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sábado, 12 de noviembre de 2016

Tiffany Atkinson - Tres poemas


Imagen de Peony Yip

El hombre cuya mano izquierda
pensaba que era un pollo

hizo algunas cosas notablemente bien, como

cazar moscas y encontrar aros perdidos

o lentes de contacto. Otras –hacer omelettes

digamos– aprendió a hacerlas con la mano izquierda

hundida en un bolsillo con maíz. Meros detalles

si tu brazo se hace el pollo desde el codo para abajo.

A veces, seguro, puro gallo: levantado mucho antes

que él, especialmente si su esposa estaba en la ciudad,

a mano de gallo lo conocían por provocar a desconocidos en el pub

o por cogerse objetos blandos. Comprar fruta con mano de gallo

no era broma. Pero también estaba mano de gallina,

que buscaba calor, llena de leves compulsiones. Este pájaro

sabía una o dos cosas de los frutos secretos de

la piel de su amante, del desierto de su espalda. Y

descubría las bellota que crecía en su pecho, y le revoloteaba

por las mejillas hasta que ella se dormía. Luego solo para

los niños, la loca mano de gallina de veo-veo

quién-es. Y aun así. Decir que el juego del sol a través de

sus dedos formaba la cresta más brillante, decir que

cruzaba la ruta más seguido de lo necesario, decir

que solo manejaba con cambios automáticos, que nunca fue ascendido

y que lo fotografiaron más de lo que le gustaba, decir

que casi se saca el ojo unas cien veces

no es decir que el hombre no se las arreglara solo. No. Era

una bandada de tangentes y sorpresas. Y sin

él hemos perdido toda memoria, toda posibilidad de volar.

Traducción de Inés Garland


The Man Whose Left Hand
Thought It Was a Chicken

did some things remarkably well, like
catching flies and finding dropped earrings
or contact lenses. Others –making omelettes
say– he learned to perform with his left hand
deep in a pocketful of seed. Mere incidentals
if your arm does chicken from the elbow down.
At times, for sure, sheer cock: up well before
he was, especially if his woman was in town,
cock-hand was known to arc at strangers in the pub
or jump soft objects. Shopping for fruit with cock-
hand was no joke. But there was hen-hand too,
heat-seeking, full of mild compulsions. These birds
knew a thing or two about the secret berries of
his lover’s flesh, the dust-bowl of her back. And
rumbled the acorn growing in her breast, and fluttered
at her cheekbones till she slept. Then for the kids
alone, the crazy bantam-hand of knock-knocks,
now-you-see-its. Still. To say the sun’s play through
his fingers made the brightest comb, to say he
crossed the road more often than required, to say
he only ever drove an automatic, never got promoted
and was photographed more often than he liked, to
say he almost had his own eye out a hundred times
is not to say the man was not his own man. No. He
was a flock of tangents and surprises. And without
him we have lost all memory, all possibility of flight.



Imagen de Dominique Fortin

Sobre llorar

sin que sea tristeza exactamente,

que como tú sabes tiene gruesa

insondable piel como cualquier mamífero

y que permanece, sobre todo, cerca de donde lo dejaste;

mientras que las lágrimas en sí son anfibias,

volubles, lunares, pura espuma,

los ojos llorosos vuelcan doblemente el plato.

Es decir, y completar los habituales formularios, etc.

estoy inundada, y con tal exhibición de básculas

e iridiscencia. No preguntes –uno podría

pesar también el arcoíris –y además,

no lo sé. No obstante

te entrego esta cosa que desborda,

mi dios, a nuestra edad, este cuenco de barro

con minerales y todas nuestras aguas en común.

De esto estamos hechos en verdad. Bebe.


Traducción de Silvia Camerotto


Tiffany Atkinson de "So many moving parts" (2014)





La rabdomante,
traducciones de Inés Garland y Silvia Camerroto,
CONACULTA-Cooperativa La Joplin,
Ciudad de México, 2015



  
On crying

being not sadness exactly,
which as you know has slow,
deep flesh like any large mammal
and mostly lies close where you left it;
while tears in themselves are amphibious,
fickle, lunar, flash-in-the-pan,
the watery double upsetting the dish.
To wit, and filling out the usual forms, etc
I am awash, and such a show of scales
and iridescence. Don’t ask – one might
just as well weigh rainbow – and besides,
I don’t know. Nonetheless
I hold the brimming thing to you,
good grief, at our age, this clay bowl
of minerals and all our common waters.
This is what we’re really made of. Drink.


Imagen de Hengki Koentjoro

Chico con paraguas rojo 

y ustedes dos inclinados

contra de esa luz. Tu reposera

moviéndose en un círculo de zapatos: ellos

te abandonaron en tu antesala de sombra,

tu hermana con sus cosas de nena, acomoda su snorkel

en silencio, tus terribles padres

de la mano. Según la longitud de tus extremidades

no eres más un hombre que una orquídea.

Más allá de ti los cruceros pasan a toda velocidad y

se detienen, el verde mar se espesa y brilla,

las mujeres se aceitan y se desparraman.

Todavía no ha ocurrido nada. Tal vez

nada ocurrirá. Tú observas anonadado las colinas

con una palma apoyada sobre la arena, como si

la tierra pudiera elevar su latido para decir

que está llegando, sí, ahora, sea lo que sea.


Traducción de Silvia Camerotto


Tiffany Atkinson (Berlín, 1972), "So many moving parts" (2014), La rabdomante, traducciones de Inés Garland y Silvia Camerroto, CONACULTA-Cooperativa La Joplin, Ciudad de México, 2015



Boy with Red Umbrella

and both of you askew
against such light. Your sunbed
drifts in a hoop of shoes: they’ve
left you to your anteroom of shade,
your rose-pink sister fitting her snorkelmask
dumbly, your terrible parents
hand in hand. For the length of your limbs
you’re no more a man than an orchid.
Beyond you the pleasure boats zip and
stall, the green sea thickens and glitters,
women oil and spread themselves.
Nothing has happened yet. Nothing may
ever. You gaze out stunned at the hills
with one palm pressed to the sand, as if
the earth might raise its pulse to say
it’s coming, yes, it’s now, whatever it is.


Biografía

Tiffany Atkinson es profesora de Literatura Inglesa en la Universidad de Aberystwyth, en Gales, donde vive desde 1993. En 200 ganó el concurso nacional de poesía de Ottakar and Faber y en 2001 el Cardiff Academy International. Sus poemas se publicaron en diarios y antologías y su primer volumen de poesía reunida, Kink and Particle (2006) recibió la recomendación de la Poetry Book Society y ganó el premio Jerwood Aldeburgh First Collection Prize. Su segundo libro, Catulla et al, fue publicado por Bloodaxe en 2011 e ingresó en la lista de finalistas del libro del año 2012 de Gales. Realiza con regularidad lecturas y talleres en el Reino Unido y en el extranjero; es editora de poesía de The New Welsh Review.







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