Sin autor, de la red
En
el día de la madre un poema de Myriam Montoya dedicado a la exuberancia de la
selva: Madreselva.
Myriam Montoya, leyendo su poema: Madreselva
Lectura
de poemas en el 10° Festival Internacional de Poesía de Medellín, en el Cerro
Nutibara, Teatro Carlos Vieco, en junio de 2000.
Madreselva
La
madre era la entraña
floración
irrumpiendo la oscuridad
árbol
de la sandia y el mortiño
pinzones
sapotes aureolas y naranjas
senos
manzanas, nalgas victorias
hombros
marañones
bajo
los pies carnosos tubérculos
todo
venía de la madre
la
belleza y la melancolía
mezclados
en su sombra
el
almendro, la selva y el chaman
riscando
cadejos de melenas
orquídeas
recién nacidas
en
las verrugas de los sarros
cuernos
vegetales adornados de narcisos, begonias y crisantemos
entre
las lianas de sus cabellos
cascadas
de tamarindos y guayabas
en
las axilas rosas y margaritas
en
las inglés violetas
niños
enredados en las piernas cañaverales
hormigas,
mariposas y pájaros
el
panal destilando néctares
entre
tus hijos y la serpiente, el renacuajo y la salamandra
peces
voladores suspendidos para mirarte
anhelando
tu regazo, el tistis, el mono y el perico ligero
las
fieras guardando sus garras como oráculos que te protegen
cual
alimaña no desea escuchar tu canto
cual
bestia, no se apacigua en tu silencio o con tus murmullos
tu
desnuda, todos desnudos.
Precioso. ¡Cuántas imágenes! Un río de evocaciones.
ResponderEliminarSaludos.
Pilar,
ResponderEliminarSí es precioso.
Un abrazo