Iván Noval (foto de la red)
Elogio de Afrodita
Ya
son menores los dones de los dioses,
a
la orilla ya de otro río.
Volad,
palomas, aquí está
la
ancha puerta vespertina de Venus.
Y
yo, reclinada en la arena fría,
me
hundiré en un día sin fecha…
Los
ojos sobre la vieja piel, como una serpiente,
la
he dejado, he sobrepasado mi juventud.
17 de octubre de 1921
La Carta
Así
no se esperan cartas,
así
se espera la carta.
Un
trozo de tela
con
un borde encolado.
Dentro,
una palabra.
Y
la felicidad, nada más.
Así
no se espera la alegría,
así
se espera el fin:
un
saludo militar,
tres
mínimos trozos de plomo
en
el corazón. Niebla roja
sólo
eso. Y nada más.
Para
la dicha soy vieja.
La
flor se la llevó el viento.
Rectángulo
del patio
y
la boca negra de fusiles.
(El
rectángulo de una carta:
tinta
y encantamiento.)
Para
el sueño de la muerte
nadie
es demasiado viejo.
El
rectángulo de esta carta.
11 de agosto de 1923
Fuente: Anna Ajmátova y
Marina Tsvietáieva - El Canto y la Ceniza – Antología Poética – Traducción y selección
de Monika Zgustova y Olvido García Valdés – Galaxia Gutenberg
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Marina Tsvietáieva es una de las voces más puras que he podido escuchar
ResponderEliminarun beso
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ResponderEliminarFue una mujer muy vital y su poesía es reflejo de la autenticidad de su ser.
Un beso