Foto de Alek Lindus (de la red)
Vals del Ángelus
Ve lo que has hecho de mí,
la santa más pobre del museo, la de la última sala, junto a las letrinas, la de
la herida negra como un ojo bajo el seno izquierdo.
Ve lo que has hecho de mí,
la madre que devora sus crías, la que se traga sus lágrimas y engorda, la que
debe abortar en cada luna, la que sangra todos los días del año.
Así te he visto, vertiendo
plomo derretido en las orejas inocentes, castrando bueyes, arrastrando tu
azucena, tu inmaculado miembro, en la sangre de los mataderos. Disfrazado de
mago o proxeneta en la plaza de la Bastilla —Jules te llamabas ese día y tus
besos hedían a fósforo y cebolla. De general en Bolivia, de tanquista en
Vietnam, de eunuco en la puerta de los burdeles de la plaza México.
Formidable pelele frente
al tablero de control; grand chef de la desgracia revolviendo catástrofes en la
inmensa marmita celeste.
Ve lo que has hecho de mí.
Aquí estoy por tu mano en
esta ineludible cámara de tortura, guiándome con sangre y con gemidos, ciega
por obra y gracia de tu divina baba.
Mira mi piel de santa
envejecida al paso de tu aliento, mira el tambor estéril de mi vientre que sólo
conoce el ritmo de la angustia, el golpe sordo de tu vientre que hace silbar al
prisionero, al feto, a la mentira.
Escucha las trompetas de
tu reino. Noé naufraga cada mañana, todo mar es terrible, todo sol es de hielo,
todo cielo es de piedra.
¿Qué más quieres de mí?
Quieres que ciega,
irremediablemente a oscuras deje de ser el alacrán en su nido, la tortuga
desollada, el árbol bajo el hacha, la serpiente sin piel, el que vende a su
madre con el primer vagido, el que sólo es espalda y jamás frente el que
siempre tropieza, el que nace de rodillas, el viperino, el potroso, el que
enterró sus piernas y está vivo, el dueño de la otra mejilla, el que no sabe
amar como a si mismo porque siempre está solo. Ve lo que has hecho de mí.
Predestinado estiércol, cieno de ojos vaciados.
Tu imagen en el espejo de
la feria me habla de una terrible semejanza.
BLANCA VARELA - Valses y otras falsas confesiones (1964 - 1971)
Vals del Ángelus en la voz de Blanca Varela
A Blanca Varela, la conocía, y siempre me llamó la atención, su fuerza.
ResponderEliminarUn beso, María
Carmela,
ResponderEliminarSiempre tengo a mano su poesía, su poesía representa mucho para mí, me deslumbra su sabiduría.
Beso