Imagen de Sonya Jach
Indicios para lo humano
hemos
sido arrojados
al
cemento
a
las aceras bulliciosas
de
las ciudades
al
destello amorfo de lo reluciente
a
la inclemencia
de
sus muros
y
la palabra se ha hecho humo
bajo
la puntuación del alfabeto
de
la indiferencia
llueve
desde lo alto
no
hay techo suficiente
para
el aguacero
del
desamparo
ni
jarra sólida para la sed
de
tanta incertidumbre
merodeamos
en círculo
con
la lección aprendida
la
mascara impecable
para
la función
sabiendo
de antemano
la
inclemencia
en
los bordes está la pulsación
el
instinto
el
brote clandestino
para
la insurrección
del
asombro
en
los matices
el
humus y la floración
de
lo posible
no
hay vuelta atrás
ni
senda paralela
que
nos devuelva
al
principio
tan
sólo indicios
en
los rastros mudos
de
barro
tanteando
alguna luz.
Mis Poemas: María Germaná Matta
Pues vayamos hacía los bordes, al instinto, y al asombro.
ResponderEliminarComo siempre, hermoso, María
Un beso
Un poema fantástico, María, donde la palabra nos permite descender a las profundidades de la vida...
ResponderEliminarUn abrazo
Ana
Gracias Carmela por acompañarme.
ResponderEliminarUn abrazo
Ana, muchas gracias por leerme con cariño.
ResponderEliminarUn abrazo
Maravilloso. De nuevo he vuelto sobre este fantástico poema.
ResponderEliminarUn beso muy grande, María
Ana