Para los amantes incondicionales de la literatura. Aquellos que cabalgan entre el sueño y la locura.
lunes, 13 de julio de 2009
Magdalena Chocano, poesía
Foto de: Rosa Basurto, Mirando el cielo
Magdalena Chocano, poesía
Nació en Lima en 1957. Estudió historia en la Universidad Católica de Lima, realizó una maestría en Ecuador y se doctoró en Estados Unidos. Actualmente es investigadora en la Universidad de Barcelona. Ha publicado diversos libros de historia y también artículos sobre la historia del Perú y México en revistas especializadas.
En el Perú conocemos la trayectoria de Magdalena Chocano como poeta, su poesía está cargada de simbolismo, indaga y trasciende buscando significados más allá de la palabra. Ella escribe al margen de la poesía peruana, tanto de su generación como de género. Lamentablemente, el esfuerzo editorial en el Perú no es suficiente y siempre ha estado en crisis, por eso es difícil encontrar sus libros. Su poesía siempre me gustó por eso he revisado varias antologías, artículos diversos y revistas para realizar una pequeña selección de poemas que espero os guste.
Ha publicado: Poesía a ciencia incierta, Lima: Safo ediciones, 1983. Estratagema en claroscuro, Lima: Instituto Nacional de Cultura, 1986. Contra el ensimismamiento (partituras), Barcelona: ediciones insólitas, 2005 y su último libro Otro desenlace editada por Veer Books.
Julio Ortega, crítico nos dice: Magdalena Chocano es reconocida como una de las voces más ciertas de la poesía joven latinoamericana. Contra el ensimismamiento (partituras), publicado en Barcelona, es un intrigante poemario que imbrica la palabra exploratoria en imágenes que grafican el alfabeto. Estos poemas configuran, así, una secuencia reflexiva sobre los poderes de la palabra. Por ello, se presentan como partituras del habla, de su nacimiento, dinámica y articulación. El habla poética como ritmo y melodía, a su vez, conforman el cosmos del lenguaje que habitamos. El poema es la revelación de ese lugar milagroso donde somos dichos plenamente, de paso, entre lo oscuro y el fuego, en el tránsito del verbo hecho cuerpo: "la melodía sin freno en la agonía de la luz." La poeta, quizá a nombre de las escritoras y sus lectores en esta hora de relevo narrativo, anuncia que "la mujer negativa es toda esencia/ la mujer en transacciones celestiales y desalmadas." Y reclama: "leamos estos nombres, veneremos la piedra incisa, el tacto."
Os dejo con una selección de poemas:
Todavía siento esta melodía en la oscuridad
una partitura hecha trizas por familias
de músicos que ejecutan una justicia
sumaria en cada recodo de la urbe
¡cuánto castigo cabe en sus notas lejanas!
Esta augusta catalepsia tiene oídos
para olés y llantos
doquier reinan y dividen las leyes draconianas
contra el tararear furtivo
las reapariciones son
un remolino de hojas
que se revuelca
en el gris del otoño
duelo y vuelo en la santa madrugada,
ojeras de un sueño repleto de agitados acordes
de rencillas con el más allá porque la belleza
no cierre el paso a otras bellezas que se niegan
a marcar el compás,
que niegan el compás,
la maquina de incidentes entreteje
¡tantos ayes!
¡tantas manos retorciéndose en desesperados regazos!
esas voces atlánticas se agigantan por los ríos del aire
vuelve una rumba insomne a inundar la orilla del durmiente
nadie debe aferrarse así
a un estribillo
de palabras que no existen
nadie que no esté de más
de más y respirando el acontecimiento
que se extingue en la lejanía de un sonido
has de creer para sentir que tienes algo,
siendo el tener cada vez más decisivo,
y el sentir, apenas sombra del tener,
y no prosigo
es
evitar la sombra
tanto como
evitar la luz
De: Contra el ensimismamiento (partituras)
la locura de ser aún cuando ya ser imposible
¡redunda, hosco río de remembranza,
Sobre el bello desequilibrio que introduce
La irreflexión en el paisaje!
Por dentro del negro tímpano de Dionisio
Basculan las voces atenienses conspirando
Ignoto oír-
-turbulentos espejos
Música extraviada en cerebral trastabilleo
Girando sobre el abdomen
Que escapa hundido ante un pubis
exaltado
tras una ráfaga de codos
esa broma de ser otro inaudible
la pincelada submarina
navega por ese cuerpo
un oleaje del sistema
ramificado de penumbra
recompone el esbozo
juegan los prisioneros a dar voces
rasgan la curvatura solitaria
ese oído se pierde en aquellas visiones
ese oído se escurre
tras el ansioso coro
manotea la perfección
del agua que agazapa
para asaltar
ese inane respiro
permitido
en la orilla
De: Contra el ensimismamiento (partituras)
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en un parque largas horas
cuando tras la ventana oval
una sombra espíe y tiemble
crearme
crearte
esa textura de piel bajo mi mano acaba
y desliza sobre mi pensamiento
la prodigiosa diafanidad de un cuerpo
mi caminata abrazando tu cintura
nuestros pasos resuenan
en la blanca avenida mental de esta memoria
todas las calles se detienen al filo del océano
y allí estás tú
los ojos bajo el ala del sombrero
el luminoso regazo
las plantas de los pies apenas húmedas
mi blusa blanca henchida por la brisa
te cubre los hombros
cuando escuchas mi serenata
cantada en este puerto terrible de la historia
este júbilo es real porque no existe
y digo estas palabras
en las orejas de marineros ebrios y neuróticos
a los que he apartado a puntapiés
para que tú transites levemente
por las esquinas indecibles de la noche
De: Otro Desenlace
VERDADERAMENTE los planetas
Nemea y Salamina
bellísimos
ante los ojos almados
se dispersan los no mumerosos hijos
esa noche paseé con la parentela disminuida
que había quedado allí
diezmados durante ese viaje interestelar
a millones de años luz, de años sombra
la lava furbunda y belicosa
atrofiaba largamente los caminos
era difícil avanzar con medios de transporte tan arcaicos
cual es el bendito itinerario de los vientos
que trazan el camino de regreso
secreto que conoce el navegante portugués
ha jurado callar, callar, callar
imperio el suyo de silencio y tiempo.
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este es el vacío vívido y poderoso que ningún aliento empaña
ante su áurea membrana
la especie titubea
en la sangre
está reencarnado
se extiende movedizo bajo ninguna nave
en su incandescencia inexplorable
el brillo de la mirada palidece
cuán remoto este olor
cuán infinito
este es el sobresalto
la osadía
lo que sin desear se ha deseado
la bienvenida muerte
De: Otro Desenlace
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