Imagen Antonio Mora
Nosotras, mujeres pecadoras
Somos nosotras,
mujeres pecadoras,
quienes no
sentimos temor ante la
grandeza de
aquellos, los señores de hábito.
Quienes no
vendemos nuestras vidas,
quienes no
inclinamos la cabeza,
ni juntamos
nuestras manos en señal de devoción.
Somos nosotras,
mujeres pecadoras;
mientras aquellos
que venden la cosecha de nuestros cuerpos,
se exaltan, se
vuelven distinguidos,
se convierten en
simples príncipes del mundo material.
Somos nosotras,
mujeres pecadoras,
quienes salimos
levantando la bandera de la verdad
contra la
barricada de mentiras esparcida sobre las avenidas;
quienes encuentran
historias de persecución
apiladas en cada
umbral,
quienes se dan
cuenta que esas
lenguas que
podrían hablar,
han sido
cercenadas.
Somos nosotras,
mujeres pecadoras.
Incluso si la
noche nos persigue
estos ojos no
habrán de apagarse.
No insistan en
volver a levantar
la pared ya
construida.
Somos nosotras,
mujeres pecadoras,
quienes no
sentimos temor ante la
grandeza de
aquellos, los señores de hábito.
Quienes no
vendemos nuestros cuerpos,
quienes no
inclinamos la cabeza,
ni juntamos
nuestras manos en señal de devoción.
Kishwar Naheed - Traducción de Ximena Londoño
Imagen Dorothea Tanning
Un palacio de cera
Antes de casarme
mi madre solía
tener pesadillas.
Sus gritos de
terror
me estremecían.
Yo la despertaba
para preguntarle:
¿Qué sucede?
Con los ojos en
blanco,
ella me miraba
fijamente.
No podía recordar
sus sueños.
Una noche, una
pesadilla la despertó,
mas ella no
profirió ningún grito.
Yo le pregunté:
¿Qué sucede?
Me abrazó con
fuerza, con temor silencioso.
Abrió los ojos y
dio gracias al cielo.
Soñé que te
ahogabas, me dijo,
Y yo me
tiraba al río para salvarte.
Esa noche, un
relámpago
mató a nuestro
búfalo y a mi prometido.
*
Luego, una noche,
mi madre se durmió
y yo permanecí
despierta
mirando cómo abría
y cerraba sus puños.
Trataba de asirse
de algo
sin lograrlo y lo
intentaba de nuevo.
La desperté,
pero se rehusó a
contarme el sueño.
Desde ese día
no he podido
dormir tranquila.
Y me mudé al otro
patio.
Ahora ambas
gritamos
en medio de
nuestras pesadillas.
Y si alguien nos
pregunta,
simplemente
decimos
que no podemos
recordar nuestros sueños.
Kishwar Naheed - Traducción de
Ximena Londoño
Biografía
Kishwar Naheed
nació en Pakistan, 1940 y es indudablemente una de las más conocidas mujeres poetas en la
moderna poesía Urdu, responsable de establecer una auténtica voz femenina, la
voz del deseo femenino en la poesía Urdu. Kishwar Naheed es una poeta que lucha
contra el autoritarismo en todas sus manifestaciones; esto puede ser visto en
sus poemas. Es también, traductora y editora. Algunos honores a los que se ha
hecho acreedora incluyen: Adam Jee Award for Literature, UNESCO Prize for
children's literature y The Best Translation Award from The Columbia
University. The price of looking back (1987) es uno de sus libros publicados.
Fuente: Festival de Poesía de Medellín
2 comentarios:
Conmueve el dolor de sus letras, magnifica expresión!! Un abrazo de Chile,
Gracias Carmen Troncoso, Kishwar Naheed tiene una poesía impactante.
Un saludo
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