domingo, 22 de abril de 2012

Mercedes Durand, poesía

*Carlos Cañas - Sin título

Las manos y los siglos

“Y he aquí que ese pasado de súbito se hace presente. Que lo palpo y aspiro. Que vislumbro ahora la estupefaciente posibilidad de viajar en el tiempo como otros viajan en el espacio”.
Alejo Carpentier

Voy a decirlo todo
como lo vio el bisonte
y lo esculpió en las rocas
el hombre de Altamira…
Soy la lumbre del tiempo
y el corazón del mundo.
Soy un ser sin edades
sin cálculos
sin prisas
sin relojes de arena
sin sandalias
sin báculos
y sin abecedarios.
Soy un sin tiempo sin tiempo.
he recorrido asombros
borrascas
ansiedades
y miradas perplejas
y voces guturales
y alegrías informes
y formas desprendidas
de la urgencia y del hambre…
He visto arder el fuego
y estallar los guijarros
y correr el antílope
y recoger bellotas
en paisajes de taiga.
Voy a decirlo todo
con palabra sencilla
y soltaré mi lengua
como un pequeño pájaro…
Voy a decirlo todo.
he de vaciar un cántaro.
Más tarde
con el tiempo
me cubrirá la hierba
me asumirá el silencio
y cesarán mis pasos…


Espacio De Canela

Mi cuerpo es una rama de canela
cortada en un Agosto de claveles,
el trópico quemaba níveas pieles
y hervía en los trapiches la panela.
Hermana del zenzontle que pincela
sonidos de su buche en los vergeles
la rama se acompaña con las mieles
que ríen de abeja cuando vuela.
No tengo de la rosa su corola
mas guardo flor de barro en cada mano
que tiñe de rubor a la amapola.
Canela el corazón, canela el viento,
mi cuerpo ha ardido en leños de verano
y tú, tienes canela en el aliento…


Llanto


Soy una mujer sin lágrimas.
La sal no resbala sobre mis mejillas:
madre murió,
hijo vaga por el mundo,
carezco de nietos.
Tengo dos cosas por las cuales vivo:
la fe en mi pueblo
y el amor inmenso que me une a tu paso.
Pero la noche del 22 de enero
cuando vi caer a mi gente,
ametrallada por la furia de los innombrables
cerca del Parque Barrios y en el corazón de San Salvador,
entonces
la casa se llenó de gritos,
lamentos y gemidos…
Perros aullaron en todos los contornos,
lechuzas silbaban frenéticas derritiendo el asfalto,
ojos me salían de las órbitas
y por fin
dormí
ahogada en llanto…


Mercedes Durand, poeta, narradora y periodista - El Salvador (1933 – 1999)





2 comentarios:

Gil dijo...

Entre estas hermosas letras e imagenes que pueblan tu blog deambulo desde hace un buen rato Maria, y te gigo que me gusta este sitio. Te sigo sin dudarlo!

Las puertas de mi blog estan abiertas para cuando quieras llegar.

Saludos y se feliz!

silvia zappia dijo...

estoy emocionada


abrazo, maría*