* Foto de Cannon Bernáldez
Hay
hilos que brotan
de
los ojos
son
húmedos como un flujo
tímido
y
se esconden tras el maquillaje
de
sus incertidumbres.
Deshilachados
se
deslizan buscando
un
corazón
para
desvelar sus cicatrices
con
palabras mudas
y
zurcir sus harapos
de
flores amarillas
mirarse
en
los labios húmedos del alba
pero
la ciudad es un escaparate
amurallado
de ofertas
que
ralentiza los impulsos.
Blindamos
nuestro instinto
con
paracetamol y zapatos puntiagudos.
Sin
embargo,
deambulamos
de aquí para allá
añorando
el hechizo salvaje
de
un jardín desordenado y tierno
pero cuando el día despelleja nuestros cuerpos
untamos
crema protectora
para
el alivio de la arruga
en
la sonrisa.
Crecemos
y nos apiñamos
en
ciudades de plástico.
El
tiempo despliega
sus
alas de murciélago
y
emprende su vuelo circular
devorándonos.
Floto
desorientada y ámbar
en
el líquido amniótico
útero
del universo.
Mis poemas: María Germaná Matta
* Foto Cannon Bernáldez
Todos flotamos en ese líquido amniótico del universo mientras el tiempo nos devora.Y muchos fenecemos sin darnos cuenta ciudades de plástico.Menos mal que el ojo del poeta nos informa de aquello que el ojo vulgar no ve.
ResponderEliminarAunque signos de naufragios,me gustan tus poemas.Amo la poesía.
Un abrazo.
Jerónimo,gracias por sumergirte en el poema flotar en el líquido amniótico del universo y sobrevolar sus rincones.
ResponderEliminarUn abrazo
Tu poema es denso y profundo como esa ciudad de plástico que es roca que golpea y mastica su espejo en la ingenuidad de los fervorosos. Un abrazo María.
ResponderEliminarClara, gracias una vez más. Es un poema denso, corresponde con la visión que tengo de las ciudades, llenas de belleza pero al mismo tiempo tan frías, tan distantes, por ende tan deshumanizadas.
ResponderEliminarUn abrazo
aplaudo de pie, maría!
ResponderEliminarabrazo*
Gracias Silvia.
ResponderEliminarOtro abrazo para ti.