Imagen de Esteban Leyton
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Abrir
barrancas en el corazón
por
las que despeñarse,
pero
antes,
antes
ver esos tránsitos,
eclosiones,
corredores de la sangre
por
donde egresan hijos, árboles, soles:
todos
avanzando por la misma rampa.
Mirar
atrás
y
verlos todos muertos,
arrastrar
su memoria
como
larguísima cola de novia,
llevarlos
conmigo.
Al
hueco del corazón,
sí,
volver allí
para
curarse, para no seguir
tirando
los dados
sobre
una mesa inclinada
de
antemano a la derrota.
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Me diré otra vez: no tengas miedo. Ya conocemos el vértigo de los pies en los
umbrales, la náusea previa a las partidas. Hay una sospecha de calesita que
hurta las respiraciones, rueda en la que la sangre se emborracha con la ilusión
de la línea recta hasta que el mismo árbol parece otra primavera.
Terror a los círculos, su asfixia perfecta, esa
vocal que se cierra nada más pronunciarla como una sentencia.
(Para
conjurar el miedo)
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Creció y fue
de aquéllos
Luis Pimentel
De
niño,
atrapaba
mariposas
para
arrancar el polvo
de
sus alas, palpaba con fruición
su
suavidad celeste,
sedosa
hasta la náusea,
hacia
el signo
de
la cruz sobre su frente
mientras
las mariposas
trastabillaban,
como derviches
giraban
en fila
(enloquecidas
sobre la tapia.
Ya
no corre
detrás
de las mariposas
del
patio, pero dejará
-como
en aquel juego-
madres
de luto blanquísimo
girando
en fila por la plaza.
(Infancia
del torturador)
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Elegir el barro, su arrojo en la disolución, ese
abandono para que los sauces se sostengan. Tierra blanda, ofrecida sin medida como
la mirada de los idiotas, la ternura de los cauces. Donde las raíces se estiran
hasta escuchar la confesión de los moribundos, donde las hojas se pudren con el
abono de los duelos: desasidas se hunden y el árbol las mira con esa distancia
que un muerto miras sus pertenencias.
La revelación no viene de lo alto, sube por los
talones, los imanta hacia el regreso, yerra de los meridianos.
Laura
Giordani
Fuente:
Laura Giordani – Antes de desaparecer – Edición: Tigres de papel – 2014
Presentación audiovisual de "Antes de desaparecer ", Laura Giordani - Edición Tigres de Papel.
Conmovedoras Letras, El Alma plena de gratitud!
ResponderEliminarAbrazos Mi Querida Sole!
Aina.-
Ainara:
ResponderEliminarSus letras se quedan flotando en alguna oscuridad, imágenes que dan forma a sentimientos no expresados con palabras. Y como tú, bien dices, conmueven.
Otro abrazo para ti.
Buscando, leyendo, descubriendo, los ojos siempre encuentran la huella de los buenos frutos...Observando y leyendo tu blog, con alegría veo el bello rostro de Teresa Wilms, mi compatriota que admiro tanto. Deseaba expresarlo antes de comentar la entrega de Laura, sin lugar a dudas, con la crudeza de la vida y sus circunstancias. Aquella estrofa sobra la infancia de un torturador, más que concluyente y emotiva.
ResponderEliminarUn abrazo.
Taty, cuando descubrí a Teresa Wilms me dejo una huella profunda, la tengo entre mis preferidas.
ResponderEliminarLaura Giordani, sabe expresar el dolor del mundo con belleza.
Gracias por su visita virtual y tus palabras.
Un abrazo