imagen de la red - autor desconocido
La niña y la circuncisión
Cumplí
siete años,
ahuyentaba
los gallos,
jugaba
con ovejas
imitaba
el cacareo de las gallinas,
robaba
golosinas
y
el vestido de mi hermana menor.
Leía
las revistas de mi hermano mayor,
esparcí
las plumas del almohadón
sobre
su cabeza.
Me
rodearon siete mujeres viejas,
el
cuchillo reptó hacia mi flor,
al
brotar la sangre,
las
mujeres trinaban.
Mi
hermana me miró asustada.
Y
yo, ya no ahuyenté gallos.
Si lo amara como una rosa
y él fuera una golondrina
Hombre,
te amo
y
casi te odio.
Eres
deseo del día
y
yo noche sin ocaso.
Mi
sangre te busca
como
la tierra.
¿Qué
le digo al cuerpo,
que
sueña contigo así
como
late el corazón?
¿Le
cuento
que
es firme como el filo del cristal,
como
el corazón de una estrella muerta?
Esquizofrenia
Porque
todo está bien,
quiebro
el espejo... No me arreglo.
Porque
todo está bien,
mi
novio no me abraza,
ni
me regala rosas.
Porque
todo está bien,
los
niños van de negro,
queman
pasto
y
de un caballito de madera hacen un fusil.
Porque
todo está bien,
la
única profesión del Oriente
es
la muerte y salvarse de ella.
traducción de
Jona y Tobías Burghardt
Biografía
Dhabiya
Khamis nació en Abu Dhabi, Emiratos Árabes Unidos, en 1958. Estudió Ciencias
Políticas, Filosofía, Literatura Árabe Moderna y Antropología. Cuando apareció
su antología personal en 1985, fue confiscada y censurada. Se le prohibió
seguir escribiendo para los medios estatales y en 1987 fue encarcelada para que
no escribiera más. A raíz de las amenazas, vivió desde 1988 exiliada en Londres
y desde 1991 en El Cairo. Desde su primer título, Pasos del suelo, del año
1980, publicó hasta hoy catorce poemarios más, tres libros de prosa corta y
cuatro de estudios culturales y crítica literaria. Sus poemas fueron traducidos
al alemán, español, inglés y francés. Suleman Taufiq, poeta sirio, afirma:
«Ella encarna un fuerte compromiso por los Derechos Humanos y la Mujer. En su
poesía prevalece una atmósfera de rebelión contra la opresión familiar, social
o estatal».
Fuente: Revista Prometeo Festival de Poesía de Medellín
Duros pero hermosos. Gracias por compartir! Bico
ResponderEliminarLa ablación es un tema duro, pero aún miles de mujeres la sufren. Cuando leí el poema se me encogió el alma. Gracias Vera. Abrazos
ResponderEliminarBrutalmente bellos. (y por desgracia sí, miles de mujeres aún son obligadas a pasar por la ablación).
ResponderEliminarEs encogedor ese primer poema.
Besos.
Una poeta comprometida con su pueblo y su tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
J. Gomis López, cuando leí La niña y la circuncisión, también se me hizo un nudo el corazón. Una realidad que tiene que cambiar.
ResponderEliminarUn abrazo
Jorge, efectivamente una poeta comprometida.
ResponderEliminarQueda mucho por hacer.
Un abrazo y gracias
Durísimos poemas que reflejan una triste realidad. Hay que explicarla y denunciarla una y otra vez hasta que dicha práctica tan bestial sea erradicada.
ResponderEliminarBesos, María
Ana
Ana, eso es una realidad dura. Espero que cambie y muchas personas se movilizan para ello.
ResponderEliminarBesos