imagen de Antonio Mora
SILENCIO
Hay
algo que no puedo decirte
Soy
tan silenciosa como un gusano de seda
Hilando
una brillante hebra.
Despliego
mi amor a los rayos del sol.
Tejo
mi amor en el interior de la luz.
Tú
eres la impaciente lluvia
Que
humedece la seda que hilo.
AMOR SILENCIOSO
Nunca
me has visto
Soy
la suave luz del amanecer.
Tú
siempre despiertas más tarde
Que
mi amor puro.
Tú
nunca me has escuchado.
Soy
el murmullo de la noche
En
los brotes del árbol.
Tú
nunca te estableces.
Siempre
te hallas en nuevos lugares.
Tú
nunca me has reconocido.
Los
rostros de tantas mujeres
Permanecen
en tu memoria
Ninguna
de ellas tiene mi rostro.
Muchos
pequeños pétalos
Han
caído de tu mente.
Uno
de ellos soy yo
Desde
entonces la flor libera su fragancia.
MEMORIA
La
memoria juega al yo-espío
Con
aquellas cosas que uno recuerda
Halla
una muñeca de madera
Y
sueña un bosque
Recoge
un caracol
Y
escucha las olas del océano
Ve
los rayos del sol naciente
Y
experimenta la tibieza de los besos
Roza
una piel desnuda
Y
se quema con las brasas del amor
Sorbe
el rocío de la noche
Y
sufre nuevamente una antigua sed
Toca
el río
Y
las ondas se alejan
Se
oculta
Y
descubre el cielo
Gira
sobre sí misma
Y
cae en el abismo...
Traducciones
de Esteban Moore
NGUYEN BAO CHAN nació el 23 de noviembre de 1969
en Haiphong, Vietnam. Se graduó del programa de Escritura y Edición de la
Universidad de cine y teatro de Hanoi en 1991, y actualmente trabaja como
editora y guionista para Vietnam Television. Nguyen Bao Chan ha publicado dos
libros. El primero, El río quemado, 1994, recibió un premio de la Unión
vietnamita de arte y literatura. El segundo, Atravesando el invierno, fue
publicado en 1999. Es una de las cien poetas vietnamitas incluidas en el
resiente antología bilingüe La musa desafiante: Poemas vietnamitas desde la
antigüedad hasta el presente, publicado en 2007. En un ensayo suyo sobre la
poeta, Una nueva voz dentro de la antigua fortaleza, afirma Trinh Y Thu: “La
poesía moderna puede ser brutalmente seca y carente de emoción. Pero, puedo
decir con cierta certeza que este no es el caso de Nguyen Bao Chan, quien en años recientes ha emergido como una de las
voces más importantes entre las mujeres poetas de la literatura vietnamita. La
poesía vietnamita, con su larga tradición que data de los períodos Li-Tran e
incluso antes, tiende a lo lírico y se halla cargada de emoción. La poesía de
Nguyen Bao Chan, al menos en la superficie, parece gravitar hacia esa
tendencia, aunque en ocasiones su lenguaje dirige al lector en la dirección
contraria. Ella ha vivido, de hecho desde su segundo cumpleaños, en la ciudad
de Hanoi, denominada como la tierra de la cultura de los mil años; y la ciudad
tiene una gran influencia sobre su pensamiento y actividades culturales. Este
hecho se refleja con claridad en sus poemas.
Hanoi no es solamente la ciudad antigua del país, es también testigo del
nacimiento de una nación hace miles de años. Rodeada por esa tradición, no nos
sorprende entonces que su voz tenga un tono tiernamente nostálgico. Aquí, la
poesía puede ser tan blanda como la nieve y la melancolía en sus palabras es
irreprimible. No obstante, no sería
correcto categorizarla como una tradicionalista. A pesar de que no podemos
referirnos a sus poemas como experimentales, son modernos en el sentido que los
sentimientos se expresan de un modo íntimo.
No hay nada que ocultar, y el ser interior es examinado enérgicamente
por la conciencia, casi como si estuviera
realizando una meditación. El resultado
es una poesía que nos habla desde el alma. Viviendo y comprendiendo
perfectamente las molestias y dificultades de la vida moderna. Sin
embargo, ella no desea causar una “onda
expansiva” explorando demasiados tabúes
como sucede en la obra de sus contemporáneos. Su lenguaje extremadamente
sensual y pleno de significado crea una esfera de intimidad que acerca a sus
lectores a sus propios sentimientos. Y, ese es el propósito de su trabajo,
compartir sus sentimientos con el otro. Ella no tiene la necesidad de arrojar
su desesperación dentro de su poesía. Cada una de sus palabras han sido
cuidadas y valoradas por ella con amor, tierno y afectuoso. Y esa es la
cualidad de un verdadero poeta. Su uso
de la lengua vietnamita es siempre innovador…”
Una fantástica poeta de Vietnam.
ResponderEliminarEs un placer leerla.
Besos
Ana
Ana,
ResponderEliminarTiene una poesía delicada y la naturaleza tiene una presencia muy fuerte.
Un beso