Diana Blok - Medusa
La Balsa de la Medusa
Sobre un
tema de Géricault
Para
comprar y vender
para
salir de una infancia
aliviarla
de
su carga de adultos de balsa de la Medusa
destinados
al infierno de un mar en tinieblas:
la
muerte huellas,
sin
Géricualt, sin Velázquez, sin Dickinson o Lispector
sin
palabras para decir el horror de la muerte tan sabida,
del
rostro de boca contra la baldosa
del
hilo de sangre de novela policíaca, o mal
film
de guerra, o “El 41” que quedó para siempre de espaldas
en
Siberia, o pájaros inevítales de la carroña del hígado
y
Prometeo desmayado en el intento.
La
roca viva, deslizante como una calzada de lava,
el
paisaje subterráneo de las flores secas entre las páginas
de
los libros olvidados
el
cinturón de oro, de ocho graves kilos que hunde a Rimbaud
hasta
la rodilla en su infancia.
Para
negociar una infancia y comprar la vida,
la
libertad.
La casa
Cómo
disolver una casa, la estructura
de
canela simple, sólida en la memoria
los
travesaños de letras de molde
y
las ventanas que enmarcan un único paisaje
lívido,
de la infancia
Cómo
estallar la ceniza y absorberla
por
un agujero negro, o mejor luminoso, clarísimo
que
brille hasta el fin y se apague
cómo
no entrar ni salir, que no haya un porche
ni
una escalera, ni una sala, ni una madre
al
fondo de un sillón y un hermano por siempre en el baño
descubriendo
su adolescencia
Cómo,
una vez la casa quieta, borrar
la
ausencia del padre
instalada
con rabia de polvo en el vacío.
De: La balsa de la Medusa
Catrin Wels-Stein
Las Palabras…
Las
palabras
-dicen-
componen,
reparan,
sueldan
los engarces
entre
hueso y hueso
los
suspiros
organizan
los alientos
sístole-diástole
encarrilan
los pasos
remontan
las huellas
llenan
las sombras
Las
palabras
-dices-
son
un hilo
te
conducen
las
palabras
frías
piden,
exigen, invitan,
a
darte calor
por
ellas
un
batido, un aleteo, un revuelo,
roces,
sedas, ovación súbita
o
latido
ronco,
huero, hondo
hasta
la formación
de
sentido
subido,
oído, transido
su
función:
mantenerte
vivo
Las
palabras
al
sol
ropa
tendida
o
arañas bajo la luz
escamas
torpedos
veloces del agua-espacio
proyectil
de algas, flecos de sentido,
desmoronamiento
polvareda
palabras-bomba
hacen
la ruina
la
memoria.
De: Las entretelas sedosas
Biografía
NONI BENEGAS, nace en Buenos Aires y vive desde
1977 en España. Poeta y antóloga ha publicado los poemarios: Argonaútica
(1984); La Balsa de la Medusa, (1987); Cartografía Ardiente, (1995); Fragmentos
de un diario desconocido, (2004), y la plaquette Las entretelas sedosas,
(2001). Obtiene los premios Platero,(O.N.U.) Miguel Hernández y Esquío. Figura
en antologías nacionales y extranjeras. Realizó el ensayo introductorio a la
antología Ellas tienen la palabra: Dos décadas de Poesía Española, que
seleccionó junto con Jesús Munárriz, (Hiperión, 1997 y 1998). Como crítica y
traductora introduce en castellano a Paul Virilio, teórico de la velocidad,
(1988) y la cultura gay con Mario Merlino, a través del ciclo El saber gay, en
el Círculo de Bellas Artes de Madrid y en la Filmoteca Española (1995).
Fuente: En voz alta - Sharon Keefe Ugalde - Las poetas de las generaciones de los 50 y los 70 - antología - Hiperión
Los tres poemas me encanta, pero el primero, La Balsa de la Medusa, es tremendo, se lee casi sin respirar queriendo y no queriendo llegar al final. Queriendo, por haber podido leerlo todo y no queriendo, porque no se quiere que acabe.
ResponderEliminarUn beso, María
En la vida suceden hechos dramáticos que nos sacuden, nos rompen. En estos poemas los tres, sus letras me hablan de dolor de avasallamiento, de injusticias macabras. Hermosas y dolidas letras, una mujer que seguro sintió y pasó por una época de dolores y dictaduras. Gracias por traerlas mi querida Sole. Besos
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