Imagen de Catherine Colaw
Muy pronto (…)
Habremos acabado con
nosotros mismo
Michel Beaulieu
nuestros
órganos pesan
gestos
muertos
es
posible que sea
inmenso
y bello
en
nuestras bocas frágiles
los
vértigos
vertederos
de fantasmas
que
se deshacen lentamente
colgados
de
las ventanas interiores
aún
más labores
bajo
las camisas
y
el método tan insólito
del
corazón para amar
soy
uno más
que
no encuentra descanso
estamos
solos
sobre
el colchón
acurrucados
cuántas
cosas frágiles
y
risas tan ácidas
otra
quemadura
y
mi cabeza que arde
parece
un sol
a
punto de morir
aún
más cierto digo
son
las aves
sus
pequeños
triturados
entre nuestras manos
pienso
en las alambradas del amor
por
donde salté despreocupada
yo
soy nosotros somos
la
desmesura del mundo
los
detalles a veces
atraviesan
la espesura
de
lo cotidiano
entonces
surge
el
pánico de vivir
nuestros
cuerpos mi cuerpo
de
pronto se engancha
a
sus perros guardianes
y
ese peso en los tobillos
que
nos aligera la cabeza
el
estupor de vivir
desquiciados
felizmente
los
sexos deslumbrantes
incendian
nuestras camas
a
veces alcanzamos
alcanzo
el interruptor
mi
conciencia se licua
mientras
mis piernas
tiemblan
aún
yo
voy nosotros vamos
los
ganchos impacientes
mordisquean
la carne bajo el sol
y
la fibra de los corazones
del
verdadero estrépito de las cosas
no
podemos no puedo hablar
y
me voy a comer rostros
para
escapar de su bondad
me
altero a veces
por
poca cosa
aplaudiendo
al
matar moscas
tengo
en la garganta
pájaros
heridos
que
debería matar
primero
sumergir
en
mi hocico
de
nuestros comas alucinados
pequeños
pasos pequeñas grietas
por
donde deslizarme
nadie
está protegido del desastre
hay
tanta esperanza por acarrear
que
nuestros cuerpos mi cuerpo ya
no
responde
hundido
en el asfalto
hasta
bajo mi cráneo
los
horizontes se distorsionan
se
aplastan
fluyen
en la maleza de la noche
tengo
que divertirme
a
la espera en algún lugar
de
saltar sobre mi cuello
si
siquiera una venganza
este
fin del mundo
que
dormita en cada uno de nosotros
partir
hasta que desaparezca
el
nudo de lo cotidiano
abandonar
las mañanas inquietas
los
amores detestables
abrazas
mi vientre
una
amenaza de ahondar incluso
más
allá de la muerte
y
eres tú quien sangra después de todo
sí
allí
entre
el índice y la esperanza
ya
hemos reído lo recuerdas
era
la época de los toqueteos
tu
mano apenas tocaba mi sexo
y
tu alma no subía más allá
de
mis tobillos
nunca
desocupadas
nuestras
bocas genitales
a
lo lejos los escombros
entre
las piernas
y
fingíamos la paz
mientras
que todo en nosotros
se
arranca la belleza
nuestros
rostros
puestos
en el mundo
tan
crudos como la verdad
tan
oscuros como las cenizas
nuestros
rostros por un momento
desvalidos
de promesas
nuestros
rostros
lado
a lado
frente
a frente
beben
el tiempo
hasta
la náusea
cuáles
serán nuestros futuros cadáveres
tirados
en desorden
al
pie de nuestras camas
sin
cesar erramos
sin
domicilio fijo
en
el interior de nosotros mismo
qué
es el yo
una
piel un aroma
un
descanso a ese cielo interior
una
caída libre
hacia
una libertad mancillada
qué
es el nosotros
suave
cabellera cartílagos
pesadumbre
aves
planeando
entre
nuestros costillas frágiles
golpeando
las ventanas
un
espacio para correr
hasta
mañana
y
pasado mañana
hasta
la muerte infalible
Isabelle Forest
(Sin nombre del traductor en la revista)
Biografía
Isabelle Forest (Monteal Canadá 1970). Poeta y
novelista, ha publicado L’amour ses couteaux, La Crevasse, y Les Chambres
orphelines. Sus poemas han aparecido en diversas obras colectivas en Quebec y
en el exterior. Su obra poética ha sido reconocida con los Premios:
Alphonse-Piché, Félix-Leclerc y Radio-Canadá. Dirige números proyectos de
difusión literaria para festivales y eventos literarios y dicta
Talleres de escritura dese hace siete años.
Fuente: Revista literaria Fórmix Nº 12 - Junio 2013 - Editorial Nido de Cuervos - Lima - Perú
5 comentarios:
¡Muy bien!
Estuve aqui leyéndote.
Un saludo.
Bienvenido Alexander Strauffon.
Un bello Poeoma, donde lo ctidiano del ser en la rutina palpable de amor plano se fugua a la reflexión de un mundo que no es más que el mismo en donde vivimos y padecemos... Reflexión de todo lo que afuera pasa, pasa dentro de uno antes... Destaco la estrofa de versos que más me impactó...
"hay tanta esperanza por acarrear
que nuestros cuerpos mi cuerpo ya
no responde
hundido en el asfalto
hasta bajo mi cráneo
los horizontes se distorsionan
se aplastan
fluyen en la maleza de la noche"
Que exquisito gusto, gracias por traernos estas letras tan cuidadosamente elegidas para compartir... Un abrazo lleno de colores para tu ser... :)
Poema visceral del instante. Preciosa forma de llegar.
Me quedo por aquí, hago la ronda.
Saludos desde Québec.
Cecily,
Un poema visceral te penetra con sus desgarraduras.Gracias infinitas por tu visita.
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