jueves, 4 de octubre de 2012

Dostena Anguelova-Lavergne, poesía

Jan Svankmajer - Dimensiones del diálogo


Cena con las amapolas

            Un día las mentiras brillarán
           como amapolas estancadas
            y no serán mentiras
            sólo amapolas estancadas que brillan

beber su rocío entonces me recordarás con un collar rojo
volveré el día de Pascua y ya no estaré pálida
con tanto color a flor de piel
una ola bajo la axila te llevaba
en su cavidad el amor se desliza se eriza
el bello tierno cerca del cuerpo
cuando la depredadora mirada de los árboles en el crepúsculos se apaga
las hachas pintadas de rojo se apagan
entre los dedos se abrillanta un sol

                              una gota

me reconocerás porque esa noche todos juntos cenarán
cada uno fijo a la herida
una puesta rompeolas
las olas altas como la caída en los sueños
entonces desanudarás tus puños
que beba este instante
antes del diluvio
ruega que este instante se prolongue
tanto como perdure la luna
para que aprendamos las simples sendas la ruta
de mi casa a tu casa
que tu discurso se arrope burbujee la constelación
como tu poesía esta misma noche
que yo sea contigo
como el fuego con el árbol

tanto como un primer beso

imposible de sostener

llorarán también todos aquellos que cenan a su alrededor

y sus ojos se llenarán de las olas altas del diluvio

entonces te diré: “mira qué azul azul, qué blanco se complace hoy
el mar”

Lección

Uno de sus ojos me enseña
como
no parecerse
a la pregunta concreta
es otra la respuesta
¿No es así? en sus ojos se instruyen
un ejercito de luciérnagas
sin noción de la estación.

Versión: María Germaná Matta

Cène avec des coquelicots

       Un jour les mensonges scintilleront
       comme des coquelicots piétinés
       et ce ne seront pas des mensonges
       juste des coquelicots piétinés qui scintilleront

Boire leur rosée alors tu me rappelleras avec un collier rouge
le Jour de Pâques je viendrai et je ne serai pas pâle
avec tant de couleurs à fleur de peau
et une vague sous l'aisselle te portait
dans son creux se glisse l'amour se hérisse
le tendre duvet près du corps
au crépuscule quand le regard prédateur des arbres s'éteint
s'éteignent les haches peintes en rouge
entre les doigts se polit un soleil

                  une goutte

tu me reconnaîtras parce que ce soir là tous dîneront ensemble
chacun fixant la plaie
un couchant brise-lames
les vagues hautes comme la chute dans les rêves
alors tu dénoueras tes poings que je boive
cet instant
avant le déluge
prie que cet instant se prolonge
autant que dure la lune
pour qu'on apprenne les entrées simples la route
de ma maison à ta maison
que ton récit s'enroule s'écume la constellation
comme ta poésie cette nuit-là
que je sois avec toi
comme le feu avec l'arbre

juste autant qu'un premier baiser

impossible à tenir

pleureront aussi tous ceux qui dînent autour

et leurs yeux se rempliront des vagues hautes du déluge

Je te dirai alors «Regarde de quel bleu azur de quel blanc s'acquitte la mer aujourd'hui».

Leçon

Un de ses yeux m'apprend
comment
ne pas ressembler
à la question concrète
la réponse est autre
n'est-ce pas dans ses yeux que s'instruit
une armée de lucioles
sans notion de la saison


Festival de Poesía de Medellín - Dostena Anguelova-Lavergne canta y nos lee: El tiempo que resta 

Dostena Anguelova-Lavergne, Bulgaria 1974. Poeta, traductora de textos filosóficos y literarios. Trabaja en el campo de la promoción de las pequeñas literaturas en Europa. 


4 comentarios:

silvia zappia dijo...

qué belleza, maría! gracias por difundir

besitos*

Anónimo dijo...

Una maravillA!!!! Gracias por descubrirme siempre mundos de belleza.

Un abrazo, María. :)

batalla de papel dijo...

Silvia, Mariluz, mil gracias por sus palabras.
Seguiré traduciendo y compartiendo.
Abrazos y besos

María José Flores dijo...

Hermosa poesía. Excelente imagen.