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Carta a la aurora boreal
La luz aquí en la tierra nos
mantiene muy ocupados: un incendio
en la central de Pensilvania
sigue ardiendo resplandeciente desde 1962.
Grupos enteros de pequeños
calamares se encienden en la costa de Japón
antes del amanecer. Por supuesto
que no apareciste cuando fuimos
a buscarte, pero encontramos
otras luces: luciérnaga,
luna de fresa, una pequeña
captura de esto en cada diente de otros.
Alguien te vio y dijo que ellos
se acostaron
en medio del camino y te llevaron
dentro,
y estoy suponiendo que estás
acostumbrada a eso—la gente termina
cayendo sobre sí misma para
capturar un destello de ti
y tu extraño brillo de menta
silenciándose sobre el lago.
Aurora, prefiero quedarme dentro
con él—jamás si esto significa
un hotel estropeado y estas
tablas de madera, alfombras de golf
en los baños, y unas granuladas
barras de jabón. En vez
de esperar sólo hasta la hora
correcta de la noche-azul
más corta del año cuando por fin
sentiste moverte
lo suficiente para chocar tus
partículas de gas con partículas de sol—
prefiero compartir el amanecer
con él y una loca llamada
sobre el lago con él, el golpe de
la costa atravesada
mediante los gritos de la ventana
con él. Mi corazón
golpea en mi pecho, contra mi
camisa—es una clase
de fuego que nunca podrás
encender por tu cuenta.
Letter to the Northern Lights
The
light here on earth keeps us plenty busy: a fire
in
central Pennsylvania still burns bright since 1962.
Whole
squads of tiny squid blaze up the coast of Japan
before
sunrise. Of course you didn’t show when we went
searching
for you, but we found other lights: firefly,
strawberry
moon, a tiny catch of it in each other’s teeth.
Someone
who saw you said they laid down
in
the middle of the road and took you all in,
and
I’m guessing you’re used to that—people falling
over
themselves to catch a glimpse of you
and
your weird mint-glow shushing itself over the lake.
Aurora,
I’d rather stay indoors with him—even if it meant
a
rickety hotel and its wood paneling, golf carpeting
in
the bathrooms, and grainy soapcakes. Instead
of
waiting until just the right hour of the shortest
blue-night
of the year when you finally felt moved
enough
to collide your gas particles with sun particles—
I’d
rather share sunrise with him and loon call
over
the lake with him, the slap of shoreline threaded
through
screen windows with him. My heart
slams
in my chest, against my shirt—it’s a kind
of
kindling you’d never be able to light on your own.
Biografía
Aimee Nezhukumatathil. Nacida en 1974 en
Chicago, Illinois, de origen Filipino e Indio Malayali, es conocida por ser una
poeta que une a tres culturas: la Filipina, India y Americana. Recibió su
licenciatura en inglés y maestría en poesía en la Universidad Estatal de Ohio.
En 2016-17, fue la escritora en residencia John y Renee Grisham en el programa
MFA de la Universidad de Mississippi. También ha enseñado en el retiro de
Kundiman para escritores de origen asiático. Es profesora de inglés en el
programa MFA de la Universidad de Mississippi. Es autora de cuatro colecciones
de poesía: Miracle Fruit, ganó el Premio Tupelo Press 2003 y el
Premio Literario Filipino Global en Poesía, fue nombrada la Revista del año en
Poesía de ForeWord , y fue finalista del Premio Literario Asiático-Americano y
del Premio Glasgow. At
the Volcano Drive-In, ganó el
Premio Balcones Poetry 2007. Lucky Fish (2011), ganó el gran
premio Eric Hoffer Award for Books 2011. Su libro de poesía más
reciente, Oceanic, fue publicado en 2018 por Copper Canyon Press .
Fuente: Círculo de Poesía