Traducción de Natalia Litvinova, actualmente se encuentra traduciendo a esta poeta
rusa. Los tres poemas citados fueron
extraídos de su blog: http://animalesenbruto.blogspot.com.es/
Biografía
Poeta
rusa, nació en Petersburgo en 1869 - 1905, murió con apenas 36 años.
Y todas las criaturas
vivientes, a las que alguna vez
les perteneció el bosque,
yazcan allí en la seca ceniza.
La caparazón de un
caracol, a medio quemar,
una víbora de cascabel,
enroscada, sus carnes
devoradas por las llamas.
Un escorpión y toda su
prole resecos como
si hubieran sido
aplastados con fuerza contra el suelo.
Y los animales que una vez
corrieron libres
en la jungla, en la selva,
están todos muertos.
Sí, ¿ quién se atreverá a llorar la muerte de los
animales
cuando los humanos todavía están pereciendo, quemados,
enterrados vivos, puestos
frente al paredón para el verdugo,
que es nuestro señor de la
guerra ?
¿ Dónde están todos
mientras la kwashiorkor* se lleva
uno por uno a nuestros niños de la guerra ?
Nuestro señor de la guerra
nos dice que no podemos
lamentarnos o llorar
o elevar un canto fúnebre
o vestir nuestras lappas*
negras o enterrar a los muertos
o enviar una carta al
extranjero para contarles
a aquellos que no saben
nada acerca de nuestros muertos.
Hoy cuando el sol entre en
la cocina
a través de la puerta o la
ventana, debemos
atrapar su sombra, sus rayos, debemos encerrar al sol,
en una caja, una caja de
acero y ponerle candado.
Así mañana ya no habrá luz
de sol para el mundo. Mañana.
Ya no habrá luz de sol.
Mañana.
*Kawashiorkor: enfermedad
producida por la falta de proteínas en la dieta.
Síntomas: estomagos
inflados, hinchados.
*Lappas: Vestidos de
mujer.
Traducción de Esteban Moore
EN EL COMIENZO
En el comienzo de todo,
había mujeres, y todas las cosas
reptantes y no reptantes,
eran buenas.
Eso fue antes de que el
tiempo pudiera reconocer la luz del día de la noche.
cuando los hombres podían
hablar las lenguas de las mujeres; antes
de que el cielo se hiciera
azul y decidiera rolar, espumando, como
un gran vaso de fresco
vino de palma. Antes de que los océanos aprendieran
a elevarse y caer, antes
de que los ríos fueran llamados ríos.
Antes de que nombraran al
río Cavalla, por la caballa,
por los peces o a los
peces por el pueblo, o el pueblo fuera bautizado
en honor del río. Antes de que Cabo Palmas, de donde
vengo,
se transformara en Cabo
Palmas, antes incluso de que existiera un cabo
o palmeras. Antes de que
el Cabo Palmas comenzara a procrear
palmeras que brotaron con
ancas gruesas y comenzaron
a elevarse, y el cocotero hembra aprendió a ser la
hermana de la
palmera que da nueces y
ésta del bambú y la palmera
bambú fue hermana de la palmera de grandes hojas; o cuando su
abuelo
les creó parentescos de
sangre, o parentescos de paja o parentescos
de bambú, o parentescos de
repollo, o parentescos de largas
hojas delgadas, o lo que
sea que hace que las confundan con un par
de hermanas gemelas. Pero,
la caña de bambú sabe cómo pincharme
el dedo cuando la toco con
un furioso corazón; la palmera
pinchará suavemente,
mientras el cocotero permanece en su altura.
Pechos de coco colgando de
su torso, o cabeza, o de lo que fuera,
Sí y el modo en que el bosquecillo de bambú nos
pinchaba
los dedos de los pies
cuando Mudi y yo vagábamos en su pantanoso
territorio. Eso ocurrió
antes del tiempo en que las mujeres decidieran
nacer niños, a pesar de
que los hombres sabían cómo, o antes
de que los hombres
comenzaran a presumir sobre la cantidad de hijos
que tenían y de la
cantidad de varones, contándolos con los dedos.
Iyeeh dice que los hombres en ese tiempo realmente
procreaban niños
y las mujeres presumían de
ser los padres de los bebés
y los niños corrían a
refugiarse junto a sus padres como
en la actualidad lo hacen
con sus madres cuando un padre los llama
para castigarlos con un
látigo. Eso fue mucho antes de que el camino
de los automóviles
destruyera el nogal gigante, el roble, partiendo
los pueblos y los bosques, transformándolos en
rutas, y los árboles
de caucho surgieron allí
donde estaban los bosques, y el café
se transformó en un árbol,
convirtiéndose en primo hermano del cacao,
y las nueces de palma
viajaron a la ciudad para ser convertidas en monedas.
Sorpresivamente, a
nosotras las niñas nos crecieron alas como al pájaro de la pimienta,
No, no, como al águila, o
como a los aviones jet, y podíamos volar o saltar
a la caja de un camión que
se dirigía hacia la ciudad donde el alumbrado público
no puede distinguir al
aldeano del habitante de la ciudad, donde un hombre
no puede distinguir a su
esposa de su amante; los hijos de su hogar de sus
hijos fuera del hogar;
donde todos han entregado su corazón a los bares
y las luces bamboleantes,
y las personas pelean en las esquinas;
y luego de todo eso, yo y
las niñas del mundo aprendimos
a correr salvajes, igual
que flores silvestres, no, no, salvajes como hombres.
Todas las mujeres del
mundo transformándose simplemente en hombres.
Traducción de Esteban Moore
DE VUELTA A CASA
Después de la lluvia, ese
primer resplandor de sol, como
un nuevo amante, y parece
que el mundo
ha empezado de nuevo en toda su
extensión.
Desde la colina,
yo acostumbraba estirar mis
rodillas
en la escalera de la
entrada posterior para mirar la niebla
cabalgar encima de las
ciénagas o las ciénagas encima
del río o la pobreza de la
gente
encima de los ladrones,
despojándonos de esta tierra.
En la ciudad, el mundo
entero ha enviado
sus mensajeros a ayudar a
los nuevos ricos
a tragarse la tierra
en medio de nuestros pies.
Los pobres se quejan. La
tierra se queja.
Desde la tierra, la niebla
se alza del suelo
sangriento, se levanta de
los montones de esqueletos,
y las gentes
en su sempiterna pobreza,
vuelven de la guerra,
donde algunos de ellos
perdieron sus piernas y
brazos y corazones y esperanza.
Las gentes han regresado,
más pobres que la hormiga
roja.
Traducción de Rafael Patiño Góez
Lectura en el Festival de
Poesía de Medellín
Biografía
Patricia Jabbeh Wesley, nació
en Liberia, 1955. Poeta, ensayista, editora y profesora universitaria.
Sobreviviente de la guerra
civil que desangró a su país entre 1989 y 2003, en la que perdió a familiares y
amigos. Autora de Before the Palm Could Bloom: Poems of Africa, 1998, que
relata sus experiencias durante la guerra civil; Becoming Ebony, 2002 y The
River is Rising, 2007.
Ha viajado por
Norteamérica, China y varios países africanos, hablando sobre la Guerra, la
situación de los refugiados del conflicto, relatando el drama de las mujeres y
leyendo su poesía.
Habito
la desnudez de su zapato, siempre me encierra en este rincón oscuro donde a
penas puedo respirar, tampoco escucho los pasos agitados de la gente, la
turbulencia que desprende la ciudad en la hora punta. Todos con el alma en vilo,
apretando el paso, cuando la única certeza es: Hay que llegar. Ella también va de
prisa y a pesar de que pretende no verme, sigo pegado a ella.
Fue
el olor a sangre de la primera vez, cuando sus manos me apretaron con la fuerza de
quien se sabe suyo para siempre, ahora sé, que eso fue sólo un espejismo y que
el amor es a veces una carcajada feroz rumiando en las entrañas.
Soy
insignificante y siento como poco a poco voy perdiendo forma. Me faltan las fuerzas.
La oscuridad lo embarga todo y esta estrechez es mi caverna diaria de
melancolía.
Laura,
vuelve, por favor: Rescátame. No quiero desaparecer y, aunque me ignores y me
encierres en este sitio infame: Soy yo, tu fiel compañero, tu antigua cicatriz,
la de tu pie izquierdo.
Llama a esa indolente belleza de aliento perfumado
Por cuyos ojos daría Corán y destino.
Llena tu vaso, carnicero,
La muerte ha lavado la deshonra.
Al alba, las chicas preguntarán por ella:
¿Dónde está? La bestia responderá:
la hemos matado. Llevaba en la frente
el estigma de la deshonra
y lo hemos lavado.
Los vecinos contarán su funesta historia
Y hasta las palmeras la difundirán por el barrio,
Y las puertas de madera, que no la olvidarán.
Las piedras susurrarán:
“Lavar la deshonra”
“Lavar la deshonra”
Vecinas del barrio, chicas del pueblo,
Amasaremos el pan con nuestras lágrimas,
Nos cortaremos las trenzas,
Nos decoloraremos las manos
Para que sus ropas permanezcan blancas y puras.
No sonreiremos ni nos alegraremos ni nos giraremos
Porque el puñal, en la mano de nuestro padre
O de nuestro hermano, nos vigila
Y mañana, ¿quién sabe en qué desierto
Nos enterrará para lavar la deshonra?
Traducido del árabe por: María Luisa
Prieto
Del
poemario El hueco de la ola (1957)
CALENDARIO
Para nuestros pasos había un pasado; está muerto
Desde hace cientos de años.
Los años han borrado su recuerdo
Y lo han colocado entre los muertos.
Durante mucho tiempo hemos buscado
Sus astros desaparecidos,
Hemos recurrido al imposible
Para devolverle la vida.
Hemos intentado, traspasando los siglos,
Hacerle volver a sus comienzos,
Esperando recobrar nuestros sentimientos,
Y hemos regresado con las manos vacías.
Hemos atravesado las tinieblas,
Franqueado lo impasible, inmóvil,
Excavando los huesos amontonados,
Y no hemos encontrado lo extraviado.
Hemos visto, allí, frentes
Que no veían porque estaban ciegas,
Ojos ensimismados en la vida
Silenciosa, porque estaban mudos.
Hemos visto restos de corazones
Embalsamados con el recuerdo.
En vano habían intentado encontrar
El sentido... eran restos.
Hemos visto labios vacíos
Que no emitían quejas ni sentían hambre
Y manos marchitas, plegadas,
Cuya desgracia no provocaba lágrimas.
Nos preguntamos por nuestro pasado
Y tropezamos con un ataúd.
Allí, sobre la tumba, yacía el tiempo descolorido.
Regresamos al calendario:
¿Se puede engañar a los días?
Y oímos gritar a los restos
Tras el sarcasmo de las cifras.
Vimos el mañana esperado
Arrastrando su mitad paralizada,
Arrastrando su mitad despreciada,
Su mitad congelada, inerte.
Allí, un libro se cerraba
Y finalizaba el antiguo canto.
Mañana, la vida germinará
Sobre las heridas del doloroso tiempo.
La voz del ayer se perderá
En el torbellino profundo del tiempo
Y sentiremos en nuestras copas
La palpitación del sueño que se despierta.
Del
poemario: Chispas y cenizas (1949)
Traducción de María Luisa
Prieto
Enigmas
Déjame en mi silencio con mi frustrado sentimiento
No preguntes por los enigmas de mi incertidumbre
callada
Déjame con mi enigma sin buscar mis profundidades
Conténtate en comprender mis sentimientos con los
secretos
No preguntes, pues a veces yo soy un enigma entre
ellos
Deja en lo invisible los secretos y no entiendas
Que mi alma no anhele vivir como la gente
Que a veces yo olvido, humano sentimiento,
Incluso tu amor... incluso tus horizontes que me
torturan
Y soy un espíritu que se extiende como espectro
enamorado
Mi corazón anónimo tiene grandes misterios
Diferentes, sin consciencia humana
Por eso te siento como algo humano e inquieto
Del que la cumbre de mis sueños rechaza cualquier
destello
Por eso te siente mi alma como la de algunos muertos
Diciendo tu eres amor, nada queda sino yo misma
En tu rostro miro pero sin verlo
En mi alma busco algo que me lo recuerde
Recuerdo, sin saber qué, ¿qué éramos?
Algo sin forma que lo defina... sin color
La oscuridad en mi alma permanece en su oscuridad
Déjala sin preguntarme sobre ella, sobre sus
melodías
Déjame con mis grandes misterios, mis secretos,
Mi silencio, con el balbuceo de mis pensamientos
Hay en mí una parte de eternidad que no comprendes
Hay en mi corazón un gran sueño que no conoces
Déjalo, ¿qué es lo que te preocupa para preguntar
con insistencia?
El amor se muere si no lo cubren los secretos
Soy como la noche: callada, profunda, horizonte
Soy como las estrellas: incertidumbre, lejanía,
destello
Compréndeme si la noche se comprende, comprende mis
sentimientos
Y tócame, tócame si las estrellas pueden ser
tocadas.
Del poemario: Estelles i
cendra 1948
Traducción Manuel Jimenez
Lucerna
Poemas del video en
español (traductor del Google):
Que silenciar el rebelde
disfrazada Knhi Balscon y rodó mi Baznon permaneció Sahma aquí Arnault y me
preguntan de los siglos Yo soy el que soy yo? y el viento pregunte quién soy yo
el espíritu Hieran El que me niega el tiempo, me gusta en ningún lugar nos
quedamos caminamos no es el fin del tigre de estancia no se queda Si llegamos a
la curva de la miseria Khalnah conclusión Si el espacio! y siempre preguntando
quién soy me gusta con la edad de plegado de gran alcance y la espalda le dan
la resurrección. puedo crear un pasado lejano de la tentación de la esperanza acomodada
e ir a enterrarlo yo me Osog el mismo ayer un nuevo de hielo de mañana y la
persona que pregunte quién soy me gusta tecla A mirando a la oscuridad de la
nada me da la paz mantuvo seguía preguntando y la respuesta seguirá siendo
oscuro espejismo sigo ADN creo que ha llegado, si funde y se desvaneció y
perdió
Diseño: Reem M.. Arab
Media Group Producción
Biografía:
Nazik al Malaika
(1922-2007) está considerada una de las más importantes e influyentes poetas
árabes del siglo XX, principal impulsora del movimiento del verso libre e
introductora en la poesía iraquí de los elementos característicos de la poesía
romántica y modernista occidental. Estudió Crítica Literaria en la Universidad
de Princeton y se graduó en Literatura Comparada por la Universidad de
Wisconsin. Contribuyó a la fundación de la Universidad de Basra en los años 60
y enseñó literatura en la Universidad de Kuwait. Tras la invasión de Saddam
Husseyn, vuelve a Bagdad. La Guerra del Golfo de 1990 le llevó a instalarse en
El Cairo hasta su muerte. Sus obras más importantes son La amante de la noche
(1947), Astillas y ceniza (1949), El interior de la ola (1957), El Árbol de la
luna (1968), Para la oración y la revolución (1979) y El mar cambia sus colores
(1999). Mostró un gran interés por la situación de la mujer árabe, el
panarabismo y todo aquello que en literatura significara novedad; además de un
gran amor por el exacto conocimiento y el buen uso de la lengua árabe.