domingo, 31 de marzo de 2019

Golgona Anghel - Tres poemas


Libro Portada
Golgona Enghel, es rumana, sin embargo escribe en portugués, una relación personal al escribir en una lengua extranjera. Sin embargo nos sorprende por su frescura,  su poesía está impregnada de referentes culturales potentes, difícil de clasificar a veces profunda otras irreverente, un hábil manejo del humor, un nihilismo propio de éstos tiempos.  Sabe capta la atención y resulta difícil dejar de leerla. 
Os invito a leer estos tres poemas que he seleccionado y espero que os gusten.

En la sala de lectura del insomnio,
cuando el camión de la basura es
la única respuesta al silencio
y cada instante es un amante
que matamos en un abrir y cerrar de piernas,
acompaño en eco, hasta la estación,
los pasos apresurados de las empleadas domésticas.
Para ellas, no existe el infierno. Simplemente,
evitan soñar.
Para nosotros, el autobús 738 siempre irá al Calvario aunque paguemos el billete.

En el horizonte lento pero seguro de una utopía light,
paso el día vendiendo mi tercer mundo
en coloquios y conferencias internacionales.
Les muestro a todos el canino de oro,
mi piel de jirafa,
la bibliografía en francés.

Escribo la palabra vacío
después de la palabra espera.

Poso las manos sobre mis rodillas cansadas.
Limpia
pero mal vestida,
-mirad -
soy el nuevo modelo para el fracaso.


Na sala de leitura da insónia,
quando o carro do lixo é
a única resposta ao silencio
e cada instante é um amante
que matamos num abrir e fechar de pernas,
acompanho em eco, até a estaçao,
os passos apressados das empregadas de limpeza.
Para elas, nao há inferno. Simplesmente,
evitam sonhar.
Para nós, o autocarro 738 irá sempre ao Calvário,
mesmo se pago o bilhete.

No horizonte lento mas seguro, de urna utopia light,
passo odia a vender o meu terceiro mundo
em colóquios e palestras internacionais.
Mostro a toda a gente o canino de ouro,
a minha pele de girafa,
a bibliografía em frances.

Escrevo a palavra vazio
depois da palavra espera.
Pouso as maos sobre os joelhls cansados.
Limpa
mas mal vestida,
-olhai -
sou o novo modelo para o fracasso.

***

Vine porque me pagaban,
y yo quería comprar el futuro en cuotas.

Vine porque me hablaron de recoger cerezas
o de armas de destrucción masiva.
Pero sólo encontré cucos y cotilleos de feria,
ametralladoras de plástico, conejitos de Pascua y pulseras
de lata.

A bordo, alguien habló de justicia
(no, no era Marx).
A bordo, hablaban también de libertad.
Cuanto más moríamos,
más libertad teníamos para matar.
Mataba porque estabas cerca,
porque los otros se habían quedado en la esquina del súper
hablando, debatiendo el asunto.

Con estas manos levanté el polvo
con que ahora cubro nuestros cuerpos.

Con estas piernas subí diez pisos
para así poder mirarte de frente.

¿Alguien se atreve aún a hablar de posteridad?
Yo sólo pienso en cómo regresar a casa;
y qué bonita me queda la esperanza
mientras presento en directo
la autopsia de mi gloria.

Vim porque me pagavam,
e eu quería comprar o futuro a prestaçoes.

Vim porque me talaram de apanhar cerejas
ou de armas de destruiçao em massa.
Mas só encontrei cucos e mexericos de feira,
metralhadoras de plástico, coelhinhos de Páscoa e pulseiras
de lata.

A bordo, alguém falou de justiçia
(nao, nao era o Marx).
A bordo, talavam também de liberdade.
Quanto mais morríamos,
mais liberdade tínhamos para matar.
Matava porque estavas perto,
porque os outros ficaram na esquina do supermercado
a falar, a debater o assunto.

Com estas maos levantei a poeira
com que agora cubro os nossos corpos.

Com estas pernas subi dez andares
para assim te poder olhar de frente.

Alguém se atreve ainda a falar de posteridade?
Eu só penso em como regressar a casa;
e que bonito me fica a esperança
enquanto apresento em directo
a autópsia da minha glória.

***

Tengo humor y lo vendo barato.
Hay muchos a los que les gusta.

Me agrada cocinar
y pienso que se me dan bien el tiramisú
y el pulpo a la gallega.
No tengo deudas fiscales
y soy beneficiario de un seguro de salud del estado.
Ya he visitado 24 países, entre ellos Siria, Nepal
y Nueva Caledonia.
He dormido en las noches blancas de Laponia;
cacé un tigre en la selva subsahariana;
di clases de historia occidental a niños desnutridos, en una
aldea de Bangladesh
y vi a Charlize Theron gorda en la película Monster.

Un día adoptaré una niña huérfana de Afganistán.
Sólo estoy esperando que los americanos
dejen de bombardear Kabul.
Hasta entonces, compro cada año
una postal humanitaria de la Unicef.
A sólo un click de distancia, también vosotros podéis ser
   socios del
Grupo de Apoyo a las víctimas de la malaria.
Ahora sólo me falta pagar
un crédito de 300.000 euros para ser feliz.


Tenho humor e vendo-o barato.
Muita gente gasta disto.

Dá-me gozo cozinhar
e penso que até sei fazer bem tiramisú e
chocos a lagareiro.
Nao tenho dívidas fiscais
e sou beneficiário de um seguro de saúde do estado.
Já visitei 24 países, entre os quais a Síria, o Nepal e
a Nova Caledónia.
Dormi nas noites brancas da Lapónia;
cacei um tigre na selva subsaariana;
dei aulas de história ocidental a crianças subnutridas, numa
aldeia de Bangladesh,
e vi a Charlize Theron gorda no filme "Monster".

Um dia vou adoptar urna menina órfa de Afeganistao.
Estou apenas à espera que os americanos
parem com os bombardeamentos em Cabul.
Até lá, compro todos os anos
um postal humanitário da Unicef.
A distancia de um click, voces também podem ser sócios do
Grupo de Apoio às vítimas da malária.
Só me falta agora pagar
um crédito de 300.000,00 euros para ser feliz.

Fuente: Golgona Anghel - Vine porque me pagaban - Edición Bilingüe - Traducción de Aníbal Cristobo - Editorial Kriller71ediciones - 2019



jueves, 21 de marzo de 2019

CHANTAL MAILLARD – LA HERIDA DE LA LENGUA







CHANTAL MAILLARD – LA HERIDA DE LA LENGUA
Quiero compartir unos poemas de una de las grandes voces de la poesía contemporánea, Chantal Maillard, “La herida de la lengua” fue editada por Tusquets en 2015 e ilustrado por David Escalona.
La herida de la lengua, es un viaje a través del dolor, de la herida. La lengua como una búsqueda interior, no desde el lenguaje sino desde la oscuridad, nos habla de los hilos de la historia de la humanidad.
Explorar el cuerpo, su herida y que sea el dolor de la herida la que hablé: “Entre la carne / líquida/ a tientas / Hurgar – jugos-/ a oscuras no / la/ claridad/
El horror de cada día expresado en la náusea y en el miedo: “ cada mañana / la náusea / y la marea del miedo / subiendo entre los juncos.”
La importancia de ir hacia el origen, antes que la palabra se vaciara de contenido y se llenara de ruido, por lo engañoso que puede ser el lenguaje, el lenguaje nos atrae por su brillo pero las palabras muchas veces carecen de significado, entonces solo nos queda el balbuceo.
Os dejo algunos poemas y os invito a tener este libro tan necesario en estos tiempos.

***

Dormir

como
hacia el origen

antes de la escritura
antes de la palabra

cuerpo
dichoso si tan sólo
posible fuese nunca
despertar

***

El mí
no se atrapa con ningún otro mí.

La conciencia es un mí encubierto.

****

Leguaje: lujosa encuadernación
de la ignorancia.

****

Oídme.           Hablo
de cosas muy concretas.

Hace tiempo me atrajo la eufonía
confortante de las palabras        su
cadencia y el brillo
impertinente del espíritu ─ ¿espíritu? ─
en la cuerda floja de la nada.
Fui de aquéllos.
Fortalecí el ansia de saber porque el yo
se refuerza sabiendo y
quería ser más.
Pero al fin sigue siendo nada
el yo bajo el decir.
Os hablo de cosas muy concretas.
Quien habla es lo de menos.

***

Recluido en un torreón a las orillas del río Neckar, en los últimos años de su vida, Friedrich Holderlin, según se cuenta, a cualquier pregunta que se le hiciese, contestaba invariablemente “pallaksch, pallaksch”, una expresión la que se remeda el balbuceo de los niños pequeños. Celan aulude a ello en el poema “Turinga. Enero”: si viniera, / si viniera un hombre al mundo, hoy con / la barba de luz de / los patriarcas: / debería, / si hablara de este / tiempo, / debería / sólo balbucir y balbucir, / siempre-, siempre / asíasí. (“Pallaksch. Pallaksch.” Era el mes de enero cuando los altos mandos de la SS se reunieron en Turinga para decretar el exterminio del pueblo judío. Hay épocas, en efecto, en que la boca de un sabio no podría sino balbucir. Pero

¿y en qué época no? ¿La historia de la humanidad no es acaso toda entera, desde sus inicios, la historia de un crimen? Las naciones europeas no cesan de recordarse mutuamente el holocausto judío, pero ¿fue éste el único? ¿En qué cuidad se decretó el genocidio de Namibia (1904-1908)? ¿En qué mes el de Armenia (1915 – 1923), el de Ucrania (1929), el de España (1936-1975), el de la Franja de Gaza? ¿Lo recordamos?

Tan sólo en los últimos sesenta años, con implicación directa o indirecta de los gobiernos de Occidente, fueron masacrados

siete millones de vietnamitas
dos millones de camboyanos
dos millones de kurdos
quinientos mil serbios
un millón doscientos mil argelinos
setenta mil haitianos
ochocientos mil tutsis y hutus
doscientos mil guatemaltecos
trescientos mil libaneses
un número aún creciente de palestinos

¿los recordamos?

Y aunque así fuese, ¿nos sentiríamos concernidos? Cuanta más alta sea la cifra más espectacular será el suceso y, por lo tanto, menos habrá de implicarnos: el dolor siempre acude en singular. Sumamos y redondeamos como para ajustar  la tasa de sufrimiento. ¿Puede acaso sumarse el sufrimiento? ¿Será más el dolor de todo un pueblo que el de cada uno de sus miembros? ¿Cómo sufre “un pueblo”? ¿Existe el Pueblo o Nación independiente de su gente? Y

Cada uno de los seres que padecen ¿No será siempre el mismo, una y otra vez, infinitamente?

Ahora, cuando todo es aquí, irremediablemente aquí y ahora, ante la permisión del horror yo digo:

Si viniera,
si una mujer viniera, ahora,
si una mujer viniera al mundo con
la espiga de luz de
las matriarcas: debería
si hablara de este
tiempo
debería
tan sólo balbucir, balbucir
y así tal vez
tal vez así
asíasí
tal vez

Chantal Maillard



domingo, 17 de marzo de 2019

Tishani Doshi - La canción del inmigrante


Foto mía

La canción del inmigrante


No nos permitas hablar de esos días

cuando los granos del café llenaban la mañana

con esperanza, cuando los velos de nuestras madres

colgaban como banderas blancas tendidas al sol.

No nos permitas hablar de los brazos largos del cielo

utilizados para acunarnos en el atardecer.

Y los boababs – no nos permitas el trazo

de la forma de sus hojas en nuestros sueños

o anhelar el ruido de esos pájaros sin nombre

que cantaron y murieron en los aleros de las iglesias.

No nos permitas hablar de esos hombres,

que fueron robados de sus camas en la noche.

No nos permitas pronunciar la palabra

                                               desaparecido.

No nos permitas recordar el primer olor de la lluvia.

Mejor, permítenos hablar ahora de nuestras vidas-

de las verjas, los puentes y las tiendas.

Y cuando partimos el pan

en el café y en las mesas de las cocinas

con nuestros nuevos hermanos,

no nos permitas cargarlos con historias

de guerras o abandonos.

No nos permitas nombrar a nuestros viejos amigos

que se deshacen como en los cuentos de hadas

en los bosques de la muerte.

Nombrándolos no los devolveremos.

Permítenos estar aquí y esperar a que llegue

el futuro, para que hablen nuestros nietos

en lenguas viperinas acerca del país

del que alguna vez provenimos.

Háblanos de tu país, tal vez pregunten.

Y pienses tal vez en hablarles

del cielo y de los granos de café,

de las pequeñas casas blancas y de sus calles polvorientas.

Tendrías que poner a flote tu memoria

como un barco de papel corriente abajo.

Podrías rezarle a ese papel

susurrar tu historia al agua,

que esa agua la cante a los árboles,

y los árboles la griten y la griten

a las hojas. Si aún la guardas

y no hablas, podrías escucharla

la vida entera llenando el mundo

hasta que el viento sea la única palabra.

De: Tishani Doshi - Traducción de María GERMANÁ MATTA


The Immigrant's Song


Let us not speak of those days

when coffee beans filled the morning

with hope, when our mothers' headscarves

hung like white flags on washing lines.

Let us not speak of the long arms of sky

that used to cradle us at dusk.

And the baobabs—let us not trace

the shape of their leaves in our dreams,

or yearn for the noise of those nameless birds

that sang and died in the church's eaves.

Let us not speak of men,

stolen from their beds at night.

Let us not say the word

                                            disappeared.

Let us not remember the first smell of rain.

Instead, let us speak of our lives now—

the gates and bridges and stores.

And when we break bread

in cafés and at kitchen tables

with our new brothers,

let us not burden them with stories

of war or abandonment.

Let us not name our old friends

who are unravelling like fairy tales

in the forests of the dead.

Naming them will not bring them back.

Let us stay here, and wait for the future

to arrive, for grandchildren to speak

in forked tongues about the country

we once came from.

Tell us about it, they might ask.

And you might consider telling them

of the sky and the coffee beans,

the small white houses and dusty streets.

You might set your memory afloat

like a paper boat down a river.

You might pray that the paper

whispers your story to the water,

that the water sings it to the trees,

that the trees howl and howl

it to the leaves. If you keep still

and do not speak, you might hear

your whole life fill the world

until the wind is the only word.


De: Tishani Doshi, "The Immigrant’s Song" from Everything Begins Elsewhere. Copyright © 2013 by Tishani Doshi.  Reprinted by permission of Copper Canyon Press.
Source: Everything Begins Elsewhere (Copper Canyon Press, 2013)



Biografía

Tishani Doshi, poeta, escritora y bailarina nació en Madras, India. Ganó una beca del Queens College en Carolina del Norte y un MA en the Writing Seminars de la Universidad Johns Hopkins. Después de trabajar en una revista de moda en Londres, Tishani Doshi regresa a la India. Un inesperado reencuentro con uno de los más importantes coreógrafos hindús Chandralekha, le dio la oportunidad de desarrollar su carrera como bailarina. Tishani Doshi baila con el grupo de Chandralekha a nivel internacional. A su vez, trabaja como periodista independiente en The Guardian, The National, y the Hindu.
Doshi ha sido reconocida como una escritora creativa, su primer libro de poesía “Countries of the Body (2006), ganó el premio por su obra Best First Collection. Otras de sus colecciones incluyen: Everything Begins, Elsewhere (2013), Doce Marcescenza (Dulce decadencia) (2005), y Girls are Coming Out of the Woods (2018).
Su primera novela The Pleasure Seekers (2010) fue finalista en los premios de ficción de la India, fue traducida a varias lenguas. También ha escrito Fountainville, New stories from the Mabinogion (2013), Madras Then Chennai Now (2003), y The Adulterous Citizen (2015). Entre los premios recibidos figuran: Eric Gregory Award y All-India Poetry Prize.
Vive en Tamil Nadu, India.



jueves, 14 de marzo de 2019

Mis poemas: Osadía animal

Bolita (foto mia)

Osadía felina
A Bolita y Lea
Contemplo tu figura de pequeñas intrigas
la cadencia de tus pasos ciegos
me sorprende
sorteando cada obstáculo
como la osadía de tu instinto.

Quince años compartiendo gestos
¿Soy yo el signo que atraviesa tu mirada?
o eres simplemente mi felina compañera
que me aguarda
cada día con un guiño.

Puntos suspensivos pegados a tu cola
y esa indiferencia majestuosa
sin embargo, cuando mi mano se posa en ti
una sacudida inesperada resopla en mi pecho
es el big band inaudito de la belleza.

Tu mirada penetrante
simula algún reclamo
¿Estás satisfecha
entre estás cuatro paredes?

Ella me acompaña
con su cabezazo de ternura
y en un minuto
su serenidad me arropa
cuando me acurruco al silencio
indescifrable de sus ojos.


Mis poemas: María GERMANA MATTA

viernes, 8 de marzo de 2019

Ana Pérez Cañamares - poema


Fotografía de la red - desconozco al autor

En el día de la mujer os dejo este potente poema de Ana Pérez Cañamares. Nos habla en paralelo de un supuesto yo, que podría ser cualquier mujer que vive en un país occidental, con todas las oportunidades de nuestras sociedades privilegiadas y nuestras hermanas de tantos países que día a día sufren la tremenda desigualdad por el simple hecho de ser mujeres. 
Este poema pertenece al libro: "Las sumas y los restos" el cual recibió el premio de poesía Blas de Otero-Villa de Bilbao en diciembre de 2011. 


Poema sin título

Pocos saben que tengo otra hermana.

El azar nos separó al nacer.

Yo mamaba la leche de mi madre

mientras ella se secaba al sol.

Cuando perforaron mis orejas

ella recibió la ablación del clítoris.

Follé con hombres y sufrí por todos;

a manos de uno solo se quebró ella.

Me separé, lloré, abandoné mis sueños.

Ella murió unas cuantas veces

bajo piedras, ácido, sida y malaria.

Su cuerpo se deshizo y se recompuso.

En una o dos ocasiones fue feliz de morir.

Mi hija creció; mi hermana murió en el parto.

Años después parió una niña y se la quitaron.

Yo veo mi cuerpo envejecer; ella no tiene espejo.

Me pongo cremas antiarrugas

pero toda ella es un surco.

Yo hago listas de lo que le duele:

pero ella es la que administra su dolor.

(De Las sumas y los restos)