de Basra en los años 60
y enseñó literatura en la Universidad de Kuwait. Tras la invasión de Saddam
Husseyn, vuelve a Bagdad. La Guerra del Golfo de 1990 le llevó a instalarse en
El Cairo hasta su muerte. Sus obras más importantes son La amante de la noche
(1947), Astillas y ceniza (1949), El interior de la ola (1957), El Árbol de la
luna (1968), Para la oración y la revolución (1979) y El mar cambia sus colores
(1999). Mostró un gran interés por la situación de la mujer árabe, el
panarabismo y todo aquello que en literatura significara novedad; además de un
gran amor por el exacto conocimiento y el buen uso de la lengua árabe.
Fuente de
información y poesía de Nazik Al Malaika en:
*Web de Raquel
Forner:
María:
ResponderEliminarUno entra a tu blog y no puede dejar de decir "a esta mujer sí que le gusta la poesía". Haces un culto de esta forma de arte.
Gracias por compartir.
Un abrazo.
HD
Sí, siento pasión por la poesía. Gracias por la visita.
ResponderEliminarUn abrazo.
María