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domingo, 7 de marzo de 2021

Katia-Sofía Hakim - Tres poemas

Imagen de Flor Garduño

Hoy 8 de marzo de 2021 día de la mujer y he elegido para Batalla de Papel a una poeta francesa de origen libanes, Katia-Sofía Hakim, poseedora de un lenguaje potente,  más bien crudo. Katia-Sofía Hakim, con su poesía explora el mundo contemporáneo desde un ángulo agudo muy personal que no nos deja indiferentes. 

EXPULSIÓN

 

Ese día, estábamos solos, el sofá cama y yo. Ya no dormía en el cuarto. Era demasiado suave, demasiado pequeño, demasiado cómodo. Las paredes también eran demasiado blancas. Expulsada de mi propia habitación, fui acogida por el sofá cama del salón, ese dónde se pierden los mandos, las migas y el aluminio de los condones. Se abría a mí para amortiguar los rincones de la sala de estar. El televisor me miraba pasar del sofá cama al baño desde hace ya una semana. Me mecía con su ronroneo estúpido y benévolo. Me decía que siempre estaría a mi lado. Y yo lo creía. Era tan bueno para calmar las ondas de dolor.

Mi vientre, mi casa, estaba ardiendo. Pedazos de útero cayendo uno tras otro. No importaba cuánto me quedara inmóvil, el huevo seguía cayendo. Iba al baño lo menos posible, temiendo lo que podría ver al bajarme las bragas. Forma humana no, por favor. Un flujo de lava entre mis muslos, pero nada. Si Pompeya era tan fértil. Mis pechos gordos y maduros como granadas. Mi cuerpo incipiente. Es un aborto retenido, señora. La bata blanca ha hablado. Hay que repetir el ultrasonido en una semana para asegurarse de que no queda nada en la cavidad uterina. De lo contrario, tendremos que proceder a un legrado. Esas fueron las palabras del oráculo del Centro Hospitalario de las Cuatro Ciudades.

El televisor me miraba fijamente. Imposible sufrir en paz. Pronto me vi obligada a acurrucarme en la baldosa ardiente del baño. La sangre corría por la habitación. Y no quedaba otra que soltarlo: stabat mater en pijama, dolorosa, lacrimosa, acompañando hasta los desagües al niño fallido. Tiro de la cadena de esta tumba líquida. Ruido de cacería humana. Luego el silencio de un agua clara y transparente que, apenas vibra, como si nada.

 

El sofá cama me espera, sábanas abiertas.


EXPULSION

 

Ce jour-là, nous étions seuls, le canapé-lit et moi. Je ne dormais plus dans la chambre. C’était trop doux, trop petit, trop confortable. Les murs y étaient trop blancs aussi. Expulsée de ma propre chambre, j’avais été recueillie par le canapé-lit du salon, celui où se perdent les télécommandes, les miettes et l’aluminium des capotes. Il s’ouvrait à moi pour amortir les coins du living room. La télévision me regardait défiler du canapé-lit aux toilettes depuis déjà une semaine. Elle me berçait de son ronron stupide et bienveillant. Elle me disait qu’elle serait toujours là pour moi. Et je la croyais. Elle savait si bien brouiller les ondes de douleur.

Mon ventre, ma maison, brûlait. Des pans d’utérus tombaient les uns après les autres. J’avais beau rester immobile, l’œuf ne faisait que se décrocher davantage. J’allais aux toilettes le moins possible, redoutant ce que je pourrais voir en baissant ma culotte. Pas de forme humaine, s’il vous plaît. Une coulée de lave entre mes cuisses, mais toujours rien. Pompéi était si fertile pourtant. Mes seins gros et murs comme des grenades. Mon corps en devenir. C’est une grossesse arrêtée, Madame. La blouse blanche a parlé. Il faut refaire une échographie dans une semaine pour s’assurer qu’il ne reste plus rien dans la cavité utérine. Sinon, il faudra procéder à un curetage. Tels étaient les mots de l’oracle du Centre hospitalier des Quatre-Villes.

La télévision me regardait fixement. Impossible de souffrir en paix. Très vite, j’ai été obligée de me recroqueviller sur le carrelage brûlant de la salle de bains. Le sang dévalait la pièce. Puis il a bien fallu lâcher le morceau : j’étais là, stabat mater en pyjama, dolorosa, lacrimosa, accompagnant jusque dans les canalisations l’enfant manqué. Je tire la chasse de ce tombeau liquide. Bruit de chasse à l’homme. Puis le silence d’une eau claire et transparente qui vibre à peine, comme si de rien n’était.

Le canapé-lit m’attendait, draps ouverts.

 

 GASPARD

 

Exterior noche. Mi cerebro pop tuesta palomitas de pensamientos negros. Mi garganta anudada como un barco. Alzad las velas. Las manos aún calientes del cordaje tejido hasta el alba. El té está frío.

Situada en un magnífico parque arbolado, la residencia Las Ninfas del Mar ofrece un entorno de vida único y excepcional cerca del corazón de la ciudad. El programa inmobiliario rasurará mis recuerdos.

No se habla de cuerda. En la casa de una ahorcada flota una bolsita. En la casa de una ahorcada se hunde la bandera. Mi taza es verde, y verde te quiero. ¿Quieres té? Las hojas secas cuelgan de un hilo.

El cuerpo salado agita sus pies, dos peces en la cubierta. Arriba, se puede oír un piano. La cuerda vibra, horca nocturna a la hora del té.

GASPARD

 

Extérieur nuit. Mon cerveau pop-corne des idées noires. Ma gorge est nouée comme un bateau. Hissez haut. Les mains sont encore chaudes du cordage tissé jusqu’au matin. Le thé est froid.

Située dans un magnifique parc arboré, la résidence Les Nymphes de la Mer offre un cadre de vie unique et exceptionnel à proximité du cœur de ville. Le programme immobilier me rasera les souvenirs.

On ne parle pas de corde. Dans la maison d’une pendue flotte un sachet. Dans la maison d’une pendue coule un drapeau. Ma tasse est verte, et je te veux verte. Tu prendras du thé ? Les feuilles séchées sont suspendues à un fil.

Le corps salé agite ses pieds, deux poissons sur le pont. Là-haut, on entend un piano. La corde vibre, gibet nocturne à l’heure du thé.

 

 ANTROPOMETRÍA

 

Al borde de la barandilla, azul. Mi corazón se estaba escamando como un pescado. Estaba respirando rocío del mar y pensamientos azules. Mis dientes aplastan la roca. ¿Estar frente al vacío o frente al lleno? Revolcarme en el azul. Un océano de azul. Mi cuerpo en el azul. Mi pelo en el azul. Mi cuerpo, mis pechos, mis pelos en el azul. Y volver con las manos vacías e imprimir el mundo de vacío azul.


ANTHROPOMÈTRIE

 

Au bord de la rambarde, du bleu. Mon cœur s’écaillait comme un poisson. Je respirais des embruns et des idées bleues. Mes dents broyer le rocher. Être face au vide ou face au plein ? Me vautrer dans le bleu. Un océan de bleu. Mon corps dans le bleu. Mes cheveux dans le bleu. Mon corps, mes seins, mes poils dans le bleu. Puis je retourne bredouille imprimer le monde de plein de vide bleu.


Biografía

 Katia-Sofía Hakim (Bayona, 1988) es una poeta, traductora y musicóloga francesa de origen libanés. Es miembro del comité de redacción de Place de la Sorbonne, revista internacional de poesía editada por Sorbonne Université Presses (SUP). También trabaja como curadora para la plataforma cultural Ablucionistas (México). Imparte clases en París, en la Facultad de Letras de Sorbonne Université. En sus textos, Katia-Sofía Hakim reivindica “un poco de brutalidad en un mundo de poesía”. Para el poeta y crítico Olivier Barbarant, “el horror del mundo, la banalidad cotidiana del mal han encontrado con esta joven poeta su lenguaje” (in Europe n°1085-1086, 2019).

 

Fuente: Nueva York Poetry Review


 

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