sábado, 22 de mayo de 2021

Dunya Mikhail - poemas

 

Foto mía


Yo tenía prisa

 

Ayer perdí un país.

Yo estaba de prisa,

y no advertí cuando se me cayó

como la rama rota de un árbol olvidadizo.

Por favor, si alguien pasa

y tropieza con él,

tal vez en una maleta

abierta al cielo,

o grabado en una roca

como una herida abierta,

o envuelto

en las mantas de los emigrantes,

o cancelado

como un perdido tiquete de lotería,

u olvidado en vano

en el Purgatorio,

o avanzando a prisa sin objetivo

como las preguntas de los niños,

o elevándose con el humo de la guerra,

o rodando en un casco sobre la arena,

o robado en la tinaja de Ali Babá,

o disfrazado con uniforme de policía

que agitó a los prisioneros

y huyó,

o en cuclillas en la mente de una mujer

que trata de sonreír,

o esparcido

como los sueños

de nuevos inmigrantes en América.

Si alguien se lo encuentra

Devuélvamelo, por favor.

Es mi país...

Yo estaba de prisa

Cuando lo perdí ayer.

 

Agencia de viajes

 

Una pila de viajeros está sobre la mesa.

Mañana sus aviones despegarán

y salpicarán el cielo de plata

y descenderán como el anochecer sobre las ciudades.

El señor George dice que su amada

ya no le sonríe.

Él quiere viajar directamente a Roma

Para cavar allí una tumba como su sonrisa.

“Pero no todos los caminos conducen a Roma”, le recuerdo,

y le entrego un solo tiquete.

Él quiere un puesto con ventana

para asegurarse que el cielo

es el mismo

en todas partes.

 

Saco de huesos

 

 

¡Qué buena suerte!

Ella ha encontrado los huesos de él.

La calavera está también en el saco

El saco en su mano

como todos los otros sacos

en todas las otras manos temblorosas.

Los huesos de él, como miles de huesos,

en la fosa común,

Su calavera, no como cualquier otra.

Dos ojos o agujeros

con los cuales él vio mucho,

dos oídos

con los cuales él escuchó la música

que contó su propia historia,

una nariz

que nunca conoció el aire puro,

una boca, abierta como un abismo,

no era como cuando él la besó

allí, silenciosamente,

no en este lugar

ruidoso con calaveras y huesos y polvo

exhumados con preguntas:

¿Qué significa morir toda esta muerte

en un lugar donde la oscuridad ejecuta todo este silencio?

¿Qué significa encontrar a tu amado ahora

Con todos estos lugares huecos?

¿Devolver a tu madre

con motivo de la muerte

un puñado de huesos

que ella te había dado

con motivo del nacimiento?

Partir sin muerte o certificado de nacimiento

porque el dictador no da recibos

cuando se lleva tu vida.

El dictador tiene una calavera también,

una enorme.

Que resolvió por sí misma un problema matemático

que multiplicó una muerte por millones

y el resultado fue la nación.

El dictador es el director de una gran tragedia.

él tiene una audiencia, también,

una audiencia que aplaude

—hasta que los huesos empiezan a sonar—

los huesos en los sacos,

el saco lleno finalmente en la mano de ella,

a diferencia de su vecina decepcionada

que no ha encontrado aún lo suyo.


La sombra de una lágrima

 

 

En el tiempo de veloces saludos

y luces artificiales,

la sombra de una lágrima

cae sobre el cielo.

Ni las precipitadas ruedas

ni el camino

ni el borrador

pueden detenerla.

 

Sobre las granjas

Vuelan sin cuidado los pájaros.

Uno se rezaga,

Pero no te preocupes.

Alcanzará la bandada en poco tiempo;

sólo está distraído

por la sombra de una lágrima

quebrada sobre las ramas.

 

   Traducciones de León Blanco

 

Biografía

 

Dunya Mikhail, nació en Bagdad en 1965. Poeta y traductora. Ha publicado cinco libros de poesía en árabe y dos en inglés. Los títulos en árabe incluyen The Psalms of Absence y Almost Music. Su primer libro en inglés, The War Works Hard ganó el Premio de Traducción del PEN (En traducción de Elizabeth Winslow). Uno de sus últimos libros, Diary of A Wave Outside the Sea, ganó el Premio al Libro Árabe Americano. En 2001, recibió el Premio de los Derechos Humanos de la ONU a la Libertad de Escritura.

 

Fuente: Festival de poesía de Medellín