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lunes, 16 de septiembre de 2013

Wendy Guerra poemas

Foto Bodgan Grigore


VÉRTIGO SOBRE EL NIÁGARA

No es la primera vez que enderezo Pisa     la altiva torre
      falsamente inclinada
Ella pretende ahogarme y no me lo permito
Recupero el aliento y la hago recta
Con mi punto de mira la centro al interior del
     Cuerpo       Caperuza de fe que me resguarda
Aún conservo intacta esa estructura      somos las mismas to-
      rres que declinan
Si te acuestas en la hierba húmeda nos verás seductoras cim-
     rrear en las fotos movidas
Es semana santa      todos corren en bicicletas doradas sobre
      mi espalda
Pedalean y cantan en mi auxilio
Salvan a la niña violeta del peligro gris metas        gris
    cruel      gris borrón inexplorado
Quiero conocer el mundo antes de conocer mis hijos
Ignoro si las evaporaciones sobre el Niágara sen apropiadas
       Para una mujer con vértigo
El Niágara es     cuando menso, un precipicio profético
Pissa vuelve a su sitio Me obedece
Su columna vertebral integra mi equilibrio
El vértigo es un ejercicio inigualable para volver al centro
El Niágara        la cita del viajero que extraña las palmas
     rectas       sus torres
Sus abismos estrellados tan altos e imposibles.

SALMO PENINSULAR

Marenostrum
tú que llegas hasta donde el límite no puede besar
que haces de los peces el alimento más puro de los hombres
tú que sostienes los barcos y los mundos
que ofrendas santos a la suavidad violenta del viento como
     milagros de fe
que separas y distancias     aíslas y alejas      postergas y fugas
¡Ay Marenostrum!
Así como tienes esa fuerza en mi pasado
rompe el cristal del agua y hazlo emerger curando mi presente 
       atormentado
sin miedo Marenostrum a las olas quebrantadas
y con la seguridad del Mesías sobre el agua     avanza a 
protege su entrada misteriosa en mi bahía de bolsa
como entra el río en los ojos de sus hijos
como entra su boca en mi pequeña boca de sal y arena cerni- 
      da de dolor
Marenostrum plataforma insular     hazlo hacer ruta del
    bien
paso de sangre azul por mi país disperso    mi paraíso
     herido     mi aguafuerte
haz de mi cuerpo un puente de vidrio que traiga a casa a las 
       criaturas disipadas
alúmbrales sus pies    sus rumbos     sus pisadas
si fueron mis amigos no los conviertas jamás en mis
     enemigos      déjalos llegar
y navégales en mi mar sin juzgar la comunión de nuestros 
       cuerpos distanciados
que el destino de sus piernas y el placer de sus ojos sobre
    el valle
sea bendecido por tu azul
Marenostrum
hazlos volver y no le cierres la puerta común que hoy está
     lacrada
para que sea por fin divino el placer de lo que no es sólo nuestro
para que seas mar      hombre y mujer     en la justa
humedad de nuestros cuerpos
para que sea tuya la playa y sus contornos
para que recobre sentido la ruta de los peces en su territorio 
       usurpado
para que estemos juntos como siempre ya para siempre
Amén.

De: Ropa interior 2009

Biografía
Wendy Guerra nació en La Habana, Cuba en 1970. Escritora. Diplomada en dirección de cine, radio y televisión.
Ha publicado las novelas: Todos se van (2006), Nunca fui primera dama (2008) y Posar desnuda en La Habana. Anaïs Nin en Cuba (2010); los libros de cuentos: Mercí Moscú (2007), Absolut Wendy (2008) o Blumers (2011); y los poemarios: Una jaula en el cuerpo (2011), Ropa interior (2009), Cabeza rapada (1993) y Platea a oscuras (1987), entre otros.
Ganadora del Premio Bruguera 2006 con su obra Todos se van, novela seleccionada por la crítica en el diario El País como uno de los mejores libros publicados en 2006. Premio Carbet des Lycéens 2009, en 2010 fue nombrada Chevalier de la Orden de las Artes y las Letras de Francia.

Fuente: Casa de Luciérnagas - Antología de poetas hispanoamericanas de hoy - Mario Campaña - Editorial Bruguera 2007


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