Diana Vallejo, tres poemas
Foto de Andrea Kowch
Noches polos
Hay noches como
botones grandes…
cerrando los sacos
Con la gente en
las almohadas de los cielos
Y las plumas
dispersas de los sueños.
Noches paraguas…
tremendos
aguaceros destilando de las almas
ríos bravos de
secretos y dolores omitidos.
arrecian, son
tormentas silenciosas.
Hay cielos de
párpados caídos
ventanas abriendo
de par en par la libertad,
Hay despedidas que
cierran las puertas del balcón
y el corazón es
una carta leída y olvidada
un beso en el aire
una gotita de
sangre derramada.
Noches … polo
que nos cambian la
vida.
El norte tiene
personalidad múltiple
y el sol que no acaece
Murmura a las
ramas que se queden quietas y lo sostengan.
destroza, aquellas
fibras oscuras
y la luna pierde
sus pareos…
Entonces… la multitud abre los ojos, turbulenta… despierta…
Foto de Andrea Kowch
El lunes, nido de gato
El lunes tiene una
lengua de sapo
una uña de gato en
la ventana,
un pintalabios
para el sol en SPF 15
me quita los
aritos de los ojos
me plaga de dudas
y la silla se convierte en un canapé sin sal
en cómplice del
sedentario mundo.
El lunes, tiendo
la tienda de mis encandiles
Queda puesta,
muestro un poco de cariños
turbia entre los
miedos,
quizás vea a Tibúl
haciendo malabares en el tendido eléctrico,
o al perro verde
del espacio andar como si nada, hablando por el cel…
Es lunes, y mi
corazón se aburre
sin poder evitar
que le crezca musgo a la esperanza,
a tus amores sin
filtro.
Besos y adiós
lunes de mis amores,
me voy con mi
caña,
A pescar mi alma
de nuevo para este cuerpo de humanos…
Oswaldo Guayasamin
Los viejos
A los viejos…los
hombres que van quedando
con su cuerpo
lento, con su barco inerte
a los hombres que
van quedándose en el viento con la mente
los pescadores de
alientos
esos…
se llevan sus
redes al silencio.
Se suben, se bajan
de sus buses
se bajan como
dioses blancos
como aves negras
y vuelan entre las
butacas
entre las
cascabeles de los marinos.
Usan un bastón,
un bastón de
espadas
guerrero de las
cartas
en éste
pendenciero mundo de la nada.
A esos, a quiénes
hartan los transeúntes
suben temerosos a
la esquina del olvido
suben temerosos a
los bancos del silencio
despaciosos,
omniscientes, extinguiéndose en la muerte
arremansan calma
tirándose los
cuerpos desde el vientre.
A las viejas que
estallan en las risas de rumores
a las viejas que
como alcancías se despliegan
en colores, en
ventanas, en siluetas
a las viejas que
con cantos festejan el llanto viudo
y a las otras que
encienden velas en su palco
por un hombre ido,
por un hijo muerto
les doy un beso en
la frente.
A los hombres
viejos que van quedando
en el pasto de la
muerte
les doy un beso en
la frente,
ésta mi testa.
Al beso errante
que se esconde en la butaca
con un par de
zarcillos luminosos
que no se prenden
en los ojos
por ser recuerdo,
por ser memoria
por ser una vena
erecta,
una vieja en la
carne, una mujer amada
una vieja que se
mete apacible en su ventana
les doy un beso en
la frente, mi frente.
A esas viejas que
como fractura
se comen a
galletas
el brote de los
hombres
que cae en sus
melenas
les doy un beso en
la frente, mi frente.
Esos viejos
con la muerte como
almohada
que susurra en sus
oídos
una canción de
cuna
una canción de
amor
van apretándose la
vida
en esos guantes
calcáreos
de calcio y de
dolor.
Biografía
Diana
Vallejo nació en Tegucigalpa - Honduras. Poeta y escritora, conocida
por su lucha por los derechos humanos en Honduras después del golpe de estado
de 2009. Es miembro fundador de la Asociación Nacional de Escritoras de
Honduras (ANDEH) y sus obras son publicadas por la editorial Pez Dulce en
Honduras, en varias antologías nacionales e internacionales y revistas
digitales.
Actualmente
es refugiada en Jönköping, Suecia, como escritora de la organización ICORN.
Fuente: Lyrikline