domingo, 27 de enero de 2013

Sirkka Turkka, poesía


* Benoit Courti - Plumes

*****

Cuando los árboles se cansan, las hojas,
            el parque se mete en sí mismo, sin luz,
la oscuridad se acerca
                        como el hambre.
            Me apoyo en el tronco
pienso en un fragmento de poema en mis dudas
            en ti
cómo podría yo darte
            mi ternura en una caja
      y además qué significa eso.
Pero tú estás detrás de las cortinas
                                   en otra ciudad,
                        parten los trenes el viento reúne las hojas
                                   y yo aquí
                        comienzo a mezclarme en la nevada,
                                   a ser impresionista

Huone avaruudessa, 1973

*****

Las estrellas vuelven a ser como una quejumbrosa balada y por
            las tardes
los perros afinan sus agrietados violines.
Yo no dejo que se me acerque la pena,
no la dejo acercarse a mí.
Mil metros de nieve encima del corazón.
Murmuro mucho para mis adentros, por la calle
Canto en voz alta.
A veces me veo pasar, con sombrero en la cabeza,
por el viento, y con alguna idea torcida.
Hablo de muerte cuando quiero decir vida. Ando con los papeles
desordenados, no tengo ni una sola teoría, solo un perro que blasfema.
Cuando pido aguardiente, me sirven helado,
A pesar de todo claro que soy español, con el nacimiento del pelo bajo
de esta manera, de verdad:
no parezco ser de aquí.
Sudo y trato de hablar, entretanto
tiemblo.
Casi más que la muerte lamento mi nacimiento.
y todo lo que pido
son mil metros de nieve encima de mi corazón.

Mies joka rakasti vaimoaan liikaa, 1979

*****

Érase una vez un hombre que amaba tanto a su mujer
que no le quedaba energía para otra cosa.
Se le reventaron los zapatos, su abrigo se gastó hasta convertirse en gasa,
y los botones de la camisa volaban hacia el alto cielo
por el mero embate de se apasionado corazón.
Su mujer se vio demasiado apurada cuan la necesidad apremió,
la pobreza se salía por las ventanas, no funcionaba nada,
y el hombre no hacía otra cosa que amar.
Todo esto ocurrió en Rusia, a la luz de un quinqué,
en los días en que las gentes eran todavía ricas en nieve,
el vodka brillaba como un diamante en su copita mellada,
una rodaja de pepino era el centelleo de sueño,
y en la esquina del granero junto a la casa parroquial
un cascabel en la correa del perro sonaba como campanillas de
   un trineo onírico.
Una noche de helada, caí en la cuenta:
los perros son las tartas del corazón, cálidos, alimenticios,
y en alguna parta en el fondo de mi pecho, como un canto rodado,
hay un fragmento de la Vieja Rusia, unas migajas de amor crucificado.
Los brillantes lazos giran serenos,
la esquina de la casa se está resquebrajando,
algo se está rompiendo aquí en el silencio.
Por alguna parte en la nieve un viejo árbol se está muriendo:
su corazón de madera no puede soportar semejante frío.
En la centellante noche Dios está durmiendo: es una vieja historia,
y a la luna se le puso ese aspecto de fin de mundo

Mies joka rakasti vaimoaan liikaa, 1979

******

He adelgazado, por lo que veo. Pero cómo.
            Llevo en el pulgar adecuado
los signos del perro y del caballo.
            Uno hecho con un cuchillo de herrar, el otro,
con un colmillo.
            De las cicatrices nace la vida
y el corazón es una fosa común todavía abierta
            llena de la tela gris del llanto,
ruido metálico de medallas de identidad al viento.
            Siempre en otoño, tiempo de matanza de los pavos,
ando en un trineo con cuatro perros, el quinto
salta al lado atado como caballo de reserva
cuando un viento frío envuelve los bosques
            y en los campos arden hogueras bien vigiladas
así de fogosos son los caballos de batalla de la muerte
            pequeños e iracundo, y el viento del otoño
rojo como la sangre, como los serbales.

Tule takaisin, pikku Sheba, 1986

Fuente: Poesía Nórdica – Antología preparada por Francisco J. Úriz – Ediciones De La Torre
Traducción de Francisco J. Uriz con la colaboración de Kirsti Baggethun, Mona Moltke y Pentti Saaritsa



Biografía
Nació en Finlandia en 1939. Licenciada en Humanidades, trabajó como agricultora y bibliotecaria. Una de las poetas más relevantes de su generación. En 1987 recibió el Premio Finlandia.
Libros: Habitación en el espacio, 1973. El hombre que amó demasiado a su mujer, 1979. A pesar del verano, 1983. La voz de la fuerza, 1989. Vuelve mi Sheba, 1986. La casa del sol naciente, 1997. Vive entre Helsinki y los bosques de Finlandia.



sábado, 26 de enero de 2013

Juana de Ibarbourou, poesía


Egor Shapovalov

Rebelde

Caronte: yo seré un escándalo en tu barca.
Mientras las otras sombras recen, giman o lloren,
y bajo tus miradas de siniestro patriarca
las tímidas y tristes, en bajo acento, oren,

Yo iré como una alondra cantando por el río
y llevaré a tu barca mi perfume salvaje,
e irradiaré en las ondas del arroyo sombrío
como una azul linterna que alumbrara en el viaje.

Por más que tú no quieras, por más guiños siniestros
que me hagan tus dos ojos, en el terror maestros,
Caronte, yo en tu barca seré como un escándalo.

Y extenuada de sombra, de valor y de frío,
cuando quieras dejarme a la orilla del río
me bajarán tus brazos cual conquista de vándalo.

«Toilette» suprema

Bajo el encanto sombrío
de la tarde de tormenta
hay trazos de luz violenta
en la amatista del río.
Y siento la tentación
de hundir mi cuerpo en la oscura
agua quieta que fulgura
bajo el cielo de crespón.

Intensa coquetería
del contraste con la onda
que hará mi carne más blonda
entre su gasa sombría.
Rara y divina «toalé«
que en la penumbra amatista
dará una gracia imprevista
a mi cuerpo rosa-té.

Ninguna tela más bella
En su pliegue ha de envolverme.
¡Nunca tornarás a verme
Con tal blancura de estrella!
Jamás caprichoso azar
ha dado, a ninguna amante,
un lecho más fulgurante
bajo el amado mirar.

Deja que el río me vista
con sus largos pliegues lilas,
y guarda en tus dos pupilas,
junto al fondo de amatista,
la visión loca y suprema
de mi cuerpo embellecido
por el oscuro vestido
y la sombría diadema.

La Cita

Me he ceñido toda con un manto negro.
Estoy toda pálida, la mirada extática.
Y en los ojos tengo partida una estrella.
¡Dos triángulos rojos en mi faz hierática!

Ya ves que no luzco siquiera una joya,
ni un lazo rosado, ni un ramo de dalias.
Y hasta me he quitado las hebillas ricas
de las correhuelas de mis dos sandalias.

Mas soy esta noche, sin oros ni sedas,
esbelta y morena como un lirio vivo.
Y estoy toda ungida de esencias de nardos,
y soy toda suave bajo el manto esquivo.

Y en mi boca pálida florece ya el trémulo
clavel de mi beso que aguarda tu boca.
Y a mis manos largas se enrosca el deseo
como una invisible serpentina loca.

¡Descíñeme, amante! ¡Descíñeme, amante!
Bajo tu mirada surgiré como una
estatua vibrante sobre un plinto negro
hasta el que se arrastra, como un can, la luna.


La higuera

Porque es áspera y fea,
porque todas sus ramas son grises
yo le tengo piedad a la higuera.

En mi quinta hay cien árboles bellos,
ciruelos redondos,
limoneros rectos
y naranjos de brotes lustrosos.

En las primaveras
todos ellos se cubren de flores
en torno a la higuera.
Y la pobre parece tan triste
con sus gajos torcidos, que nunca
de apretados capullos se viste...

Por eso,
cada vez que yo paso a su lado
digo, procurando
hacer dulce y alegre mi acento:
"Es la higuera el mas bello
de los árboles todos del huerto".

Si ella escucha,
si comprende el idioma en que hablo,
¡Que dulzura tan honda hará nido
en su alma sensible de árbol!

Y tal vez, a la noche,
cuando el viento abanique su copa,
embriagada de gozo le cuente:
"Hoy a mí me dijeron hermosa".
  

Biografía
Poeta uruguaya (1892 – 1979). Una de las grandes autoras uruguayas. Recibió el Premio Nacional de Literatura en 1959.
Obra en verso:
Las lenguas de diamante (1919), - Raíz salvaje (1922), - La rosa de los vientos (1930), - Perdida (1950), - Azor (1953), - Mensaje del escriba (1953), - Romances del Destino (1955), - Angor Dei (1967), - Elegía (1968), - Obra completa (Acervo del Estado), (1992, cinco volúmenes al cuidado de Jorge Arbeleche), - Obras escogidas. Selección, prólogo y notas a cargo de Sylvia Puentes de Oyenard. Santiago de Chile, Editorial Andrés Bello, 1999, - Rapsodia de Juana de Ibarbourou. Selección y prólogos de Jorge Arbeleche y Andrés Echevarría. Editorial Rumbo, publicación de AGADU y del Parlamento uruguayo, 2009, - Perdida, - La Pasajera y otras páginas. Edición, selección y prólogos de Jorge Arbeleche y Andrés Echevarría. Publicación de UTU y del Parlamento uruguayo, 2011.
Obra en Prosa:
Cántaro fresco (1920), - Ejemplario (1928, libro de lectura para niños), - Loores de Nuestra Señora (1934, comentario a los nombres de la Virgen María), - Estampas de la Biblia (1934), - Chico Carlo (1944, cuentos autobiográficos sobre su infancia), - Los sueños de Natacha (1945, teatro infantil sobre temas clásicos), - Canto Rodado (1958), - Juan Soldado (1971, colección de dieciocho relatos)

lunes, 21 de enero de 2013

Verónica Zondek, poesía


Flor Garduño, Three in arrow

Protesta
A Emil Grinzweig

Tus vueltas
tus pasos
y tus tantas peculiaridades.
Todas aquí sobre la mesa
                                          que te vean
                                          que te toquen
cual íntima pertenencia de antropófagos libres.

Soy
         dices
y no me creen
                      dices
y la mar lame playas todavía
y los cielos acunan estrellas
y qué voy a hacer
                             dices
pueden pegarme
                          dices
y lenguararme entero
hasta sorberme la cobertura
                                               dices
pero no hay quien te busque
amor
                        ni quien te salve
                                               amor.

Pueden llorarme
                          dices
pueden reírme
pueden auscultarme el latido
                                               dices
y nosotros ubérrimos entendemos
aunque nos quemen los bosques
             nos sorban las aguas
             nos disipen las alturas.

Que el ay se suelta
                               grito yo
destila aceite
                        grito yo
que se van los clamores al entrecielo
y se escriben en la entrelínea
                                                grito yo
mientras la antena erguida
cerciora una realidad.
De: Entrecielo y entrelínea

No quieren nada

Antes
            me pudro y meto dedo incrédulo
            y cateo realidad.
Quedo sola
de boca finamente hilvanada
engullendo palabra propia para no morir áfona
                                                           y abandonar la cuna ósea.
Mezo tierna mis órganos hasta extraerles ronroneo.
Mas se hunden en flema
            se rodean pretéritos.
No quieren nada.
De: Entrecielo y entrelínea

XXI

Cansancio de te nacer
y no nutrir más que este espacio.

Muero entero tu gimo
en la sangre que tuya la mía duerme
el mojo tuyo en mi pañal
que el terror expande tu cara
y en mi mano
arrinconada
me mutilo.

Entera piénsote la luz
para el miento entero
te sepultar.
De: Vagido

Ciudadano

No existe alternativa.

Abandona su mano dejada de norte
y arriba quedó a su cuerpo
como si fuera otro.
Valle Solo aúlla.
Valle Solo es llama nitrada en su nariz temerosa.

Este manco tan ciudadano
busca encontrar un significado en esas noches compartidas.
Demanda las madrigueras del juego inocuo.
Encuentra su imagen sobre el lecho del mar.
Tierno y vacío arremete
roba
instala el muslo tibio de otro valle
que antes
mucho antes

un río ajeno

talló.
De: El libro de los valles

Biografía
Verónica Zondek Chile 1953. Poeta y traductora. Licenciada en Historia del Arte de la Universidad Hebrea de Jerusalén. Es coeditara de las cartas de Gabriela Mistral con intelectuales uruguayos.
Libros de poesía publicados:
Entrecielo y entrelínea, Santiago de Chile: Ediciones Minga, 1984 – La sombra tras el muro, Santiago de Chile: Ediciones Manieristas, 1985 – El hueso de la memoria, Buenos Aires: Editorial Último Reino, 1988 – Vagido, Buenos Aires: Editorial Último Reino, 1991 – Peregrina de mí, Santiago de Chile: Editorial Cuarto Propio, 1993 – Entre largatas, Santiago de Chile: Lom Ediciones, 1999 – El libro de los valles, Santiago de Chile: Lom Ediones, 2003

Fuente: Casa de Luciérnagas – Antología de poetas hispanoamericanas de hoy – Mario Campaña - Editorial Bruguera, 2007

sábado, 19 de enero de 2013

Frida Kalho , Diario

Frida Kahlo
Años

Esperar con la angustia

guardada, la columna

rota, y la inmensa mirada,

sin andar, en el vasto sendero...


Moviendo mi vida cercada de acero.



De: EL DIARIO DE FRIDA KAHLO. Un íntimo autorretrato

Poema en video: Años de Frida Kahlo por Carmen Feito Maeso



Vídeo: Lila Calderón.
Pinturas: Frida Kahlo.
(Se incluye fragmento de "Sueño de una tarde dominical en la Alameda Central", de Diego Rivera, año 1947).
Música: Lila Downs.




jueves, 17 de enero de 2013

Eila Kivikkaho, poesía

Dorothea Tanning - Voltage


Visión

Sin demorarse en los soles
sin detenerse junto a las estrellas
se encendió una luz en la noche

Junto a las yemas de los dedos
del ciego.
Parvi, 1961

Sobre la materia prima

Hasta la palabra
impronunciable
pule
el bloque del silencio.
Parvi, 1961

Mujer
Si fuese un árbol
me arrancaría de cuajo
bajo tu ventana.
Soy una mujer. Te esperaré
Bajo la ventana,
Niityltä pois, 1951

Sólo una gasa

Buenas noches
en una habitación oscura
como excavada en carbón.

La noche es gris,
Allí hay luz,
aunque sólo sea una gasa.
Sólo la habitación es oscura, más oscura que la noche.

Ni siquiera mi melancolía es una imagen de la vida.
Allí hay alegría
Aunque sólo sea un velo.
Contigo he enmarcado mi pensamiento
y mira, todo es mejor en la vida
que en mí.
Niityltä pois, 1951

Me gustaría

I
Me gustaría sentarme en el muelle
cuando el lago está solo
y oscurece,
cuando el viento se calma
y asciende la niebla.
Me gustaría sentarme en el muelle,
la casa llena de risas, deslumbrante.

Levántate niebla y envuelve la casa,
Sus duros sonidos , el resplandor de sus lámparas.
Me gustaría sentarme en el muelle
Hasta que la noche esté en calma.

II
                        Dame un paso suave,
                        noche que contemplo,
                        noche que tiene.
                        El rocío llega silencioso
                        y la niebla y la mañana.
                        ¡Un solo paso suave!
                        Lo escondo y me lo llevo

                        de la vida a la muerte.
                        No al pasado, no al futuro
                        ni siquiera de mí a ti.
Niityltä pois, 1951

Traducción de Francisco J. Uriz

Fuente: Poesía Nórdica – Antología preparada por Francisco J. Úriz – Ediciones De La Torre
Traducción de Francisco J. Uriz con la colaboración de Kirsti Baggethun, Mona Moltke y Pentti Saaritsa

Biografía
Eila Kivikkaho, nació en Sordavala Finlandia (1921 – 2004) Poeta y traductora. Luego de terminar la secundaria, trabajo como oficinista, se casó y tuvo tres hijos.
Desde sus inicios en 1942 con Sinikallio y cinco libros de poesía entre ellos: Viuhkalau 1945, Niityltä pois 1951, Venelaulu 1952 y Parvi 1961.
Al igual que las mujeres poetas de su generación el tema principal de su poesía fueron los problemas de género como miradas silenciosas y el lenguaje.
A partir de la poesía clásica japonesa creo un lenguaje poético finlandés. También realizó traducciones de literatura infantil.

lunes, 14 de enero de 2013

Elena Shvarts, poesía


Mariana Palova

Estoy harta de mi aislamiento

Estoy harta de mi aislamiento

Ojalá pudiera disolverme como una pastilla efervescente en el agua

Ojalá pudiera abandonar absurdamente mis dos piernas

Estar en todos lados y en ninguna parte



Ser todo y nadie. Y nada

tener forma de raíces de mandrágora

y volar, pero no como los niños cuando se arrojan de una pendiente

frenando con los pies.



Ojala pudiera no contemplar a través de las ranuras verdes de este saco de huesos,

No amar el aire que me penetra por las fosas nasales

Ni la puesta de sol dándome en la espalda, o el amanecer en el rostro.

No girar en este carrusel de fuego.


Tratado sobre la indivisibilidad del miedo y el amor

El sordo: si la bomba explota
Pensarás: “me quedé sordo”
(No entres a la habitación oscura
No prendas la luz

Dios puede estar ahí).

El ciego: Si algo de repente se enciende,
Pensarás: “Me quedé ciego”.
Y te convertirás en una cripta brillante, pero cerrada.
Entonces en este momento, cruza la puerta,
Prende la luz anaranjada,
Dios ya no está.

Ahora Él está adentro,
Ustedes dos están solos, en la oscuridad.
En la miseria, en la estrechez…

El mar suicida

Cuando lloras un mar

se termina el dolor

Algo cáustico sale de tus ojos

Cada lágrima es como una hora

Como si quisiera arrojarse ella misma

Verterse sola.

Amarga al gusto, cálida en los labios

Fluía, goteaba

Pero ahora la fuente está vacía

se acabó – ya no está

Y todo lo que había en el fondo, en lo más profundo,

Se lanzó hacia mí

Con todos sus pulpos,

Sus corales y sus piedras

haciéndome saltar los ojos

con sus colas, con sus hocicos maliciosos

juntos, emergerán

pero ¿por qué a través de mi?

¿En qué lugares funestos estuviste, mar

Para decidir repentinamente hacerte pedazos

En las insignificantes lágrimas humanas?

Traducción: Indira Díaz y Elmira khamatova

Biografía:
Elena Shvarts, poeta rusa (1848 – 2010). Estudio Letras en la Universidad Estatal de Leningrado, también teatro en el Instituto de Teatro, música y cine en Leningrado.
Premios: en 1979 recibió el premio de Andrey Belyi, en 1999 el premio “Severnaya Palmira”, en 2000 el premio de la revista “Zvezda”, en 2006 premio de la revista “Znamia”, en 2003 el premio “Triumf”.
Su obra ha sido recopilada en 4 volúmenes, en San Petesburgo.
Ha escrito diecisiete libros de poesía, entre ellos: Tantsuyushchiy David (El baile de David) (USA:Russika, 1985) y Trost’ skropistsa (el calígrafo Cane)(St. Petersburgo: Pushkinskiy fond, 2004). Además escribió dos novelas.