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martes, 6 de junio de 2017

Federica Bologna – Cinco poemas

Imagen de Dominique Fortin
Cinco poemas de Federica Bologna - traducción al español de Mario Pera

Sólo estoy hecha de vértigo.




En la cocina se llora en silencio,

se grita suavemente para no golpear las cacerolas

que luego escuchas desde la habitación.

Se entra a la cama temprano por la mañana

una vez tranquila:

se aprende desde niños

que la madre debe dormir en el sofá

para no despertar a la otra mitad de la cama.


 ***



Me convencía de que era sólo un tumor

cuando los senos y el vientre se hincharon.

Porque nacido desde la violencia! No eres su hijo

a veces, la genética se equivoca:

estoy más segura de ello cada vez

que encuentro a mi madre en las perillas del baño.

He heredado sólo sus venas

demasiado sutiles para mantenernos en pie,

permanecen en el dorso

y eso es lo importante, que tú también

no temes desvanecerte.



***



Y quisiera estar allí, observándote

cada vez que sonríes

cuando en tu mejilla

se forma un pliegue

en el que podría dormir



o cuando después de un gol

te veo regresar desde lejos

con aquel paso de cocodrilo

que observa a su alrededor

para disfrutar de toda la distancia,

los árboles, la espera

sin pederme nunca de vista.




*** 



Sólo estoy

hecha de vértigo.

Propensa a los cambios repentinos,

al ciclo lunar.

Primero debo acostumbrarme

a los cortes de tu cuerpo

debo calcular las caídas,

con la dedicación de la costurera

tras los bastidores del ballet.



Debes tomar mis manos frías,

besarme cuando camino descalza



***



Y quisiera estar allí, observándote

cada vez que sonríes

cuando en tu mejilla

se forma un pliegue

en el que podría dormir



o cuando después de un gol

te veo regresar desde lejos

con aquel paso de cocodrilo

que observa a su alrededor

para disfrutar de toda la distancia,

los árboles, la espera

sin pederme nunca de vista.




 Federica Bologna
Traducción de Mario Pera

 ***

Io sono solo di vertigine composta.

5 poesie di Federica Bologna





In cucina si piange in silenzio,

si urla piano per non far sbattere le padelle

che poi ti sente dalla camera.

Si entra nel letto solo a mattina presto

una volta tranquille:

lo si impara da bambine

che la mamma deve dormire sul divano

per non svegliare l’altra metà del letto.



***



Mi convincevo che eri solo un tumore

quando i seni e il ventre si gonfiavano.

Perché nato da violenza! Non sei suo figlio

a volte la genetica sbaglia:

ne sono più certa ogni volta

che trovo mia madre nei pomelli del bagno.

Ho ereditato soltanto le sue vene

troppo sottili da tenerci in piedi,

restano nella schiena

ed è questo l’importante, che anche tu

non abbia paura di svenire.


***



E vorrei esserci a guardarti

ogni volta che sorridi

quando nella guancia

fai una piega

in cui potrei dormire



o quando dopo un traguardo

ti vedo tornare da lontano

con quel passo da coccodrillo

che si guarda intorno

per godere tutta la distanza

gli alberi, l’attesa

senza perdermi mai d’occhio.

  
***



Io sono solo

di vertigine composta.

Incline agli sbalzi,

al circolo lunare.

Devo prima abituarmi

ai tagli del tuo corpo

devo calcolare le cadute,

con la dedizione della sarta

nelle quinte del balletto.



Devi prendermi a mani fredde,

baciarmi quando sono a piedi scalzi



***



E vorrei esserci a guardarti

ogni volta che sorridi

quando nella guancia

fai una piega

in cui potrei dormire



o quando dopo un traguardo

ti vedo tornare da lontano

con quel passo da coccodrillo

che si guarda intorno

per godere tutta la distanza

gli alberi, l’attesa

senza perdermi mai d’occhio.


Io sono solo di vertigine composta - Poesie di Federica Bologna   

 Biografía
(Rimini, Italia – 1995). Es coordinadora de la revista Atelier y asistente de la organización de Parco Poesía.


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