Duexième poème visible - Max Ernst
LLAMADO POR LOS MALOS POETAS
Se necesitan malos poetas.
Buenas personas, pero
poetas
malos. Dos, cien, mil
malos poetas
se necesitan más para que
estallen
las diez mil flores del
poema.
Que en ellos viva la
poesía,
la innecesaria, la fútil,
la sutil
poesía imprescindible. O
la in-
versa: la poesía
necesaria,
la prescindible para
vivir.
Que florezcan diez maos en
el pantano
y en la barranca un Ele,
un Juan,
un Gelman como elefante
entero de cristal roto,
o un Rojas roto,
mendigando
a la Reina de España.
(Ahora España
ha vuelto a ser un reino y
tiene Reina,
y Rey del reino. España es
un tablero
de alfiles politizados y
peones
recién comidos: a la
derecha, negros, paralizados, fuera del juego).
Y aquí hay torres de goma,
alfiles
politizados y damas
policiales
vigilando la casa.
A la caza del hombre,
por hambre, corren todos,
saltan
de la cuadrícula y son
comidos.
Todo eso abunda: faltan
los poetas,
los mil, los diez mil
malos, cada uno
armado con su libro de
mierda. Faltan,
sus ensayitos y sus novela
en preparación.
Ah.. y los curricola,
y sus diez mil applys nos
faltan.
No es la muerte del
hombre, es una gran ausencia
humana de malos poetas.
Que florezcan
cien millones de
tentativas abortadas,
relecturas, incordios,
folios de cartulina,
ilustraciones
de gente amiga, cenas
con gente amiga, exégesis,
escolios,
tiempo perdido como todo.
Se necesitan poetas gay,
poetas
lesbianas, poetas
consagrados a la cuestión
del género,
poetas que canten al
hambre, al hombre,
al nombre de su barrio, al
arte y a la industria,
a la estabilidad de las
instituciones,
a la mancha de ozono, al
agujero
de la revolución, al tajo
agrio
de las mujeres, al latido
inaudible del pentium y a
la guerra
entendida como continuidad
de la política,
del comercio,
del ocio de escribir.
Se necesitan Betos, Titos,
Carlos
que escriban poemas.
Alejandras y Marthas
que escriban. Nombres para
poetas,
anagramas, seudónimos y
contraseñas
para el chat room del
verso se necesitan.
Una poesía aquí del
cirujeo en la veredas.
Una poesía aquí de la
mendicidad en las instituciones.
Una poesía de los salones
de lectura de versos.
Una poesía por las calles
(venid a ver
los versos por las
calles...)
Una poesía cosmopolita
(subid a ver
los versos por la web...).
Una poesía del amor
aggiornado (bajad a ver
poesía en el pesebre del
amor...)
Una poesía explosiva:
etarra, ética,
poéticamente equivocada.
En los papeles, en los
canales
culturales de cable, en
las pantallas
y en los monitores, en las
antologías y en revistas
y en libros y en emisiones
clandestinas
de frecuencia modulada se
buscan
poetas y más malos poetas:
grandes poetas celebrados
pequeños,
poetas notorios, plumas
iluminadas,
hombres nimios, miméticos,
deteriorados por el
alcohol,
descerebrados por la
droga,
hipnotizados por el sexo
idiotizados por el rock,
odiados, amados por la
gente aquí.
En las habitaciones se
buscan.
En un bar, en los
flippers,
en los minutos de descanso
de la oficina,
entre dos clases de
gramática,
en clase media, en barrios
vigilados se buscan.
¿Habrá en la tropa?
¿En los balnearios, en los
baños
públicos que han comenzado
a construir?
¿En los certámenes de
versos?
¿En los torneos de
minifútbol?
¿Bajo el sol quieto?
¿A solas con su lengua?
¿A solas con una idea
repetitiva?
¿Con gente?
¿Sin amor?
No es el fin de la
historia, es
el comienzo de la histeria
lingual.
Todo comienza y nace de
una necesidad fraguada en la lengua.
Falsifiquemos el deseo:
Te necesito nene.
Para empezar te necesito.
Para necesitar, te pido
ese minuto de poesía que
necesito, necio:
quisiera ver si me
devuelves el ritmo de un mal poema,
que me acaricies con sus
ripios,
que me turbes la mente con
otra idea banal,
y que me bañes todo con la
trivialidad del medio.
Y en medio del camino, en
el comienzo
de la comedia terrenal,
quiero vivir
la necedad y la necesidad
de un sentimiento falso.
Se necesitan nuevos
sentimientos,
nuevos pensamientos
imbéciles, nuevas
propuestas para el cambio,
causas
para temer, para tener,
aquí en el sur.
Y arriba España es un
panal
de hormigas orientales:
rumanas, tunecinos,
suecas a la sombra de un
Rey.
Riámonos del Rey.
De su fealdad.
De su fatalidad.
De Su Graciosa Realidad.
La realidad es un ensueño
compartido.
La realidad de España
es su filosa lengua
pronunciando la eñe
y su mojada espada
pronunciando el orden
del capital y la sintaxis.
¡Ay, lengua:
aparta de mí este cuerno
de la prosperidad clavado en tu ingle,
suturada de chips, y cubre
nuestras heridas con el
bálsamo de los malos poemas..!
Rodolfo Fogwill leyendo: "Llamado por los malos poetas" poesía en el Festival Internacional de Poesía de Rosario
Rodolfo Fogwill, Argentina 1941 - 2010 - sociólogo, escritor
fuente: Fogwill, web
♥ fogwill
ResponderEliminargracias por ésto, maría
abrazos*
Gracias a ti Rayuela. Fogwill, necesario.
ResponderEliminarAbrazos
Sí, sin duda, gracias.
ResponderEliminarAh! Impresionante Fogwill!!!!!!!!!!! Admiro su desenfado, su ruptura de las convenciones poèticas. Admiro su eterna rebeldìa, su escritura, por momentos, caòtica, fuerte, de denuncia, de quiebre.
ResponderEliminarFue un hombre de una escritura muy inteligente tanto en poesìa como en su prosa. Sin embargo, creo en lo personal, que fue muy poco leìdo, casi dejado de lado, tal vez, por las mismas razones por las que muchos lo hemos admirado.
Un mil gracias Marìa!!! Ha sido una enorme sorpresa encontrarlo por aquì. Ojalà sirva para seguir difundiendo toda su obra.
Besos
Hilda Dìaz
Hilda,
ResponderEliminarSin duda Fogwill es magnífico y me parece importante destacar su rebeldía y también la valía de su escritura. Creo que dentro del caos siempre hay una búsqueda por romper con las convenciones.
Muchas veces la rigidez de lo académico hace que los artistas sacrifiquen la búsqueda personal, que todo trabajo artístico conlleva.
Sin duda es un gran escritor y deberíamos difundir su obra.
Un abrazo