imagen de la red
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yaces
sobre un resto de quincha
como
un príncipe desgarbado
desnucado
y
el ojo del pez te recorre
buscándose
sorprendido
entre
el desconocido laberinto y la sanguaza
agitado
ojo que en mi sueño de horror
repta
submarino
reclamando
sus costuras
su
lámina de criatura entre tus restos
si
abrieras un ojo verías
que
está frente a ti el mar
encostrado
en el remate romo de las rejas
gangrena
al pie de las carretas
retenidas
en el limo
chapas,
cascaritas, pepas de mango
plumas
sin aliño ni concierto
en
la vereda del mercado
el
rastro leve de agua florida
se
ha perdido para siempre
entre
bidones hirvientes de cebada
hilos
de linaza
carcoma
anidando en los balcones
jaulas
jabas
frutas
donde
aguardan contenidos
los
gajos relucientes y jugosos de mi amor;
que
no reparte ni prospera
si
abrieras un ojo de repente verías lo que yo,
que
soy la ciudad
y
en mi sueño me suavizo
sobre
el mar que me desgrana sin clemencia
pero
yaces sobre un resto de quincha
y
te suavizas también
y
un ojo vengativo de pescado te recorre
y
ningún pudor nos corresponde.
Bautismo
mi
nombre dibujé con tiza
con
un pedazo de carbón sobre la piedra
sobre
la losa deportiva mi nombre
que
vino entre cucharadas de té
esperpentos
de hierba
que
mi madre inhalaba con la toalla percudida
en
la cabeza y el mentol chino
picando
las espuelas
en
sus sienes mi nombre
nunca
tallado en el árbol enlazado al de la doncella
sin
huerto ni saber alguno
apenas
la triste fracción de este budín,
pan
viejo y rancio
remojado
con
el cucharón restriego el fondo tibio carcomido
de la cacerola
con
su tizne dibujo mi nombre en el plato
con
hastío
hasta
un poco de boldo al tiempo dura agua
en
el gargüero sería
hilo
de sangre en medio de una carraspera
vino
a mi madre este nombre
que
he dibujado con un pedazo de tiza
un
pedazo de carbón que se hace amargo cisco
en mi boca
mientras
le estampan el sello
le
dejan entre un montón de papeles
y
a mi me salpican cal
y
un poco de agua bendita.
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cuando
pensé en renunciar a tu cuerpo
no
toqué fondo
sino
un falso fondo
que
no sabía que tenía
su
sonido hueco me persigue en sueños
sueños
en los que un ciego agorero
golpea
una caja y recita fórmulas
algunas
veces el ciego es un charlatán
sube
y bajo los cerros para envenenar el agua
con
su baba
esquiva
las motos
destapa
velozmente los cilindros
y
las vecinas se acusan entre ellas
otras
veces es un profeta engreído
recién
afeitado
que
dormita bajo toallas tibias
perfumadas
de eucalipto
y
rastro de jabones
hay
noches en que entro a la barbería
a
robar la caja
el
contenido secreto del sueño
mas
a punto de abalanzarme sobre el guardián
me
pregunto
qué
será de mí en la vigilia
qué
será de mí si acepto ese pensamiento
entonces
tumbo el recipiente
dejo
caer unas tijeras
o
aúllo
y
en el alboroto busco en los espejos
mi
cuerpo
mi
propio cuerpo
pero
como un abandonado.
Fuente: Sueño de pez o neblina – Teresa Cabrera
Espinoza – Editorial Álbum del Universo Bakterial 2010
BIO/BIBLIO:
Nació en Lima - Perú 1981, en una familia de seis
hermanos. Estuvo en Barrios Altos hasta los 19 años y luego ha vivido en seis o
siete lugares distintos en el centro y el norte de la ciudad de Lima. Tiene
formación en sociología, debido a su accidentada estancia en la Universidad de
San Marcos como a las personas, ha aprendido del Perú en el trabajo mismo,
suerte apreciable en un país donde trabajar en algo para lo que se estudia y
seguir aprendiendo es un privilegio.
Trabajó en el programa urbano de Desco, con base
de operaciones en Villa el Salvador, donde, además de cubrir parte de la
frejolada, tiene la oportunidad de reflexionar y, eventualmente, escribir. (Biografía).