Arno Rafael Minkkinen - Waiting for the Snake 2007
La noche de los perdidos.
El final del amor
Una
luna, un cielo
y
el mar obscuro.
Tan
sólo eso, y todo obscuro.
Tan
sólo eso, porque es de noche.
Y
nada humano
entreteje
además esa acción efectiva,
Que
me reprochas también tú
y
semejante amargura
No
lo hagas.
Nada
mejor hay que yo pudiera conocer
sino
amarte, nunca
pensé,
que
a través del sudor de la piel
se
me haría presente
el
[…] mundo.
Traducción
de Breno Onetto
Despedida
La
carne, que envejeció muy bien conmigo,
la
mano rugosa, que sostuvo fresca la mía,
ha
de quedarse sobre el pálido muslo,
rejuvenecerse
la carne, por un instante,
para
que así venga más rápido el derrumbe en ella,
rápido
llegan las arrugas, casi sanas,
y
todo sobre la rígida musculatura.
No
ser amada. El dolor podría ser aún
mayor,
Se siente muy bien, toca a la puerta.
Pero
la carne, con su línea abierta en la rodilla,
las
arrugadas manos, todo ello sobrevino de noche,
el
curtido omóplato, donde ya no crece ningún verde,
donde
alguna vez se mantuvo oculto un rostro.
Avejentada
en cien años, en un solo día,
El
confiado animal fue llevado bajo latigazos
a
su armonía preestablecida.
Traducción
de Breno Onetto
[Sin título]
Qué
difícil es perdonar,
un
trabajo muy lento y muy arduo,
del
que sola me he ocupado
durante
ya muchos años.
El
odio me ha enfermado,
me
siento deformada, estos abscesos
me
prohíben incluso mostrarme
junto
a los hombres.
Sólo
sé que yo
no
puedo odiar más de este modo
ni
desear tu muerte,
la
cual tampoco deseo,
ni
cumpliría yo por mi mano,
He
aprendido que la mía
ha
de amar a sus enemigos, y
esto
es tan simple, pues si no cómo
podrían
luego mis enemigos
hacerme
más de un mal.
Si
se extravía una bala,
si
alguien me escupe en a cara,
como
ayer, no me guardo pensamientos
contra
el amor que me ha sido dado.
Tengo
miedo ante el amor
que
me has infundido tú,
con
la intención más cruel.
Totalmente
ajada de cortantes ácidos,
venenos
de todo tipo, por el opio,
aturdida
por completo en mi destrucción.
Puesto
que ya no vivo más en ti,
y
muerta me encuentro ya, donde estoy.
Lo
que cuentan y persisten son las cúpulas
comen
dos veces al día, satisfacen
luego
sus necesidades, e
imploran
por los medicamentos,
que
me han de sumir en un largo sueño.
Traducción
de Breno Onetto
Los
poemas que presentamos pertenecen a No sé de otro mundo mejor. Piper-Verlag,
München 2000.
VOSOTRAS
PALABRAS:
Para Nelly Sachs, la amiga, la poeta, en
veneración
¡Vosotras, palabras, levantáos, seguidme!
y aunque ya estemos lejos,
demasiado lejos, nos alejaremos una vez
más hacia ningún final.
No aclara.
La palabra
sólo arrastrará
otras palabras,
la frase otras frases.
El mundo así quiere,
definitivamente,
imponerse,.
quiere estar dicho ya.
No las digáis.
Palabras, seguidme,
¡que no se vuelva definitiva
—esta ansia del verbo
y dicho y contradicho!
Dejad ahora un rato
que ninguno de los sentimientos hable,
que el músculo corazón
se ejercite de una manera diferente.
Dejad, digo, dejad.
Nada digo yo susurrado
al oído supremo,
que sobre la muerte no se te ocurre nada,
déjame y sígueme, ni dulce
ni amargo,
ni consolador,
no significativamente
sin consuelo
tampoco sin signos—
Y sobre todo, no eso: la imagen
en el tejido de polvo, el retumbar vacío
de silabas, palabras de agonía.
¡Sin decir nada,
vosotras palabras!
NADA DE
DELIKATESSEN
Ya nada me gusta.
¿Debo
ataviar una metáfora
con una flor de almendro?
¿crucificar la sintaxis
como un efecto de luz?
¿Quién se romperá la cabeza
con cosas tan superfluas—?
He aprendido a ser sensata
con las palabras que hay
(para la clase más baja)
hambre
deshonra
lágrimas
y
tinieblas.
Con los sollozos no depurados,
con la desesperación
(y desespero de desesperación)
por tanta miseria,
por el estado de los enfermos, el coste de la
vida,
me las arreglaré.
No descuido la escritura,
sino a mí misma
Los otros lo saben,
dios lo sabe
qué hacer con las palabras.
Yo no soy mi asistente.
¿Debo
aprisionar un pensamiento
llevarlo a la iluminada celda de una frase?
¿Alimentar oídos y ojos
con bocados de palabras de primera?
¿Investigar la libido de una vocal,
averiguar el valor de amateur de nuestras
consonantes?
¿Tengo que,
con la cabeza apedreada,
con el espasmo de escribir en esta mano
bajo la presión de trescientas noches
romper el papel,
barrer las urdidas óperas de palabras,
destruyendo así: yo tú y él ella lo
nosotros vosotros?
(Que sea. Que sean los otros.)
Mi parte, que se pierda.
Ingeborg Bachmann, ULTIMOS POEMAS. Ediciones
Hiperión, traducción de Cecilia Dreymuller y Concha García, 1999
Reseña
biográfica
Austria 1926 - Roma 1973. Poeta, novelista,
también escribió cuentos, ensayos y libretos de ópera.
Doctora en Filosofía, Psicología y Literatura, por
las universidades de Innsbruck, Graz y
Viena. Está considerada como una de las más importantes escritoras modernas en
lengua alemana.
De su obra poética se destacan principalmente
"Últimos poemas", "El tiempo postergado" e "Invocación
a la Osa Mayor".
Fuente: Universidad de Chile y Blog Javier Galarza
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