sábado, 18 de junio de 2016

Ana Istarú - 3 poemas

Imagen de Masao Yamamoto
                        
XXVII

A nuestra cama vino a encallar la luna.
Dejó este peine, este nácar, este néctar.
Puso una seda brillante a tu aspereza.
Puso un cristal fragante a cuanta sábana
encontraba y no encontraba
más que los nardos alados de tu espalda.
La tibia, la ladrona, la inesperada
vino a beber centellas dormidas de tu frente,
las migas de este amor que cometimos.
A nuestra cama vino a encallar la luna,
esa cebolla de plata, esta versión
felina de la nieve, esta cuchara.
La temible, la forajida
vino a robar tu pan, tu sexo de oro fresco
saliendo de mi horno
mejor. ¡La inesperada, la tibia, la ladrona!
Puño de azaleas.
La forajida.

(De La estación de fiebre)

Imagen de Dominique Regnier

****

todo el deseo
todo el deseo tanto
los aceites del templo entre mi cuerpo
mojado por tu cuerpo tanto
deseo arrodillada el olor
de tu sexo como un licor espeso
tanto
el cárdeno sudor de las especies
bañándome la lengua
la cueva de tu boca y sus dragones
sexo sexo sexo atada como ofrenda
en las aspas de tus equis
como diosa domeñada como fiera
como flor que se desploma
loca de amor enferma
del mal de tu belleza
tanto deseo
tanto
todo el amor

ya ves

la más pequeña de las niñas
no podrá recordar
un solo beso


imagen de la red

***

una hija conduce a su madre hasta el sueño
yo hablé con el pedazo de mi madre
que no quería morir se resistió
fue el potro que pierde la cordura
y es nervio cercenado ante la muerte

por la esgrima de fuego que sostuvo
tuvimos que enterrarla maniatada

yo pude hablar con esa jarra fría
de sangre que se muere
yo vi un dios reventado vi una estaca
de pólvora en su pecho

y a ese trozo de oído que latía
como una seda sacra
como el último barco
como el pulso final de flama de una astilla

a ese tercio de madre que me resta
y pesa más que el mundo
y es el diamante hirviente
que entierro entre mis ojos

a ese frasco de fe que me cedieron
clementes cirujanos desolados
le pude hablar
decirle

adiós pequeña
duerme
no habrá bestias feroces entre la oscuridad

Ana Istarú (De Verbo madre)

Biografía

Ana Istarú nace en San José, Costa Rica, en 1960. Es poeta y actriz. Ha merecido reconocimientos como el Premio Único de Poesía del Certamen Latinoamericano organizado por EDUCA en 1982. Algunos de sus poemarios son La muerte y otros efímeros agravios (1989), La estación de fiebre (1983), Verbo Madre (1995), Raíces del aire (1996).


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