Fotografía de la red - desconozco al autor
En el día de la mujer os dejo este potente poema de Ana Pérez Cañamares. Nos habla en paralelo de un supuesto yo, que podría ser cualquier mujer que vive en un país occidental, con todas las oportunidades de nuestras sociedades privilegiadas y nuestras hermanas de tantos países que día a día sufren la tremenda desigualdad por el simple hecho de ser mujeres.
Este poema pertenece al libro: "Las sumas y los restos" el cual recibió el premio de poesía Blas de Otero-Villa de Bilbao en diciembre de 2011.
Poema sin título
Pocos saben que tengo otra
hermana.
El azar nos separó al nacer.
Yo mamaba la leche de mi madre
mientras ella se secaba al sol.
Cuando perforaron mis orejas
ella recibió la ablación del
clítoris.
Follé con hombres y sufrí por
todos;
a manos de uno solo se quebró
ella.
Me separé, lloré, abandoné mis
sueños.
Ella murió unas cuantas veces
bajo piedras, ácido, sida y
malaria.
Su cuerpo se deshizo y se
recompuso.
En una o dos ocasiones fue feliz
de morir.
Mi hija creció; mi hermana murió
en el parto.
Años después parió una niña y se
la quitaron.
Yo veo mi cuerpo envejecer; ella
no tiene espejo.
Me pongo cremas antiarrugas
pero toda ella es un surco.
Yo hago listas de lo que le
duele:
pero ella es la que administra su
dolor.
(De Las sumas y los
restos)
3 comentarios:
Magistral
Maravilloso poema, me ha encantado. Tiene una fuerza que taladra el alma.
Un beso!
Carmela:
Me alegra verte por aquí. Coincido contigo, este poema es magnífico.
Otro beso para ti.
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