domingo, 7 de abril de 2019

Gabriela Ibañez - poemas



Gabriela Ibañez - poemas

Iniciaciones

I
Apenas alcanzaba a mirarse en los espejos
y en su rostro       perfectamente redondo
una cicatriz
como una mariposa
se posó        violentamente.

II
A los trece años
supo de los espejos y de las intersecciones
de la inclinación de la luz sobre la piel
de las rodillas desnudas y de las cicatrices

olvidó las bicicletas.

III
Cómo olvidar octubre- pensó
¿ves la extensa cicatriz sobre mi pierna derecha?
Ahora tócala         acostúmbrate        bésala
Es la marca de los hombres que vencen a la muerte
Habitarás en ella.

El pájaro de todas las tardes

Cuando venía la primera luz de la noche
después de la mantequilla y el pan tostado
corríamos a escondernos en el jardín
mi refugio favorito
era la enredadera de las flores de novia
mi hermano prefería subirse a la copa
del árbol de chirimoyas
y la menor de mis primas
sobre los helechos atestados de pequeños caracoles
cuando presentíamos su parsimonioso aleteo
callábamos y nos quedábamos inmóviles
y el pájaro   negro                    inmenso
de pico naranja brillante
descendía de un solo golpe seco
parecía olfatear el césped
como un viejo y ciego lobo
y luego empezaba a tragarse los objetos
que cada uno de nosotros
dejaba como ofrenda sobre el jardín
la primera vez
le dejé mi muñeca favorita
la segunda    dos perlas heredadas de mi madre
la tercera    el caballo musical
la cuarta      un puñado de astromelias que recogí
         del parque
la quinta      el aguamarina que mi abuela me regaló
así siguió de tarde en tarde
viniendo a llevarse lo que buenamente le dejábamos
fuimos creciendo
hasta que una tarde
no regresamos más al jardín
pasaron los años
y mi abuelo cayó en un sueño profundo
uno a uno fuimos llegando a la casa para la despedida
le dábamos un beso en la frente
nos sentábamos a su alrededor
mientras esperábamos

a las seis dejo de respirar

nos sacaron de la habitación hacia el jardín
llorábamos cada uno en su antigua posición
aquella tardo lo vi por última vez
revoloteaba encima de nuestras cabezas
trinando estrepitosamente
entonces supo por qué estaba ahí.


Dentro del vientre de algún lobo

Suerte de aquellas que tienen la piel tan blanca
         como la nieve
y siete veces siete
oyen comentar de la suavidad de sus mejillas
de aquellas hacendosas que tienen siempre la casa
         en orden
y los vestidos de las hermanastras planchados para
         la fiesta
sin dejar nunca nada para después
de aquellas que cuidan con devoción sus cabellos
para que un hombre trepe por ellos
y les dé la libertad
suerte de aquellas que saben esperar con los ojos
         cerrados
el eso que finalmente las despertará
pero yo que con ojos bien abiertos
preferí seguir el camino de las espinas
jamás podré ser como mi madre o mi abuela
y seguramente      ningún hombre
me rescatará de ser comida por un lobo.

Fuente: Grabriela Ibañez de: Las buenas noches – Paracaídas editores  - noviembre de 2012

Biografía
Gabriea Ibañez Oviedo, (Lima 1982), estudió Filosofía en la Universidad Nacional de San Marcos y estudió Literatura Hispanoamericana en la Pontificia Universidad Católica del Perú. Ha trabajado en revistas y editoriales. Actualmente dirige POLIFONÍA EDITORA, sello de álbumes ilustrados que tiene como objetivo impulsar el arte y la literatura infantil en Latinoamérica. Ha publicado poemas en medio virtuales. Fue uno de las poetas ganadores del concurso Prima Fermata Literaria 2006 (UNMSM) y ha participado en diversos recitales. Junto a Rocío Fuentes dirige La Purita Carne, plataforma que difunde el arte de las mujeres a través de distintas disciplinas. (Fuente del Libro).


4 comentarios:

Carmela dijo...

No la conocía, y me ha gustado mucho, gracias por acercármela.
Un beso!!

batalla de papel dijo...

Gracias Carmela, otro beso para ti.

Daniel Céspedes Cano dijo...

Su poesía siempre fue muy fina. ¿Y los poemas que incluyó en el concurso Prima Fermata Literaria están también incluidos en este libro? No tenía noticia de su publicación, la verdad...

batalla de papel dijo...

Gracias Daniel por tu comentario, tienes toda la razón con la finura de su poesía.
Honestamente desconozco si esos poemas los incluyó en el concurso Prima Fermata Literaria.
El libro lo compré en un viaje a Lima.