Poemas de Irene
Gruss
Imagen de Marina Nuñez
Lía
Tu nombre está incrustado en el
nombre de
tu madre como una i, se adosa
cual baba pegadiza y blanca
a modo de reparación de una
escultura rota.
Tiempo y viento han quebrado
tus pecados y los míos.
¿Terminé de pagar?, pregunto a
Dios por mis pecados,
adiós, adiós, madre infinita
inmortal
quebrada tu cabeza
incrusto mi nombre en punto
como una i delgada
antes de morir,
qué me has dado, madre generosa.
Imagen de la red
Autorretrato
Ah, si pudiera recostarme,
ser así, la mosquita muerta que
inclina su cuello, lánguida;
si borrara el rictus de una
Callas desahuciada, Magnani en batón, así me veo,
dulces musas de la debilidad,
dónde estáis, denme la brisa, dénmela,
no la ventolina a orillas del
mar, siempre a orillas del mar, ay me,
mandolina y no viola da gamba,
quién me miraría si él observa el
culo
de la que pasa, ay me, cuántas
uñas delicadas habrán rasguñado el hombro, la nuez,
su espalda, oh, su espalda, y
engalanar lo que no tengo,
un aspecto sutil, ese gesto de no
haber sufrido hambre, menos ansia
de saber, una sor Juana cortejada
por virreyes y virreinas, la suavidad
del papiro, y el vientre sin
estrías, ay me,
si hubiese usado aquel pote, si
no supiera que el tiempo no es el Teatro No,
máscara que cubre el savoir faire
y otras minucias, oh, gatitas, si pudiera lagrimear,
las he visto contonearse sinuosas
hacia mi objeto incólume,
han conseguido lo que apenas
logré encaramar, robar, gozar
como Dios manda, ah, Dios, si
estuvieras aquí, mándame un rayo, algún fulgor,
esa luz que oculta la vejez, la
insensatez,
y vuélveme buena, modosa, bella y
paciente,
Ingrid en Casablanca, un lirio en
flor, el sonido
de la música.
Foto de Henri Fox Talbot
Torcés
la anécdota
Se trata de aliviar el lado
sufriente de las cosas,
mirar hacia otro lado. Él llama a
esa insulsa y a vos te dice
cortala, vos intentás disipar la
niebla escuchando a los pájaros.
Ese árbol, allá, un lado de tu
cabeza te pide
hacé un objeto estético,
decís después, más tarde, cuando
la bruma pase
como la de la mañana temprano;
O cuando te vas y tus hijos
preguntan, preocupados, ¿hablaste con alguien?; les mentís amablemente,
torcés la anécdota.
Leés a una chica moderna, escribe
con violencia, como si la molieran
a palos o tuviera un dolor de
encías insoportable. ¿Para qué esto?,
¿lo ves? Descifrás, abrís esa
caja donde el aire cabe
y exhalás, tranquila.
El mar no ruge, no brama ni
aúlla, no tiene furia ni
es sereno o plateado o verde o
azul;
es más pequeño que Dios.
Lo que importa ahora es disipar
la niebla.
Imagen de Sarolta Ban
El
retrato
Amor mío, el viento acaba
de voltear tu retrato, yace
en el suelo, tus ojos no me
miran.
Amor mío, la luz
se ha apagado, tu retrato
está en su lugar, ya.
Amor mío, la lluvia
entró por las ventanas. La pared
donde cuelga tu retrato
parece salpicada por cristales
de agua, y tus ojos parece
que lagrimean, ni siquiera
miran.
Amor mío, no existe el viento,
la luz existe, la lluvia
dejó de existir, un retrato se ha
roto en la zona donde estaba
la mirada. Esa ceguera
es mía. Ya no veo tu retrato y
el tiempo ha pasado.
¿Qué sucederá ahora?
Biografía
Irene Gruss nació en Buenos Aires
en 1950. Publicó los libros de poesía La luz en la ventana (El Escarabajo de
Oro, 1982, Premio Municipal de Poesía a la Obra Inédita), El mundo incompleto
(Libros de Tierra Firme, 1987), La calma (Libros de Tierra Firme , 1991), Sobre
el asma (edición de la autora, 1995), Solo de contralto (Galerna, 1997), En el
brillo de uno en el vidrio de uno (La Bohemia, 2000), La dicha (Bajo la Luna,
2004), La mitad de la verdad (obra poética reunida, Bajo la Luna, 2008), Entre
la pena y la nada (Ediciones del Dock, 2015), y la nouvelle Una letra familiar
(Bajo la Luna, 2007). Seleccionó y prologó la antología Poetas argentinas
(1940-1960) (Ediciones del Dock, 2006).
Poemas del libro: Entre la pena y la nada.
Fuente: Revista El Otro
Muy buenos poemas estos de Irene Gruss.
ResponderEliminarGracias por compartirlo, María.
Besos a montones
Ana
Gracias a ti Ana por tu presencia en mi blog.
ResponderEliminarBesos querida amiga.
María