Flor Garduño, Three in arrow
Protesta
A Emil
Grinzweig
Tus
vueltas
tus
pasos
y
tus tantas peculiaridades.
Todas
aquí sobre la mesa
                                          que
te vean
                                          que
te toquen
cual íntima pertenencia de antropófagos libres.
Soy 
         dices
y no me creen
                      dices
y la mar lame playas
todavía
y los cielos acunan
estrellas
y qué voy a hacer
                             dices
pueden
pegarme
                          dices
y
lenguararme entero
hasta
sorberme la cobertura
                                               dices
pero
no hay quien te busque
amor
                        ni quien te salve
                                               amor.
Pueden
llorarme 
                          dices
pueden
reírme
pueden
auscultarme el latido
                                               dices
y
nosotros ubérrimos entendemos
aunque
nos quemen los bosques
             nos sorban las aguas
             nos disipen las alturas.
Que
el ay se suelta
                               grito yo
destila
aceite
                        grito yo
que
se van los clamores al entrecielo
y
se escriben en la entrelínea
                                                grito yo
mientras
la antena erguida
cerciora
una realidad.
De: Entrecielo y entrelínea
No quieren nada
Antes
            me pudro y meto dedo incrédulo
            y cateo realidad.
Quedo
sola
de
boca finamente hilvanada
engullendo
palabra propia para no morir áfona
                                                           y
abandonar la cuna ósea.
Mezo
tierna mis órganos hasta extraerles ronroneo.
Mas
se hunden en flema
            se rodean pretéritos.
No
quieren nada.
De: Entrecielo y entrelínea
XXI
Cansancio
de te nacer
y
no nutrir más que este espacio.
Muero
entero tu gimo
en
la sangre que tuya la mía duerme
el
mojo tuyo en mi pañal
que
el terror expande tu cara
y
en mi mano 
arrinconada
me
mutilo.
Entera
piénsote la luz
para
el miento entero
te
sepultar.
De: Vagido
Ciudadano
No
existe alternativa.
Abandona
su mano dejada de norte
y
arriba quedó a su cuerpo
como
si fuera otro.
Valle
Solo aúlla.
Valle
Solo es llama nitrada en su nariz temerosa.
Este
manco tan ciudadano
busca
encontrar un significado en esas noches compartidas.
Demanda
las madrigueras del juego inocuo.
Encuentra
su imagen sobre el lecho del mar.
Tierno
y vacío arremete
roba
instala
el muslo tibio de otro valle
que
antes 
mucho
antes
un
río ajeno
talló.
De: El libro
de los valles
Biografía
Verónica
Zondek Chile 1953. Poeta y traductora. Licenciada en Historia del Arte de la
Universidad Hebrea de Jerusalén. Es coeditara de las cartas de Gabriela Mistral
con intelectuales uruguayos. 
Libros
de poesía publicados:
Entrecielo
y entrelínea, Santiago de Chile: Ediciones Minga, 1984 – La sombra tras el
muro, Santiago de Chile: Ediciones Manieristas, 1985 – El hueso de la memoria,
Buenos Aires: Editorial Último Reino, 1988 – Vagido, Buenos Aires: Editorial
Último Reino, 1991 – Peregrina de mí, Santiago de Chile: Editorial Cuarto Propio,
1993 – Entre largatas, Santiago de Chile: Lom Ediciones, 1999 – El libro de los
valles, Santiago de Chile: Lom Ediones, 2003
Fuente:
Casa de Luciérnagas – Antología de poetas
hispanoamericanas de hoy – Mario Campaña - Editorial Bruguera, 2007

 
 
4 comentarios:
me gustaron particularmente XXI y Ciudadano.
gracias, maría, un beso*
Gracias por compartir estos poemas, nunca había leído a su autora. Muy interesante la manera cruda y ruda también de expresarse...
Un cariño,
Silvia, me fue difícil elegir los poemas, es una autora compleja, sin embargo me conmueve.
Un beso Silvia.
Mónica Pía, sí la autora es muy cruda, y te lleva a esos puntos ocultos que te abren puertas. Es una autora bastante conocida en el medio poético chileno.
Un abrazo y muchas gracias por dejar tu huella.
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