Olga NOVO, PEQUEÑA SONATA BRUTAL
PARA ESTRELLA Y TROMPAS DE
FALOPIO.
Gustav Klint - La esperanza
PEQUEÑA SONATA BRUTAL
PARA
ESTRELLA Y TROMPAS DE
FALOPIO
Si una diminuta estrella
cardíaca gritase dentro de mí
¿alguien podría oírla?
¿A qué frecuencia se
produce la concepción?
Un botón de sangre
propulsado a lo más
profundo de mi estratosfera.
Donde todas las esperanzas
concentran sus sustancias
para irme dilatando hasta
el estadio último de la intuición.
Para hacer esto que hago me
convierto en un ser feroz
voy a la percusión como
quien va al río
amada por un pez rojo que
me entra por la boca
y me sale por la cobra de
los intestinos.
Me siento como aquella que
aún no eres
y se queda asombrada ante
la planta salvaje del estrógeno.
Estás prendida fuego
a ti no vino a anunciarte
ningún ángel de pan de oro
no
hace días que no duermo de
la mente hacia arriba
soy la puta que te ha de
parir
un observatorio mundial
estás balanceándote entre
hilos de flujo
y dinamita.
Estás tal vez entrando en
el bosque de la percusión
para poder latir un día
guía
tu respiración el viento
del norte
antes
de que se te formen los
pulmones
con hojas de lata y bronce.
Sentada encima de mi
páncreas observas las estrellas
te preguntas sobre el
sentido de la existencia
piensas en abandonar mi
vientre
y me produces contracciones
como si jugases a fabricar
un relámpago.
Ah para hacer esto que hago
todas las terminaciones
nerviosas se aprietan hasta hacer
un ramo
florezco en medio del
invierno como un árbol ácrata
crezco hacia arriba hasta
llegar a la raíz de algo desconocido
y ahí ya solo puedo
entenderme con un pájaro o con una
piedra
te estoy mirando por dentro
como se miran las borrascas
y los augurios
para hacer esto que hago
ardo en la tierra
escribo o tengo espasmos
mis glándulas explotan
como astros que murieron
hace mil años.
Nadie te puede tocar
pero tú te revientas
fácilmente una rima con un fórcex
cantas el silencio como un
tenor hambriento
tienes el poder de la
palabra que nunca fue pronunciada
tocas con el espacio donde
tendrás los dedos de la verdad
sutil del aire
arrancas mi energía como la
losa de una cantera
y me entregas al sueño como
si fuese un don de todo lo
que no se ve.
No veo pasar las horas y tú
te haces crecer como el
fermento de la luz
ahora sé que lo mínimo es
el exceso
que me dominan furias que
desconozco
que el equinoccio de mi
cerebro está
en equilibrio con el eje
imaginario de la tierra
nadie te puede tocar
giras entre la belleza del
metano
y la conmoción de entrever
por vez primera
una cereza.
Agárrate
agárrate a mis entrañas
con tus uñas inexistentes
voy y vengo
del silencio a la droga
dura
agárrate a mi montaña sin
miedo
baja a la noche de la mujer
madura.
Concíbete
succióname la energía
pon a funcionar tu trocito
de corazón
anda ven
veme tragando barro entre
una estrella
y un dios que sopla en las
trompas de falopio.
Ando comunicada conmigo
misma
a través de claves de alta
tensión
que cruzan mi vientre entre
ciervos celestes
y tengo la lleva que abre
toda noche cerrada.
Aún no eres un embrión
eres solo un poema que me
hace vomitar
sobre la hierba una piedra
preciosa.
Todavía no eres ni siquiera
la palabra que puede nombrarte.
Nadie puede tocarte
nadie sabe que floras en el
sueño de Gaston Bachelard
que tu mínimo poder puede
tumbar a un ejército
y de hecho lo hace
lo hace
sin dudar.
Me das hambre
me irritas las espinas
florecen los hongos
las caries excavan minas en
mis encías y tú
entre cuarenta alcoholes
bailas tu danza inocente
vienes de donde ni sabes
no sabes ni de dónde
vienes.
Explotan tres mil luces en
mi pensamiento que solo es
carne
que solo es carne que sola
y carne.
Hablo con el reverso del
paladar la esencia del lenguaje
no necesito más
para arderte dentro
anda el rocío regándote
como la extrema flor epidural.
Tengo los tímpanos
agujereados para escucharte
sabemos calcular la
velocidad de la luz
pero ¿cuál es la velocidad
de la sombra
a la que vienes
sin hacer ruido siquiera
a este entramado de
tendones y cuerdas de guitarra?
Te espero en la escalera
infinita del caracol del oído
en el castro de la
alucinación
al final de mi feliz edad
en la lluvia que cae sobre
cada mente en paz
voy a amanecer al campo
contigo dentro
entenderme con cada bestia
con solo un movimiento del
raciocinio
esa rueda astral que
arrastra carromatos a mi destino.
Te espero sentada sobre la
piedra que no funda ningún
estado
bajo la que el grillo se
protege de la lluvia y el escarabajo
del sol
agárrate a mis entrañas
con tus uñas inexistentes
que voy y vengo
del silencio a la droga
dura
agárrate a mi montaña
y baja sin miedo baja
a la noche de la mujer
madura.
Biografía
Olga NOVO, nació en Vilarmao, Pobra do Brollón, en 1975. Es licenciada en Filología gallego-portuguesa, actualmente es
profesora de lengua y literatura gallegas en la Universidad de Rennes, en la
alta Bretaña.
En 1996 publica su primer poemario, A teta sobre o sol (Ed. Do
Dragón; 2ª ed. Letras de Cal, 1999). Con su segundo libro, Nós nus (Xerais,
1996), es galardonada con el premio Losada Diéguez de Creación. En 2001 se
publica el libro de artista Magnalia (Ed. Espiral Maior), en
el que colabora con el también poeta Juan Abeleira y la pintora Alexandra
Domínguez. Su última obra poética es A cousa vermella (Espiral
Maior, 2004). Su obra ha sido recogida en antologías como La flama
en el espejo (México, 1998), Mulher a fazer vento (Lisboa,
1998), Yo es otro. Autorretratos de la nueva poesía (Madrid,
2001), o Spain (Poetry from the Castilian, Catala, Basque and Galician
languages) (Atlanta, 2003), entre otras.
Además, ha publicado diversos estudios sobre literatura, entre otros: Por un vocabulario galego do sexo. A
terminoloxía erótica de Claudio Rodríguez Fer (Positivas, 1996), O
lume vital de Claudio Rodríguez Fer (1999) y, de próxima
aparición, Uxío Novoneyra. Lingua loaira.