El guardián del huevo de Leonora Carrington
A través de mi ventana
A veces me comprimo
al filo del insomnio
y sacudo mi esqueleto
de fatigados huesos
y en la vertiente acaudalada
de mi sangre
murmuro
una oración canción
para soñar
para danzar
una pestaña puesta
en la náusea del mundo
capital y miseria
atada a los extremos
del globalizado sistema.
Despeinando el pensamiento
abanico
su pálida ilusión
sol y pan
mar y miel
para este corazón pájaro
volando hacia lo incierto
del mundo.
A veces me comprimo
al filo del insomnio
y sacudo mi esqueleto
de fatigados huesos
y en la vertiente acaudalada
de mi sangre
murmuro
una oración canción
para soñar
para danzar
una pestaña puesta
en la náusea del mundo
capital y miseria
atada a los extremos
del globalizado sistema.
Despeinando el pensamiento
abanico
su pálida ilusión
sol y pan
mar y miel
para este corazón pájaro
volando hacia lo incierto
del mundo.
María Germaná Matta, 4 de octubre de 2010
hoy te leí lentamente, desde el poema Ser. hay una exquisitez declinada de una manera tan coherente, tan física, tan visceral y tierna al mismo tiempo que sólo puedo decir ... que preciosura.
ResponderEliminares como si las palabraas estuviesen enhebradas sin perder su potencia y sin abandonar jamás el territorio del cuerpo, el único que jamás podremos abandonar.
leerte iluminó mi mañana, María.
te abrazo fuerte.
y las fotografías ... dialogan en una sintonía finísima con los textos.
ResponderEliminaral pie de tu casa está camille claudel, cuyos pasos he seguido como una feligresa, herida por su abandono y atravesada por su perseverancia. isabelle adjani la hizo suya, sí, como hizo suya a Adele H. en aquella película estremecedora de Truffaut.
Besos desde el sur.
Sabes utilizar las palabras para hacer poesía, de eso no hay duda. Muy buena poesía.
ResponderEliminarLo he leido varias veces, callado y en voz alta y me ha encantado.
Me queda un vacío de incerteza. No saber qué nos traerá este mundo en el que vivimos.
Un placer la lectura.
Un abrazo.
Gracias a ambos por dejar su huella. Me emociona leer sus comentarios.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo para los dos.
María
Ventana lúcida, rendija dolorida y sensible abierta como una mano, como una herida sangrante, como el alma que danza, como una vela encendida...
ResponderEliminarSigo mirando a través de "Ella", me ayuda a sostener alguna FE HUMANA.
Te abrazo inmensamente,
Tuya
Aina