Imagen de la red (autor desconocido)
Clandestino
Llora el Ángelus Novus
de sus alas rasgadas brota
la sangre apocalíptica
de la catástrofe.
Son
niños, hombres y mujeres en floración
han
atravesado la curva árida
de
una vida sin tregua
y
escalado la sed de todos los abismos
en
su pecho
vibran
las cuerdas
de
una sinfonía
con
los desacordes mudos
de
sus cuatro movimientos
el
hedor turbio
de
la guerra
con
sus alaridos de relámpago
proclamando
el
diluvio de los huesos
sus
espaldas arrastran
los
azotes de una ciudad
fundida
en ruinas
y
un rocío
de
pétalos marchitos
le
escuece el corazón
en
su estomago
cruje
la cigarra del hambre
de
sus labios aflora
el
charco seco de la sed
y
sus ojos recios
añoran
semillas
para
un suelo seco.
Sopla
el viento
en
la huida
y
como Orfeo
sabe
que
no puede mirar atrás
y
corre
corre
corre
su
aliento rastrea
el
vestigio de algún paraíso
su
voz no es una voz
es
un chirrido de pájaro
volando
hacia el ocaso
de
todas las incertidumbres.
Ha
llegado
deposita
sus ojos húmedos
en
tierra firme
pero
la lluvia
sigue
cayendo a chorros
sobre
la planta reseca
de
sus pies
apenas
un soplo
para
los harapos
de
sus sueños
¿Cuándo
terminará su huida?
¿Existirá
algún lugar sin fosas
que
lo aguarde?
Detrás
de cada huida
hay
una luz
un
cielo sin escombros
en
la desembocadura de los sueños.
Existe
un puerto
de
todas las ternuras cobijándolo.
Grita
la voz del instinto.
Sueña
con la hierba silvestre
brotando
a chorros
por
su sangre
danzan
con furia
sus
parpados desamparados
con
la voz de la promesa.
No
sabe que en las ciudades
del
norte
brillan
glamorosos
los
carteles
tras
los focos luminosos
las
sonrisas
espejismos
de una dicha
a
crédito
que
se compra con visa o mastercard
el
mundo navega
por
las corrientes sin brújula
del
gran mercado
chupando
el humus
de
sus precarios habitantes.
Soles
negros
en
los rostros sin nombre
las
ciudades del norte
erigen
sus torres de acero
amurallando
todos los delirios
labios
sellados
para
sus ruegos sin refugio
paneles
sin miel
para
la intemperie de sus lágrimas
ellos,
los sin rostro
deambulan
por el pavimento indiferente
de
la gran ciudad.
Mis poemas: María
Germaná Matta
Este poema fue publicado en: Poesía de Mujeres por cortesía de Ana Muela Sopeña. simplemente quería tenerlo aquí en mi casa, por lo que representa para mí.
Me has hecho pensar que la poesía es a veces la única herencia de los desheredados. Ella que no es casa, ni tierra, ni comida, se legitima en ellos, como una flor que se abre en la denuncia y la esperanza...Conmueve este poema. Y esta imagen
ResponderEliminar"Ha llegado
deposita sus ojos húmedos
en tierra firme"
me aplastó. Besos María
Vera,
ResponderEliminarA mi me gusta la idea de la poesía como flor que se abre para la esperanza, pero tan sólo es testimonio del dolor.
Un beso y gracias por tus palabras.
Querida María:
ResponderEliminarTu poema es fuerte y contundente al mismo tiempo que pleno de sensibilidad.
Es una denuncia firme y verdadera de los sin voz. Un grandioso poema.
Felicitaciones
Un fuerte abrazo
Ana
Querida Ana,
ResponderEliminarA veces un poema también es un latido.
Abrazos
Me gusta la historia que cuentas. El poema es bueno y lo que plantea mejor. Las últimas dos estrofas le hacen perder fuerza. Quizás fusionando las dos últimas en una, no nos haría olvidar de ese momento de huida. Un saludo.
ResponderEliminarGracias Lumy por tu comentario.
ResponderEliminarLas dos últimas estrofas hablan de la vida de los clandestinos en la ciudad y lo que representa, la desesperanza.
Un abrazo