Yo tenía prisa
Ayer perdí un país.
Yo estaba de prisa,
y no advertí cuando se me cayó
como la rama rota de un árbol olvidadizo.
Por favor, si alguien pasa
y tropieza con él,
tal vez en una maleta
abierta al cielo,
o grabado en una roca
como una herida abierta,
o envuelto
en las mantas de los emigrantes,
o cancelado
como un perdido tiquete de lotería,
u olvidado en vano
en el Purgatorio,
o avanzando a prisa sin objetivo
como las preguntas de los niños,
o elevándose con el humo de la guerra,
o rodando en un casco sobre la arena,
o robado en la tinaja de Ali Babá,
o disfrazado con uniforme de policía
que agitó a los prisioneros
y huyó,
o en cuclillas en la mente de una mujer
que trata de sonreír,
o esparcido
como los sueños
de nuevos inmigrantes en América.
Si alguien se lo encuentra
Devuélvamelo, por favor.
Es mi país...
Yo estaba de prisa
Cuando lo perdí ayer.
Agencia
de viajes
Una pila de viajeros está sobre la mesa.
Mañana sus aviones despegarán
y salpicarán el cielo de plata
y descenderán como el anochecer sobre las ciudades.
El señor George dice que su amada
ya no le sonríe.
Él quiere viajar directamente a Roma
Para cavar allí una tumba como su sonrisa.
“Pero no todos los caminos conducen a Roma”, le recuerdo,
y le entrego un solo tiquete.
Él quiere un puesto con ventana
para asegurarse que el cielo
es el mismo
en todas partes.
Saco de
huesos
¡Qué buena suerte!
Ella ha encontrado los huesos de él.
La calavera está también en el saco
El saco en su mano
como todos los otros sacos
en todas las otras manos temblorosas.
Los huesos de él, como miles de huesos,
en la fosa común,
Su calavera, no como cualquier otra.
Dos ojos o agujeros
con los cuales él vio mucho,
dos oídos
con los cuales él escuchó la música
que contó su propia historia,
una nariz
que nunca conoció el aire puro,
una boca, abierta como un abismo,
no era como cuando él la besó
allí, silenciosamente,
no en este lugar
ruidoso con calaveras y huesos y polvo
exhumados con preguntas:
¿Qué significa morir toda esta muerte
en un lugar donde la oscuridad ejecuta todo este silencio?
¿Qué significa encontrar a tu amado ahora
Con todos estos lugares huecos?
¿Devolver a tu madre
con motivo de la muerte
un puñado de huesos
que ella te había dado
con motivo del nacimiento?
Partir sin muerte o certificado de nacimiento
porque el dictador no da recibos
cuando se lleva tu vida.
El dictador tiene una calavera también,
una enorme.
Que resolvió por sí misma un problema matemático
que multiplicó una muerte por millones
y el resultado fue la nación.
El dictador es el director de una gran tragedia.
él tiene una audiencia, también,
una audiencia que aplaude
—hasta que los huesos empiezan a sonar—
los huesos en los sacos,
el saco lleno finalmente en la mano de ella,
a diferencia de su vecina decepcionada
que no ha encontrado aún lo suyo.
La sombra de una lágrima
En el tiempo de veloces saludos
y luces artificiales,
la sombra de una lágrima
cae sobre el cielo.
Ni las precipitadas ruedas
ni el camino
ni el borrador
pueden detenerla.
Sobre las granjas
Vuelan sin cuidado los pájaros.
Uno se rezaga,
Pero no te preocupes.
Alcanzará la bandada en poco tiempo;
sólo está distraído
por la sombra de una lágrima
quebrada sobre las ramas.
Traducciones de León
Blanco
Biografía
Dunya
Mikhail, nació en Bagdad en 1965. Poeta y traductora. Ha publicado cinco libros
de poesía en árabe y dos en inglés. Los títulos en árabe incluyen The Psalms of
Absence y Almost Music. Su primer libro en inglés, The War Works Hard ganó el
Premio de Traducción del PEN (En traducción de Elizabeth Winslow). Uno de sus
últimos libros, Diary of A Wave Outside the Sea, ganó el Premio al Libro Árabe
Americano. En 2001, recibió el Premio de los Derechos Humanos de la ONU a la
Libertad de Escritura.
Fuente: Festival de poesía de Medellín
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