miércoles, 23 de marzo de 2011

Mis poemas: Intuición

Edvard Munch - La voz


Intuición


Hay ecos

que murmuran suspiros

y transportan manantiales

por las cavernas obstruidas

de la ficción.

Telarañas

como fugas de luz

para vislumbrar

sueños

en la curvatura de la noche.

Abrazos

que traspiran

 silencios

e intuyen su penumbra

a lo lejos.

María Germaná Matta, a 21 de marzo de 2011

sábado, 19 de marzo de 2011

The Debutante - La debutante - Leonora Carrington



Datos del video:
A reluctant society girl sends a hyena to the ball in her stead. From the story by Leonora Carrington 1939
A film by Ric Warren
w/ Peggy Metzger & Wendy Williams
Cinematography by Veva Edelson
Make-up FX by Ophelia Necro & Jen Lockwood
co-starring Marsha & Sam
Filmed in Trinidad, Ca.
1994
16mm / Sound/ Digital

La debutante
Leonora Carrington



En la época que fui debutante, solía ir a menudo al parque zoológico. Iba tan a menudo que conocía más a los animales que a las chicas de mi edad. Era porque quería huir del mundo, por lo que me hallaba a diario en el zoológico. El animal que mejor llegué a conocer fue una hiena joven. Ella me conocía a mí también. Era muy inteligente. Le enseñé a hablar francés y a cambio ella me enseñó su lenguaje. Así pasamos muchas horas agradables.
Mi madre había organizado un baile en mi honor para el primero de mayo. ¡Lo qué sufrí durante noches enteras! Siempre he aborrecido los bailes; sobre todo los que se daban en mi honor.
La mañana del uno de mayo de 1934, fui muy temprano a visitar a la hiena.
—¡Qué asco! —le dije—. Esta noche me toca asistir a mi baile.
—Tienes suerte —dijo ella—; a mí me encantaría ir. No sé bailar, pero en cambio sabría mantener una conversación.
—Habrá muchas cosas de comer —dije—. He visto llegar a casa carros repletos de comida.
—Y aún te quejas —replicó la hiena con desaliento—. Mírame a mí: yo sólo como una vez al día, y me tienen jeringada con tanta bazofia.
Se me ocurrió una idea audaz; estuve a punto de echarme a reír.
—No tienes más que ir en mi lugar.
—No nos parecemos lo bastante; si no, con gusto iría —dijo la hiena un poco triste.
—-Escucha —dije—, con las luces de la noche no se ve muy bien. Con que te disfraces un poco, nadie se fijará en ti en medio de la multitud. Además, tenemos casi la misma estatura. Eres mi única amiga; anda, hazlo por mí. Por favor.
Se puso a pensar en esta posibilidad. Comprendí que estaba deseosa de aceptar.
—De acuerdo —dijo de repente.
No había muchos guardianes cerca, dado lo temprano de la hora. Abrí rápidamente la jaula, y en un instante estuvimos en la calle. Llamé un taxi. En casa, todo el mundo estaba aún en la cama. Una vez en mi cuarto, saqué el vestido que debía ponerme por la noche. Era un poco largo, y la hiena andaba con dificultad con mis zapatos de tacón alto. Encontré unos guantes con que ocultarle las manos, demasiado peludas para parecerse a las mías. Cuando el sol iluminó mi habitación, la hiena dio varias vueltas alrededor, andando más o menos derecha. Estábamos tan ocupadas que mi madre, que entró a darme los buenos días, estuvo a punto de abrir la puerta antes de que la hiena se escondiera debajo de la cama.
—Esta habitación huele mal —dijo mi madre, abriendo la ventana—; antes de esta noche date un baño con mis nuevas sales.
—Por supuesto —le dije.
No se entretuvo mucho. Creo que el olor era demasiado fuerte para ella.
—No te retrases para el desayuno —dijo al irse.
Lo más difícil fue encontrar un disfraz para la cara de la hiena. Estuvimos buscando horas y horas: rechazaba todas mis sugerencias. Por fin dijo:
—Creo que he encontrado la solución. ¿Tenéis criada?
—Sí —dije, perpleja.
—Pues verás: vas a llamar a la criada; cuanto entre, nos lanzamos sobre ella y le arrancamos la cara; llevaré su cara esta noche en lugar de la mía.
—No lo veo muy práctico —dije yo—. Probablemente se morirá en cuanto pierda la cara: alguien encontrará su cadáver, y nos meterán en la cárcel.
—Tengo la suficiente hambre como para comérmela —replicó la hiena.
—¿Y los huesos?
—También —dijo—. ¿Te parece bien?
—Sólo si me prometes matarla antes de arrancarle la cara. Si no, le va a doler demasiado.
—Bueno, eso me da igual.
Llamé a Marie, la criada, no sin cierto nerviosismo. Desde luego, no lo habría hecho si no odiara tanto los bailes. Cuando entró Marie, me volví de cara a la pared para no verlo. Debo reconocer que no tardó nada. Un breve grito, y se acabó. Mientras la hiena comía, estuve mirando por la ventana. Unos minutos después, dijo.
—Ya no puedo más; aún me quedan los pies, pero si tienes una bolsa, me los comeré más tarde, a lo largo del día.
—En el armario encontrarás una bolsa bordada con flores de lis. Saca los pañuelos que tiene y quédatela.
Hizo lo que le había indicado. A continuación, dijo:
—Date la vuelta ahora y mira qué guapa estoy.
Delante del espejo, la hiena se admiraba con el rostro de Marie. Se lo había comido todo cuidadosamente hasta el borde de la cara, de forma que quedaba justo lo que le hacía falta.
—Es verdad —dije—; lo has hecho muy bien.
Hacia el atardecer, cuando la hiena estuvo completamente vestida, declaró:
—Me siento en plena forma. Me da la impresión de que voy a tener un gran éxito esta noche.
Después de oír un rato la música de abajo, le dije:
—Ve ahora, y recuerda que no debes ponerte junto a mi madre: seguramente se daría cuenta de que no soy yo. Aparte de ella, no conozco a nadie. Buena suerte —le di un beso para despedirla, aunque exhalaba un olor muy fuerte.
Se había hecho de noche. Cansada por las emociones del día, cogí un libro y me senté junto a la ventana, entregándome a al paz y el descanso. Recuerdo que estaba leyendo Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift. Al cabo de una hora, quizá, surgió el primer signo de inquietud. Un murciélago entró por la ventana profiriendo grititos. Los murciélagos me dan un miedo espantoso. Me escondí detrás de una silla, castañeteándome los dientes. Apenas me había arrodillado, cuando un gran ruido procedente de la puerta sofocó el batir de alas. Entró mi madre, pálida de furia.
—Acabábamos de sentarnos a la mesa —dijo—, cuando el ser ese que ha ocupado tu sitio se ha levantado gritando: “Con que mi olor es un poco fuerte, ¿eh? Pues no como pasteles.” A continuación se ha arrancado la cara y se la ha comido. Después ha dado un gran salto y ha desaparecido por la ventana.

jueves, 10 de marzo de 2011

WOMEN WITHOUT MEN - Trailer subtitulado en español

Woman without men de Shirin Neshat


Nota: Por si desaparece os dejo el link:

http://www.youtube.com/watch?v=BOglVMA9OAA

Estamos en el Irán de 1953, el país vive convulsionado por un golpe de estado provocado por la alarma de nacionalización de los campos de petróleo, británicos y americanos preparan un golpe contra el primer ministro Mohammad Mossadegh y restablecen al Sha.
La película es una adaptación de la novela del mismo nombre “Mujeres sin Hombres” de la novelista iraní Shahrnush Parsipur.
Dentro de este universo convulso vemos la historia de cuatro mujeres, de vidas y preocupaciones muy distintas.
Munis está paralizada hipnotizada por la radio y todo lo que afuera ocurre, su país bulle y ella también se revuelta desde su único nexo con el exterior la radio. Su hermano la sorprende y la reprime:
“No me escuchas, no me escuchas. Te he conseguido un pretendiente, vendrá esta noche para cenar. Prepara la cena y deja esa radio.”
Ella sigue ahí, él no existe, entonces le arranca los cables a la radio.
Su amiga Faezeh llega a visitarla, vive enamorada de su hermano, el mundo le es indiferente.
Munis pone sobre sus hombros ese manto negro que envuelve a las mujeres como a sombras. Munis quiere acompañar a su amiga a su casa. El hermano le arranca el manto negro y dice que será él quien acompañe a Faezeh.
Munis sube a la azotea contempla los techos de su ciudad desde lo alto, un cielo despejado y limpio, inmensamente azul de nubes blancas envolventes tan cerca como un cosmos de libertad. El rezo de los hombres asciende como un canto sagrado y ensordecedor. Ella asoma su rostro desde lo alto y se precipita al vacio. El manto negro se estrella contra el pavimento, mientras el cuerpo de Munis se desliza lentamente. Su rostro está sereno, el rezo de los hombres se desvanece, ella ahora siente, se siente. Su cuerpo sigue deslizando su figura de pájaro que planea en busca de un refugio. Su voz es el eco de sus pensamientos que hablan de libertad. Mientras desciende, un arroyuelo la conduce hacia un jardín.
Zarin es una prostituta ahogada entre el dilema de la religión y el tabú sexual. Los hombres que la rodean han perdido el rostro, necesita salvarse y en su huída también acudirá a ese jardín apacible, sin tiempo donde el alma se puede reconciliar consigo misma.
Faezeh mientras intenta conseguir el amor del hermano de Munis es violada y también necesita huir y lo hace de la mano de Munis, ahora convertida en alma, ésta la conduce al idílico jardín donde podrá reencontrar la paz.
La cuarta mujer es Farih, una mujer madura, exhausta de vivir en un matrimonio sin amor. En el pasado fue una mujer que escribía poesía e interpretaba música, ella aún alberga el deseo de transformación, un antiguo pretendiente la impulsará a buscar ese cambio. Y así decide mudarse a una finca aislada rodeada de un idílico jardín convertido en refugio donde las mujeres se encontrarán y se darán apoyo.
El momento político y lo convulso de Irán retratado desde una sutil visión respetando la historia iraní de ese momento. La película está narrada desde la poesía de las imágenes, con la dulzura de la esperanza que todos los seres humanos albergamos en nuestro interior. La búsqueda de la liberación individual de cada uno de estos cuatro personajes femeninos.

Por: María Germaná Matta




Título original: Women without men
Dirigida por: SHIRIN NESHAT
Nacionalidad: Alemania, Austria, Francia
Año: 2009
Reparto: Shabnam Toloui, Pegah Ferydoni, Arita Shahrzad, Olsolya Tóth, Mehdi Moinzadeh
Premios: León de Plata Mejor Director. Festival Internacional de Cine de Venecia 2009.

lunes, 7 de marzo de 2011

Shirin Neshat's Turbulent



Sinopsis
Este trabajo pertenece a la fotógrafa y cineasta Shirin Neshat, "Turbulent" fue realizado en 1998.
Se instalaron dos pantallas y dos cantantes (Shoja Azari interprete masculino y la vocalista y compositora Sussan Deyhim interprete femenina). Así se crea una poderosa metáfora musical con la complejidad de genero; jugando con ambos roles y el poder cultural, con la estructura de la música antigua Persa y la poesía.
Un trabajo que no deja indifente, la mujer en Irán tiene prohibido cantar.

Nota mía
Este vídeo nos sorprende, existe una metáfora entre ambas pantallas; dos cantes, un hombre y una mujer. Primero, canta él, Shoja Azari, frente a un auditorio con público, la música es sublime, la música y su voz nos transportan a un mundo de conmovedora belleza. 
Luego viene Sussan Deyhim, la cantante, ella está sola frente a un auditorio vacío,  su voz es más que un canto, la angustia de un silencio acunado en su corazón; son los gritos de una voz que no tiene quien la escuche, luego se le une un coro de mujeres, más voces que nos hipnotizan dejándonos la piel fría, son los gritos de las mujeres silenciadas. 

sábado, 5 de marzo de 2011

PAVANA - Olga Orozco y Maurice Ravel.flv


Vídeo poema: Olga  Orozco y Maurice Ravel - Pavana para una infanta difunta

Pavana para una infanta difunta 
Para Alejandra Pizarnik

Pequeña centinela,
caes una vez más por la ranura de la noche
sin más armas que los ojos abiertos y el terror
contra los invasores insolubles en el papel en blanco.
Ellos eran legión.
Legión encarnizada era su nombre
y se multiplicaban a medida que tú te destejías hasta el último hilván,
arrinconándote contra las telarañas voraces de la nada.
El que cierra los ojos se convierte en morada de todo el universo.
El que los abre traza las fronteras y permanece a la intemperie.
El que pisa la raya no encuentra su lugar.
Insomnios como túneles para probar la inconsistencia de toda realidad;
noches y noches perforadas por una sola bala que te incrusta en lo oscuro,
y el mismo ensayo de reconocerte al despertar en la memoria de la muerte:
esa perversa tentación,
ese ángel adorable con hocico de cerdo.
¿Quién habló de conjuros para contrarrestar la herida del propio nacimiento?
¿Quién habló de sobornos para los emisarios del propio porvenir?
Sólo había un jardín: en el fondo de todo hay un jardín
donde se abre la flor azul del sueño de Novalis.
Flor cruel, flor vampira,
más alevosa que la trampa oculta en la felpa del muro
y que jamás se alcanza sin dejar la cabeza o el resto de la sangre en el umbral.
Pero tú te inclinabas igual para cortarla donde no hacías pie,
abismos hacia adentro.
Intentabas trocarla por la criatura hambrienta que te deshabitaba.
Erigías pequeños castillos devoradores en su honor;
te vestías de plumas desprendidas de la hoguera de todo posible paraíso;
amaestrabas animalitos peligrosos para roer los puentes de la salvación;
te perdías igual que la mendiga en el delirio de los lobos;
te probabas lenguajes como ácidos, como tentáculos,
como lazos en manos del estrangulador.
¡Ah los estragos de la poesía cortándote las venas con el filo del alba,
y esos labios exangües sorbiendo los venenos de la inanidad de la palabra!
Y de pronto no hay más.
Se rompieron los frascos.
Se astillaron las luces y los lápices.
Se desgarró el papel con la desgarradura que te desliza en otro laberinto.
Todas las puertas son para salir.
Ya todo es el revés de los espejos.
Pequeña pasajera,
sola con tu alcancía de visiones
y el mismo insoportable desamparo debajo de los pies:
sin duda estás clamando por pasar con tus voces de ahogada,
sin duda te detiene tu propia inmensa sombra que aún te sobrevuela en busca de otra,
o tiemblas frente a un insecto que cubre con sus membranas todo el caos,
o te amedrenta el mar que cabe desde tu lado en esta lágrima.
Pero otra vez te digo,
ahora que el silencio te envuelve por dos veces en sus alas como un manto:
en el fondo de todo jardín hay un jardín.
Ahí está tu jardín,

Talita cumi.

Olga Orozco

miércoles, 2 de marzo de 2011

My point of view de Vidal Muñoz



Poético y sutil video de Vidal Muñoz.

Más información del artista:
http://www.flickr.com/photos/lugosi/
http://www.myspace.com/vidalmaz