Foto de Cooper & Gorter
Instantes
delirio
que fluye
mi mente
mi mente
por las turbias corrientes
de
lo efímero
a contraluz
mi cuerpo
lamiendo
sus esquirlas
el mundo
en el caos
de
la marcha atrás
cierro
los ojos
e inhalo la sorpresa
e inhalo la sorpresa
mi cuerpo
oscila
al suspiro
de una danza
percibo
la silueta conmovida
del
asombro
sin mapas
ni espejos
ni espejos
a
menudo solo astillas
y el desánimo
y el desánimo
vibro
con el delirio voluptuoso
de alguna luz
con el delirio voluptuoso
de alguna luz
fugaz
la voz interior
que te sustenta
y
ese beso
certero
que
te ampara
sacudo
mis cabellos
agobiados
de tristeza
y luego
me acurruco
me acurruco
en
el peldaño
de
algún sueño
entonces
respiro.
María Germaná Matta
Maravillosos versos, voy a respirar. Un abrazo.
ResponderEliminarEntiendo tan bien lo que dices, María.
ResponderEliminarUn poema que refleja una realidad que muchas veces nos acompaña. Sacudir los cabellos, y respirar fuerte...
Un beso, María
Alfredo, gracias por tus palabras.
ResponderEliminarotro abrazo para ti.
Carmela,
ResponderEliminarMe alegra mucho verte en mi casa. A veces se cruzan las sensaciones y las emociones emergen. Sigamos respirando fuerte.
Besos
El instante que se congela, no en vano, sino más bien para ser observado, masticado y procesado en el sentir hondo de este tu beso eterno.
ResponderEliminarBello poema mi querida Sole, un placer leerte.
Amanda, gracias por leerme. A veces, los instantes se congelan y permanecen en la memoria.
ResponderEliminarUn abrazo