*Foto de Carmela
EL CUARTO DE LOS RECUERDOS
Un
halo de luz desnudo
el
espejo cubierto de polvo
En
octubre los jardines están expuestos
a
la intemperie que los acecha
Las
sonrisas y el té están servidos
en
mesas que no ocupo
Las
mujeres se alborotan, gallinas locas
los
hombres regresaron del trabajo
y
van a sus asuntos
Las
mujeres tejen, escriben cartas
agitadas
libélulas mecánicas
Un
hilo de seda recorre los templos
sumergidos
Entré
con pies descalzos a casa de mi madre
para
ver los rostros que la muerte cubre
Decían
Bahía Blanca y silbaban todos los vientos
en
un puerto de escarchas
Brotan
las hierbas centauras
en
las extraviadas venas de los ríos.
(de la red)
NATURALEZA INMÓVIL
I
Un
tiempo que hilan las mujeres
antiguo
como la sal, la piedra, la serpiente
Tiempo
que abre la puerta al teatro oscuro
con
su complejo diagrama de muertos y de vivos
Convergiendo
los hilos del futuro, del pasado
preparando
ansiosas en la noche
la
trama del mundo, la vida urdida
calculando
el punto
ascendiendo
y descendiendo
La
experiencia y el sentido
olvidando
los tapices
Polvo
de las cunas vacías
Extraña
verticalidad
hilvan
en este tejido de palabras
enumeraciones
minuciosas
suerte
de confecciones hacia dentro
Cuando
el tiempo se detiene
Cuando
la aguja detiene su ritmo
y
cada sombra toma posesión del cuarto
Concentración
religiosa de la pequeña araña
que
crea un nudo invisible en su lienzo
hecho
de un río de venitas transparentes
Balanceándose
como trapecista
Final
del principio
Principio
del final
Las causas coincidiendo
por
errantes laberintos.
II
Orfeo
en el sueño
me
miraste a los ojos
Y
caí roída las manos desprovistas
Antes
de llegar al último vértice
Me
hiciste despertar
a
esta muerte de nosotros
III
Era
la derrota de un signo, era la puesta en escena
de
un crimen. Hamlet se sirvió de una rata para
acabar
con la vida de Polonio. El viento frío de diciembre
a
orillas del Sena no detenía tu monólogo de oscuridades
Miraba
los residuos nublada de llanto. No me pertenecía
otra
cosa, más que el dolor, incluso el tuyo que negabas,
se
adhería a mi cuerpo como algas a la piedra
Decías
estar en paz, ser olvido.
Me
detuve en el vuelo inexacto de un cuervo
que
miraba indiferente desde un barco.
Biografía
Vivian
Lofiego (Buenos Aires, 1964). Publicó en poesía: Obsidianas de la noche (1997);
El árbol de Ariel (1999); Flor de letal (1999) y Naturaleza inmóvil (2003).
Tradujo a Silvia Baron Supervielle, Bernard Nöel y André Velter. La editorial
L'Atelier de brissants publicó en el 2005
su libro Pierre d'infini con prefacio de Bernard Nöel. También, ganó el
concurso Julio Cortázar de cuento en España. Actualmente, radica en París y
prepara la puesta en escena de su obra Ifigenia deus ex-machina.
Fuente: Sol Negro
* Foto
Me han encantado estos poemas. No conocía a la autora, ni su trabajo. son una delicia. Me gustan sus metáforas llenas de imaginación y conocimiento de la vida cotidiana de las mujeres. Un saludo. Muchas gracias por compartir.
ResponderEliminarSobre todo, el segundo poema me encanta. Como dice Lumy, sus metáforas son maravillosas. ¿Cuanta poesía tan hermosa existe?, gracias por acercarnos poetas y poemas que escaparían de mi vista, ;-)
ResponderEliminarUn beso, María
María:
ResponderEliminarBellísimos poemas...No conocía a estar autora y realmente merece la pena leerla...
Besos
Ana
Huy, te escribí el comentario y no salió... Buen, te decía que me encantó la poesía de Vivian Lofiego, tiene una delicadeza muy fina y detallada para expresar aquello que le baila en el alma... Te dejo un abrazo y un gusto pasar por este rincón tan nutrido de buenas letras... :)
ResponderEliminarLumy, Carmela, Ana, Amanda:
ResponderEliminarMe alegro que les guste la poesía de Vivian Lofiego, para mi también ha sido un descubrimiento. Y como dicen Lumy y Carmela tiene unas metáforas muy ricas.
Un fuerte abrazo