Margaret Atwood – Poema de la noche
Imagen de Sarolta Ban
POEMA DE LA NOCHE
No hay por qué tener
miedo,
es nada más el viento
dando vuelta hacia el
Este, nada más
que tu
padre el trueno
tu
madre la lluvia
en este país de agua
con su luna beige
húmeda como un hongo,
sus troncos anegados
y los pájaros largos
que nadan, donde el
musgo crece
por toda la
superficie de los árboles
y tu sombra no es tu
sombra
sino tu reflejo,
tus
padres verdaderos desaparecen
cuando la cortina se
corre sobre tu puerta.
Somos los otros,
los de abajo del
lago,
parados en silencio
al lado de tu cama
con nuestras cabezas
de oscuridad.
Vinimos a cubrirte
con lana roja,
con nuestras lágrimas
y susurros distantes.
Te hamacás en los
brazos de la lluvia,
en el arca helada de
tu sueño,
mientras esperamos,
padre y madre
nocturnos,
con las manos frías y
una linterna apagada,
sabiendo que solo
somos
las sombras
vacilantes que arroja
una vela, en este eco
que treinta años
después vas a escuchar.
Margaret Atwood –
traducción al español de Sandra Toro
No hay por qué tener
miedo,
es nada más el viento
dando vuelta hacia el
Este, nada más
que tu
padre el trueno
tu
madre la lluvia
en este país de agua
con su luna beige
húmeda como un hongo,
sus troncos anegados
y los pájaros largos
que nadan, donde el
musgo crece
por toda la
superficie de los árboles
y tu sombra no es tu
sombra
sino tu reflejo,
tus
padres verdaderos desaparecen
cuando la cortina se
corre sobre tu puerta.
Somos los otros,
los de abajo del
lago,
parados en silencio
al lado de tu cama
con nuestras cabezas
de oscuridad.
Vinimos a cubrirte
con lana roja,
con nuestras lágrimas
y susurros distantes.
Te hamacás en los
brazos de la lluvia,
en el arca helada de
tu sueño,
mientras esperamos,
padre y madre
nocturnos,
con las manos frías y
una linterna apagada,
sabiendo que solo
somos
las sombras
vacilantes que arroja
una vela, en este eco
que treinta años
después vas a escuchar.
Margaret Atwood –
traducción al español de Sandra Toro
NIGHT POEM
There is nothing to be
afraid of,
it is only the wind
changing to the east, it is
only
your
father the thunder
your
mother the rain
In this country of water
with its beige moon damp as
a mushroom,
its drowned stumps and long
birds
that swim, where the moss
grows
on all sides of the trees
and your shadow is not your
shadow
but your reflection,
your true parents disappear
when the curtain covers your
door.
We are the others,
the ones from under the lake
who stand silently beside
your bed
with our heads of darkness.
We have come to cover you
with red wool,
with our tears and distant
whispers.
You rock in the rain’s arms,
the chilly ark of your
sleep,
while we wait, your night
father and mother,
with our cold hands and dead
flashlight,
knowing we are only
the wavering shadows thrown
by one candle, in this echo
you will hear twenty years
later.
Margaret
Atwook
Fuente:El placard
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