domingo, 25 de mayo de 2008

Cine: Honeydripper de John Sayles

Hablar de Honeydripper es hablar del nacimiento del rock n’ roll. Nos encontramos en Alabama, en 1950, en plena temporada de la cosecha del algodón. El pianista Tyrone, conocido como “Pinetop” Purvis dirige su propio bar el Honeydripper, está ahogado en deudas y está decidido a resucitar el bar.
En la primera imagen vemos dos niños sin zapatos jugando en la puerta de su casa abandonada por la pobreza, uno sostiene un teclado de cartón y el otro está parado y simula con dos cuerdas un instrumento, ambos fingen tocar y se dejan fluir por el ritmo de la música.
Un joven llega de polizón en un tren a la ciudad “Harmony”, con una guitarra, se cruza con un guitarrista ciego al que pregunta por un sitio donde tocar. El ciego le informa que sólo hay dos bares en las afueras de la ciudad y que al Honeydripper no les gustan los guitarristas. Va al Honeydripper a pedir trabajo y Tyrone al verlo le pide a su hija que le de comer. En su búsqueda de trabajo es apresado por el cheriff, un personaje siniestro y corrupto, acusándolo de vagabundaje lo obligan a trabajar en la colecta del algodón, el joven está convencido que algún día será un músico importante.
La vida de los personajes se mezcla y va tejiendo una trama humana donde la música forma la parte espiritual del pueblo afroamericano y como su espíritu se eleva a ritmo de blues. Nuevas generaciones aparecen y nuevas expresiones musicales se desarrollan porque cada generación tiene sus propios valores y símbolos. Y, es la música como arte, la que ha salvado al pueblo afroamericano del racismo y de la injusticia social en la que siempre ha vivido desde que fueron traídos del África como esclavos.
El guitarrista ciego es una especie de visionario que habla a la conciencia de Tyrone, el cual necesita redimir su alma por un crimen involuntario del pasado.
Cada personaje tiene sus propios conflictos, sus sueños y sus luchas cotidianas. La música como ente liberador del alma y esa fuerza creadora que va dando forma al espíritu de un pueblo.
Os dejo con el tráiler de la película que espero os guste:

1 comentario:

Alexandra Torres García dijo...

María, gracias por tu visita. Tus palabras son un aliento para mi trabajo. Te envío un gran abrazo desde Bogotá.