Paul Klee - Small Landscape
Regreso
Uno a uno han llegado los
hermanos
atendiendo el llamado
desnudo de la muerte.
Regresan
de sus altas ciudades
invernales
con sus abrigos fúnebres y
sus pequeños odios, sus rencores,
y un miedo antiguo
golpeando sus pechos como
una dura aldaba.
Mientras la madre muere
lentamente,
reconocen sus cuartos,
saquean la cocina,
hablan del tiempo,
hablan de patria,
y cuando alza su vuelo el
moscardón azul de algún recuerdo,
en la sala en penumbra,
como un grupo de extraños
que en un vagón del tren mira el
paisaje
ensimismados, callan.
Ahora está llorando
quedamente
la madre sostenida por su
cielo de almohadas:
alguien ha de haber muerto
– razona – y se lo ocultan.
Si no, ¿Cómo se explica
que hayan venido todos,
al mismo tiempo todos,
y se vean tan tristes, sus
muchachos?
De: Tretas del débil
Ahora que ya no soy más joven
Ahora que ya remonto la
mitad del camino de mi vida,
yo que siempre me apené de
las gentes mayores,
yo, que soy eterna pues he
muerto cien veces, de tedio, de agonía,
y que alargo mis brazos al
sol en las mañanas y me arrullo
en las noches y me canto
canciones para espantar el miedo,
¿qué haré con esta sombra
que comienza a vestirme
y a despojarme sin
remordimientos?
¿Qué haré con el confuso y
turbio río que no encuentra su mar,
con tanto día y tanto
aniversario, con tanta juventud a las espaldas,
si aún no he nacido, si
aún hoy me cabe
un mundo entero en el
costado izquierdo?
¿Qué hacer ahora que ya no
soy más joven
si todavía no te he
conocido?
Canción del sodomita
Habrá una grandísima peste...
Éxodo, 9,3.
Han izado el amor. Lo
están clavando
coronado de ortigas y de
cardos.
Le han cortado las manos,
han echado
sal y azufre en sus
pálidos muñones.
Ah, mi joven amado, el
tiempo es breve.
Suenan ya las trompetas e
iracunda
la luna enrojecida afrenta
al cielo.
Déjame acariciar tu frente
ardida en sueños,
contemplar para siempre
tus párpados violeta.
Deja que desanude mi
deseo,
que coloque la palma de mi
mano
sobre la rosa hirviente
que florece en tu pecho.
Ah, mi joven amado que
duermes mientras huye
la multitud con un largo
sollozo:
una lluvia de sangre cae
sobre Sodoma.
Dame tus muslos blancos,
tu axila, el dulce cuello,
antes de que en silencio
se deslice
el ángel con su espada de
exterminio.
De:"El hilo de los
días"
Certeza
"Siempre hay paz en la
certeza..."
Truman Capote
Hasta el fondo del vaso
desde tu oscuro fondo
caían las palabras
difíciles
amargas
caían como gotas espesas y
brillantes
que iba sorbiendo el
tiempo
como arena finísima
caían
haciendo un agujero
en mi mano extendida
y cada gesto
era ya para siempre
ideograma de tintas
visibles
de un idioma
que iba olvidando mientras
lo aprendía
y el instante nacía cada
vez
para morir
en memoria y en fuga de
presente.
Tenerte era perderte.
No tenerte
es esperar
confiada
que no llegues.
De: "El hilo de los
días"
Contabilidad
El debe y el haber:
doble columna
que el tiempo va asentando
sobre el libro de cuentas
de los días
con mano minuciosa
y rigor que no admite
apelaciones.
Tarde ves el balance,
las deudas, los desfases,
las pérfidas movidas del
contable
que hizo que aquel cruzara
muy temprano
y este otro muy tarde por
tu vida.
Y está lo que no ves,
lo consignado con
miserables tintas invisibles:
la puerta que tocaste diez
minutos después
de alguna despedida. La
voz que nunca oíste,
la calle no cruzada, el
paradero
en que tuviste miedo de
bajarte.
Y en un rojo indeleble,
la cadena de tratos y de
pactos y traiciones
la irreversible línea que
te suma y que te resta,
la que
te multiplica y te divide
De: Las Herencias
Piedad Bonnett –
Antioquia, Colombia 1951 – Poeta, novelista, dramaturga y traductora.
Más información en:
3 comentarios:
Hola
Vengo de blogs amigos
Qué perfecta antología de poemas, te felicito por rescatar a grandes poetas, por darles el lugar que se merecen, es homenajear el buen decir: la palabra en su pura esencia.
Un beso
Me quedo por acá.
lujanfraix.blogspot.com
Te dejo esta dirección porque tengo varios sitios pero en éste escribo todos los días.
Es hermoso , extraordinaria la profundidad
de cada poema. Felicidades!
Muchas gracias Vera Siegert, intento recabar la mejor poesía escrita por mujeres y tener a Piedad Bonnett es un inmenso placer por la profundidad de sus poemas.
Un saludo,
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