Foto de Tomasz Gudzoway
DESPUÉS DE LAS BOMBAS
i.
DESPUÉS DE LAS BOMBAS VINIERON
LOS SANMARQUINOS
corriendo bajo cuesta
hacia /la incertidumbre/
un laberinto de
piedras y humo
tres juraron entre lágrimas no
retroceder
ante una totalidad
articulada/compleja/contradictoria y sus instituciones
y sin embargo enterrados sus
rostros sus costillas
el olor a batalla les quemaba las
narices
un rumor de derrota se sobreponía
/ después de las bombas
despejaron el terreno
pesando sus pasos
y golpe tras golpe
y grito tras grito hacia el
desconcierto
un laberinto de piedras y
panfletos donde anduvimos perdidos
bajo la mirada de trescientos
uniformados
dos tanquetas complacientes
y tres perros del lugar
inevitablemente
/quedaba esperar/
a lo lejos el sol quema sin haber
salido
ii.
DESPUÉS DE LAS BALAS VINIERON LOS
CAÍDOS
y avanzaron
como única verdad legítima justa
y grande entre cuantas ha conocido la historia
bajo la mirada tres perros del
lugar
trescientos perros del estado
cien estudiantes (y un poco
menos, se especulaba) formados
algunos con palos otros con miedo
desnudos los ojos abiertas las
voces
a defender una
única hipótesis posible todopoderosa porque es cierta
ESTAMOS CONVENCIDOS LA LUCHA ES
EL CAMINO
hasta
quedar exhaustos
pero indivisibles
después de las bombas
la ansiedad de la lógica en sus
cabezas y en sus bocas
un vacío como la noche negra
en sus estómagos / un laberinto
de piedras y pan duro para la noche
acaso
una formación social concreta con
una historia específica se ha levantado
acaso
un hito un proceso revolucionario
–de entre los varios procesos en la historia– siquiera prerevolucionario
acaso
una oportunidad para la
articulación
de nuestro glorioso movimiento
una oportunidad
para recuperar por fin recuperar
el cogobierno recuperar los espacios de la reforma por fin
denunciar mil veces denunciar
grupos autoritarios
sectores corruptos sectores
reaccionarios
los mismos miserables sirviendo a
un aparato abiertamente privatizador
mercantilista sirviendo
acaso no el estado acaso en su
cima los andes sostengan el deber democrático de brindar a
todos los malditos amurallados un
libro un mísero libro hasta el punto de no dejarnos morir
acaso
un laberinto
una vanguardia en nuestros
estómagos acaso lenin nos veía acercarnos cien años atrás acaso
estamos sangrando
acaso los nombres las consignas
los héroes las batallas el dolor se quedan en el silencio
de la madrugada
plena hora en que atacaron miserables
la negra noche /como un hoyo/
iii.
DESPUÉS DE LAS BALAS VINO EL
FISCAL
defensoría
la prensa
un par de curiosos un congresista
después de las bombas mirarnos las
caras
y pensar
que todo está hecho
a lo lejos la victoria quema
un rumor de retorno permanece
bajo la sombra
nudo de inquietudes: nadie baja
la cabeza
Datos de la autora:
Datos de la autora:
Valeria Román Marroquín, Nació en Arequipa - Perú - 1999. En la actualidad estudia Filosofía en
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. En el 2016 publicó su primer poemario: "Feelback".
Fuente: Revista Cantera
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