martes, 30 de octubre de 2012

Sharon Olds, poesía


*Foto de: Edward Weston


Barómetro

Por ser la hermana menor de una mujer
que abandonó a su hija —dejándola a mitad de camino,
como se tira un marido— no soy como las otras madres.

Por las noches, voy al cuarto de mi hija,
y escucho el sonido en la cisterna
de su respiración; voy al cuarto de mi hijo, el grillo
todavía vivo en su garganta, en su pecho;

Quisiera poder inclinarme sobre mi propia cama
y escuchar mi respiración, para saber el clima
que viene.

De: Satanás dice (Satan Says, 1980) - Traducción de: Juan Carlos Galeano (julio de 2000) – Fondo Editorial Pequeña Venecia

El final

Decidimos los dos abortar, convertirnos
juntos en asesinos. El periodo que vendría
no cambió nada. Estaban muertos, esa joven pareja
para toda una vida.
Mientras lo hablábamos en la cama, el accidente
no fue una sorpresa. Nos acercamos a la ventana,
vimos los coches aplastados y el reflejo
curvo de los añicos de cristal, como si hubiéramos
sido nosotros. La policía sacó los cuerpos
ensangrentados como partos por la abertura
humeante de la puerta, los pusieron
en un alto, los cubrieron con mantas que
calaban. La sangre
empezó a chorrear
por mis piernas hasta las zapatillas. Me quedé
donde estaba hasta que lanzaron el bulto
por el agujero negro
de la ambulancia y levantaron al otro
con una venda en la cabeza,
con manchas donde había habido ojos.
A la mañana siguiente tuve que arrodillarme
en ese suelo durante una hora, limpiar mi sangre
frotando con trapos mojados aquellas manchas
oscuras y traslúcidas, como se deja en agua
un tiempo el molde para ablandar el glasé
cuando acaba el banquete.

De: Los muertos y los vivos. Sharon Olds. Bartleby Editores. 2006. Traducción de J. J. Almagro Iglesias y Carlos Jiménez Arribas

Unidad de Quemados

Cuando mi madre habla de la Unidad de Quemados
que ha donado al hospital de su ciudad,
mi pelo asciende y flamea como humo
en el aire que rodea mi cabeza. Menciona las
camas en su nombre, los baños en suspensión y
kilómetros cuadrados de venda, y pienso en los
años con ella, yo su hija, como
sin piel, dando vueltas en carne
viva, con quemaduras de primer grado en el noventa
por ciento del cuerpo. Solía quedarme pegada a las puertas
que intentaba cruzar, a las sillas de las que
intentaba levantarme, jirones
que se desprendían fácilmente como
carne de cerdo muy hecha, y nadie me daba
una gasa, o un corte de mantequilla para que
se fundiese en mi costado crujiente, pero cuando
gritaba, ella me arrimaba a su
plancha ardiendo, cuando la cabeza calcinada apestaba ella
me arrastraba más y más a la habitación
en llamas de su vida. Así que cuando habla de su
Unidad de Quemados imagino a una niña
que llegará allí, flotará en un agua
turbia como lágrimas, un colgajo suspendido en una
bañera de ungüento, chupando hielo mientras
apagan las diminutas llamas que quedan
en el pelo cercano al cerebro, y digo
Déjala dormir cuanto quiera, permítele salir
indemne, sin ninguna marca que
honre el poder del fuego

De: Los muertos y los vivos. Sharon Olds. Bartleby Editores. 2006. Traducción de J. J. Almagro Iglesias y Carlos Jiménez Arribas

Artificios

Mi madre
la maga
puede hacer
que aparezcan
huevos en su mano.
Mis ovarios
aparecen en su mano, negros como higos
y dedos arrugados de tanto lavar.

Cierra su mano,
y cuando la abre,
nada.

Se saca de los oídos bufandas de seda
de todos los colores, joyas de su boca,
leche de sus pezones. Desnuda
sobre el tablado blanco,
hace sus números,
mi madre la maga.

Se saca los ojos.
Las cuencas vacías
se llenan de aceite
que rezuma bourbon y heces.
Por las ventanas de su nariz
saca pergaminos
que arden.

En el grand finale
se saca lentamente a mi padre
de su coño,
y poniéndolo en un sombrero de seda
lo desaparece.

Dije que ella puede hacer que todo
se vuelva nada, es un vacío en el espacio,
lo máximo,
la mejor maga. Todo

lo que he sacado de mi boca
frente a ustedes.

De: Satanás dice (Satan Says, 1980) - Traducción de: Juan Carlos Galeano (julio de 2000) – Fondo Editorial Pequeña Venecia

Biografía
Sharon Olds, nacio en 1942 San Francisco (California). Creció como una "calvinista maldita", según sus propias palabras. Se graduó en la Universidad de Stanford y se doctoró en la Universidad de Columbia. Olds tiene múltiples premios literarios, entre otros: The San Francisco Poetry Center Award, the Lamont Poetry Prize, The National Books Critics Circle Award, y el T. S. Eliot Prize. Actualmente dicta clases de creación literaria en la Universidad de Nueva York.
Libros traducidos al castellano:
-Satán dice (edición bilingüe), traducción y prólogo de Rosa Lentini y Ricardo Cano Gaviria, Tarragona, Igitur, 2001.
-El padre (edición bilingüe), traducción y prólogo de Mori Ponsowy, Madrid, Bartleby Editores, 2004.
-Los muertos y los vivos (edición bilingüe), traducción y prólogo de J.J. Almagro Iglesias y Carlos Jiménez Arribas, Madrid, Bartleby Editores, 2006.




viernes, 26 de octubre de 2012

Mis cuentos: Acorralada


*Lola López-Cozar - rejas

El reloj del Precipicio (Acorralada)

Caminaba distraída sumida en la rutina de sus pensamientos, la fiesta del próximo sábado, los exámenes… La hora apretaba, se imaginaba a su madre y su recibimiento: ¡Estas son horas de llegar! 

-Cierto, era algo tarde, siempre es tarde para una adolescente ajena a la hora que marca el reloj del precipicio.-

De pronto un grupo de muchachos la abordó. Nunca los había visto por el barrio, el desafió saltaba desde la luz de sus pupilas, hablaban entre sí, escupían palabras como brochazos de un graffiti hecho a toda prisa. Nati cogió su bolso y avanzó con pie firme. La acorralaron. Uno cogió su largo pelo, su corazón latió con la prisa del miedo, todos daban voces como un ruido amenazante, luego todo se aceleró. La tumbaron y desgarraron su vestido azul, entonces una mano le apretó la boca y una mirada de asco la fulminó. Uno a uno fueron pasando, desgarrando sus sueños, secando la humedad de su deseo, añadiendo sed a su boca de pequeños sorbos.

Han pasado seis meses, desde entonces un gemido trunco le rasga la garganta. Ahora, su vientre dibuja la oscuridad de una curva voluminosa y otra vida latiendo tan ajena.

Mis cuentos: María Germaná Matta

jueves, 25 de octubre de 2012

Emily Dickinson - "Esperanza" es la cosa con plumas

Vídeo de Kristine Byrne - texto Emily Dickinson



254

“Esperanza” es la cosa con plumas –
Que se posa en el alma –
Canta la melodía sin palabras –
Y no se para – nunca –

La más dulce – que en la Galerna – se oye –
Y áspera la tormenta debe ser –
Que abatir pueda el Pajarillo
Que dio calor a tantos –

En la más fría tierra la he oído –
Y en el Mar más ajeno –
Aunque, nunca, en Apuros,
Me ha pedido una miga.

(Traducción de Margarita Ardanaz)

Hope 
Hope is the thing with feathers 
That perches in the soul, 
And sings the tune--without the words, 
And never stops at all, 

And sweetest in the gale is heard; 
And sore must be the storm 
That could abash the little bird 
That kept so many warm. 

I've heard it in the chillest land, 
And on the strangest sea; 
Yet, never, in extremity, 
It asked a crumb of me.


Más

martes, 23 de octubre de 2012

Anna Kamienska, poesía


 Claude Cahun - Je tends le bras

EN VELA

No te concedieron el insomnio para eso
para que te evadieras con la química del sopor
sino para que atravesando el plasma de la noche
penetrases en cada oscuridad
cruzaras los muros de las cárceles

hasta alcanzar las salas de los hospitales
en las que hay quien llama desde hace mucho
para que velases junto al que ha muerto
cuando a la familia la vence el sueño
junto a quien arde en la hoguera de su conciencia
junto a quien da a luz y junto a quien expira
dando un grito
estar en vela esa gracia te concedieron
para que descendieras a la oscuridad de la oración
como a una cueva que también es cumbre
y allí en lo más profundo en su centro invisible
vieras el destello de ese costado y de esa herida
y te arrojases sobre ellos con tu corazón y con tus labios

Del poemario: Dwie ciemności - [Dos oscuridades] (1984)

PETICIÓN
Señor devuelve a las cosas su esplendor perdido
reviste al mar con su magnificencia de siempre
y vuelve a cubrir los bosques con sus variados colores
retira la ceniza de los ojos
limpia el amargor de las lenguas
haz caer agua pura que se mezcle con las lágrimas
permite que nuestros muertos duerman en el verdor
que nuestro obstinado pesar no logre detener al tiempo
y que el corazón de los vivos florezca con el amor

LAS MUJERES VIEJAS

Las mujeres viejas son jóvenes
curadas ya del duelo
por aquellos que murieron
por aquellos que aún viven

Tan sólo ahora aprendieron ese modo de amar
que consiste en no pedir nada a cambio

Tan sólo ahora a través de la limpidez del mundo
han logrado ver que dolor y alegría son la misma cosa

Tan sólo ahora han llegado a ser criaturas
cuya fe está hecha de confianza y de deseo

Tan sólo ahora han sabido ser hermosas
con la belleza de una apagada estrella de tierra

Las mujeres viejas se miran en el espejo
Ésa no soy yo grito desde mi piel arrugada

Las mujeres viejas mueren
La verdadera juventud se encuentra al final del camino

Del poemario: Drugie szczęście Hioba [La segunda dicha de Job] (1974)

Traducción de Anna Sobieska y Antonio Benítez Burraco

Biografía

Nació en Polonia 1920. Poeta, traductora, redactora. Estudió Pedagogía y Filología Clásica en la Universidad de Varsovia. Durante la II Guerra Mundial colaboró como docente en el sistema educativo clandestino (Tajne komplety). Trabajó como redactora en las revistas: Wieś, Nowa Kultura y Twórczość. Fue traductora de lenguas eslavas modernas, entre ellas el ruso, el checo y el búlgaro. Fue esposa del conocido poeta polaco de origen judío Jan Śpiewak.
Es una de las principales representantes de la poesía de tema religioso de su país (escritas en la mitad del siglo XX). Además, su obra crítica las dificultades sociales, económicas y políticas a las que debe enfrentarse el país bajo el régimen comunista.
Entre sus obras destacan: Wychowanie [Comportamiento] (1949), O szczęściu [Sobre la felicidad] (1952), Bicie serca [Latido del corazón] (1954), Pod chmurami [Bajo las nubes] (1957), Woku ptaka [En el ojo del pájaro] (1959), Źródła [Manantiales] (1962), Odwołanie mitu [Revocación del mito] (1967), Drugie szczęście Hioba [La segunda dicha de Job] (1974), Deszczowe lato [Verano de lluvia] (1980) y Dwie ciemności [Dos oscuridades] (1984).

lunes, 22 de octubre de 2012

Myriam Montoya, poesía


Foto: Egor Shapovalov

Todos sacudimos el árbol
Una lluvia de naranjas cae bajo la fronda
El cesto se llena
El fruto desborda en la palma de la mano
Brilla ahora en la sonrisa de los hermanos
El mayor hace malabares
El otro las parte en rodajas rociadas de sal o azúcar
Aquel come casco por casco
Los menores las chupan por el ombligo
Hasta el zumo último desjugado entre sus dedos
Mi boca se hace agua ante estas imágenes
Después de sacudir el recuerdo
El cesto queda vacío bajo aquel árbol.

De Ciudad transfigurada
******

Volar un metro sobre el suelo
Gracia concedida a quien persigue
El pez fosforescente
Que nada por las galerías de la vieja casa
Ver su aletazo de llamarada
Escapando en la oscuridad
Con la guía
De su estela

Visto el hábito blanco
De la muerte
Pero de mis manos
Sale el brillo
Y vuelo.

De Sueños y Epifanías

******

Vengo de la noche

Del rugido de fieras
acechantes
De la huida por mil puertas
de la oscuridad


Vengo del fuego
de los latidos del corazón

Vengo de los cánticos
del sueño

Del culto de los muertos

De los niños ocultos
entre los arbustos del crepúsculo

Vengo sola
agitando ramos
invocando rayos

Vengo de la noche que al fin
arroja sus lenguas fosforescentes

Vengo sola
cruzando la línea del tiempo
con el aleteo vibrante
de mi hermano en el espacio


**************************

I

Tomo tu pulso con blandas yemas
gong repetido
cuento milenios de gestación
la errancia de los continentes
gota repitiéndose
abriendo paso a la memoria
caudal de imágenes del animal que al erguirse
mirando el horizonte lanza la jabalina
y escucha el eco de su grito

II

Vienen en tu pálpito días de penuria
incesantes partos poblando el mundo
años puntuales de migraciones y olvidos
trote de recuas
ríos salidos de madre
la aprehensión de estampidas
raptos e incestos de lejanas teogonías
ascensos por escarpados riscos
hambre y sed bajo la canícula
el fuego y la clepsidra
la pleamar anunciando noches de naufragios

III

Me llegan de tu sangre
roncos tambores
imperios construidos sobre el lomo esclavo
preludios de guerra y muerte
cascos herrados y crines relucientes
heraldos del dios de la venganza

IV

Tus pulsaciones anuncian
yunques y martillos
engranajes y poleas


que no paran de multiplicarse
ráfagas de batallas
respiración de sobrevivientes
descuento retrospectivo del fin
el sonido
el silencio
multitudes amándose en el riesgo último
la mudanza de los cuerpos
buscando el acorde
el pasadizo al infinito

***********************

La palabra de la noche se eleva
sobre paredes y árboles
sobre el canto de los pájaros
sobre el bullicio de la muchedumbre

La palabra de la noche
se hunde tras los montes

Los labios de la noche
sella con besos el cansancio
la muerte transitoria
el dolor palpitante en las sienes

La palabra de la noche
enmudece las ciudades
silencia los trenes
aquieta las cosas

En los labios de la noche
silban monzones
se empinan las olas
se escuchan voces mayores

De Traces/Huellas  Editions L’Oreille du Loup, 2009

*****************

Cierva herida
(Frida Kahlo)

Frondoso sin duda el bosque
Soleado aun el instante
Diestros los invisibles cazadores
que te han saeteado

¿Fueron acaso dioses del azar
que así lanzaron sus rayos
trepados y ocultos entre los árboles
acechando el vuelo del ave
o la fuga del venado
en el claro de un recodo?

Herida allí
sangrante incólume
furtiva dama
cierva desdeñosa
y cornuda

Fiera tu rendición al dolor
entre árboles y ramas quebradas

Detrás las aguas de un lago
vasto jardín el de tu paraíso

De Fleur de refus/Flor de rechazo Editions Ecrits des Forges et Phi, 2009

Nota mía: Magnífico trabajo de Stéphane Chaumet, por la traducción y difusión de la obra Myriam Montoya.  


Myriam Montoya: Poesía en voz alta

Apuntes biográficos
Myriam Montoya, 1963, Colombia. Poeta y traductora. Vive en París desde 1994. En 2004, aparece una antología de su obra poética, Vengo de la noche/Je viens de la nuit, seleccionada por Stéphane Chaumet. Los dos libros precedentes Fugues/Fugas, 1997 y Déracinements/Desarraigos, 1999, fueron traducidos por Claude Couffon. Sus poemas se han publicado en diversas revistas en Colombia, Cuba, Francia, Marruecos, México, España y Canadá como también en antologías colectivas en Francia y México. 
Según Stephane Chaumet, traductor suyo al francés, “En la palabra de Myriam Montoya hay luz: no una luz cegadora, sino aquella de una mirada. Una mirada agua y sílex. La mirada de una mujer, mirada trans-lúcida, escapando al discurso social o político, sobre la mujer en exilio, sobre el mundo abandonado, sobre los ahogamientos anónimos en la oscuridad, las arenas del silencio, la reclusión, el miedo, la marcha sin fin… También sentimos la presencia de la infancia a través de la muerte que aquí no es un símbolo, la muerte palpable, una ciudad amada hundida en la violencia, Medellín, convertida en blanco mediático y en línea de fuego, donde la poeta hará su iniciación en el amor, la muerte y en la impotencia frente a la historia. Y el exilio; el salto que desgarra, la incomprensión. “Medir el ángulo de la caída. A las mujeres trashumantes” como lo dice en la dedicatoria de Desarraigos. Una poesía tan lejos del exotismo como del formalismo, poeta que sabe dar la palabra a aquéllos que no la tienen…”

Fuente: Revista Prometeo y Blog de Stephane Chaumet (y más poesía).


sábado, 20 de octubre de 2012

Marie Paccou - Un Jour (Un día) - Subtitulado

Un Jour (un día) Francia, 1998 Dirección: Marie Paccou

Vicente Huidobro, Altazor (fragmento)


Un vídeo corto hecho con un fragmento de "El Lado Oscuro del Corazón 2" con un poema de Vicente Huidobro, del Canto II de Altazor (1931).


Altazor, canto II fragmento de Vicente Huidobro

Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
Con la cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de un potro en
      la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda
      su alma
Que un faro en la neblina buscando a quien
      salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada
      por el viento
Eres el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de
      admiración

Mi gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno

Estoy sentado en el rincón más sensible de tu
      mirada
Bajo el silencio estático de inmóviles pestañas
Viene saliendo un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a esa leyenda de semillas que
      deja tu presencia

A esa voz que busca un astro muerto que volver a
      la vida
Tu voz hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a
      colgar soles en el aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que se dobla para escuchar un mur-
      mullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos
      encadenados
Y esos párpados donde vienen a vararse las cente-
      llas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como un estandarte al frente de tu
      vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Dormido a la sombra de tus senos

Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?

jueves, 18 de octubre de 2012

Ana Varela Tafur, poesía


Tarcila do Amaral - Abaporu, 1928

MADRE

Como pez que advierte la profundidad en tus ojos
yo regreso a ti para dibujar mi nacimiento
y me sumerjo para siempre entre tus aguas
en las playas y sacaritas que nos otorgas
            en los parajes de los montes cuando te acuestas
                        porque en ti dejo, madre, lo más hondo de mi río
                                   lo más deslumbrante de sus naufragios y hallazgos.

Entonces,
yo dejo que la luna invada mi cuerpo
yo dejo que tu vientre gratifique mis días
yo dejo que te deslumbres plena entre las sombras
            porque tus semillas antiguas, madre,
                        son simientes de haces sobre mi niñez.

Madre de la nútrales diversa
            Madre de las plantas y los animales
                        Madre de los niños tendidos en los arrozales
Madre de los herederos del sol y sus lluvias.

Porque desde los años aciagos del caucho y la balata
Destinos arrojados a puertos distantes fuimos
            Historias de correrías y muerte en tus dominios
                        Cabeza al viento desde el cepo de los árboles.

Madre Cocama
            Madre Pacaya
                        Madre Ahunari

Porque más allá de las balas sembradas en la memoria
más allá de los invasores de tus territorios
            nosotros acodaremos sin miedo en tus orillas
                        y entre humedades y verdes orillas
                                   Somos guardianes de tu cuerpo insomne
                                                                       Y sus frutos de cosecha esparcida.

Madre Samiria:
aquí nos tienes sembrados en ti,
albergados en tus puertos y florestas
erguidos desde ti para protegerte
            amamantados en tu interminable río
                        Donde navegamos desde el inicio de las edades.

(DE Voces Desde la orilla)

Y HABITO DESDE SIEMPRE

¿Quiénes han cruzado la quebrada antes
                                               que nosotros?
¿Quiénes han poblado días y columnas
                                               de hastío?
Nos han abierto el camino para llegar
                                               descansados
y nos han dejado un cementerio de voces
                                               que vagan bajo los puentes.
Y habito desde siempre soles despedazados,
largos infortunios antes de rayar el sol
                                               sobre el planeta
y sé que nuestros abuelos han sembrado y
siembran porvenires
y los astros que me conducen acostumbran
a decir atisbo,
atisbo los años para que los muertos
descansen en paz.
Así recito para no olvidar historias de
                                               látigos
y libras inglesas aventadas desde los
                                               shiringales.
Entonces recuerdo el dolor de una espada
                                               devorada
y el filo del sable que cortó el miedo.
Era el tiempo en que el viento decía
                                   la palabra salida,
así volaron sombreros de huambé desde
                                   las embarcaciones.
Pero hemos regresado intactos, dolientes
                                   cuerpos insospechados,
sabías manos que siembran frutos al recrear
                                   los caminos.

DESDE LAS VERTIENTES

Desde los altos gredales de May Ushin
desde las feroces caídas del Marañón
desde las incandescentes llanuras del Huallaga
mi voz convoca a los habitantes del agua.
Y surcando quebradas desde vertientes remotas
            alcanzo vastedades de arcillas recientes.
            Así me reúno con habitantes del monte
            y nuestras voces se inundan infinitas
                          en tenues bóvedas incrustadas por la noche.

Porque es posible alcanzar cifras en geometrías sagradas
porque es posible arrebatar códigos de sogas alucinadas
             y viajar acompañados por estrellas o soles
                          atrapados en la fugacidad de intrépidos rayos.
Porque somos una antigua y sola voz,
             una liana trenzada bajo los incendios
desterrados o señalados por la belleza de los astros
           y su manto de presagio amamantándonos.

Desde entonces rodamos de fuego,
              caemos de fuego,
quemamos las últimas naves del exilio,
demonios que se llaman en libros apócrifos
            o en abandonados archivos donde no hay olvido.

Pero las madrugadas aproximan las llegadas
y nuestros pies abrevian rutas del miedo:
               ojos de búho a la sabiduría destinados
                              sobre la vía trazada por los abuelos.
Semejante a cada río que despide sus puertos,
alcanzamos la marcha de la luna
            invadidos por la tregua
                        de un viento insondable.

BREVEDAD DEL PLANETA

Página vacía parece este caserío
             Hojarasca en los patios del desvío
Pero en la brevedad del planeta
             Un registro ancestral acusa las noticias

Porque este pueblo parece
Un libro de mapas inconclusos
Una ruta y su primera incertidumbre

Despedidos por azotes que el viento expulsa
             Los niños de la mañana
             Se han vestido de simpleza
                     Y han librado los recuerdos aciagos
                      Mientras crecen sus cabellos en hierbas agrestes.

(Sus pasos desvían profundidades
             Resguardados en la intrepidez del planeta)

Y
       poco
                  a poco
Se ponen de pie nuevamente
Y cruzan sin prisa apresurados atajos
            Lejos de fulminantes pozos de petróleo que la noche esconde.

Nota mía: Cabe destacar esta poeta peruana, ya que su poesía está impregnada de símbolos que aluden a una cosmovisión de la selva amazónica, su vínculo con la fuerza exuberante de la naturaleza y su relación con los hombres y mujeres que habitan la selva.
Fue la primera mujer en ganar el prestigioso premio de poesía Cope (1991).

Biografía
Ana Varela Tafur (Iquitos - Perú, 1963) Poeta y profesora. Ha sido becaria del Programa Aschberg para artistas de la UNESCO, Jerusalén (1996), y de la Agencia Española de Cooperación Internacional, Madrid (1998). Ha publicado con el poeta y narrador Percy Vílchez el libro de poemas El sol despedazado (Proceso Editores, Lima, 1991), Lo que no veo en visiones (Primer Premio de la V Bienal de Poesía Premio Copé y publicado en Ediciones Copé, Lima, 1992), Voces desde la orilla (Colección Urcututu Ediciones, Iquitos, 2000) y Dama en el escenario (Editora Regional, Iquitos, 2001).

Fuente: Poetas peruanas de antología - Ricardo González Vigil - Mascapaycha Editores - 2009