Imagen de Flor Garduño
Christina Rossetti, nos habla de la muerte de una mujer, de su soledad, de la imposibilidad del amor y de una vida plena.
Canción de la Novia.
Canción de la Novia.
¡Oh, es tarde para el amor, tarde
para la alegría,
Tarde, demasiado tarde!
Has vagado en el camino por mucho
tiempo,
Has dudado frente a la puerta:
La encantada paloma sobre la rama
Murió sin un compañero;
La encantada princesa en su torre
Durmió detrás de las rejas;
Su corazón se encogía de pesar
Mientras tu la obligabas a
esperar.
Hace diez años, hace cinco años,
Un año atrás,
Incluso entonces habrías llegado
a tiempo,
Aunque parco y lento;
Hubieses visto su rostro
viviendo,
El que ya no podrás contemplar:
La fuente congelada podría
borbotear
Los brotes continuados y soplar,
El cálido viento del sur podría
despertar
Para derretir la nieve.
¿Es ella hermosa ahora que yace?
En un tiempo lo fue;
Una reina para cualquier rey,
Con polvos dorados sobre el
cabello,
Ahora son amapolas en sus rizos,
Blancas amapolas ha de llevar;
Un velo sobre el rostro ha de
llevar
Junto a su anhelada tumba:
¿O es el hambre saciado
lentamente
Quién suelta las amarras del
cuidado?
Nunca la vimos sonreír,
O con el ceño arrugado;
Su lecho nunca le pareció suave
Aunque se sacuda debajo;
Nunca atendió sus ropas,
Mortajas, vestidos, o coronas;
Pensamos que su frente blanca
sufría
Bajo el peso de su joyas,
Antes de que el cabello plateado
asomara
En el campo perdido de los
castaños.
Nunca la escuchamos hablar con
premura,
Sus tonos eran dulces,
Y modulando sin luces,
Apenas lo necesario:
Su corazón se sentó silencioso
entre el ruido
Y las mareas de la calle.
No había prisa en sus manos,
Ninguna prisa en sus pies;
No había ninguna dicha cercana
Que ella no se detuviese a
saludar.
Debías haberla llorado ayer,
Llorado sobre su cama desierta:
¿Pues dónde habrás de llorar hoy
Si está muerta?
Los que la amamos no lloramos
hoy,
Pero coronamos su cabeza real.
Deja estas amapolas que
esparcimos;
Tus rosas son demasiado rojas:
Deja que estas amapolas, no para
ti,
Crezcan y se extiendan.
The Bride Song
Too
late for love, too late for joy,
Too
late, too late!
You
loitered on the road too long,
You
trifled at the gate:
The
enchanted dove upon her branch
Died
without a mate;
The
enchanted princess in her tower
Slept,
died, behind the grate;
Her
heart was starving all this while
You
made it wait.
Ten
years ago, five years ago,
One
year ago,
Even
then you had arrived in time,
Though
somewhat slow;
Then
you had known her living face
Which
now you cannot know:
The
frozen fountain would have leaped,
The
buds gone on to blow,
The
warm south wind would have awaked
To
melt the snow.
Is
she fair now as she lies?
Once
she was fair;
Meet
queen for any kingly king,
With
gold-dust on her hair,
Now
these are poppies in her locks,
White
poppies she must wear;
Must
wear a veil to shroud her face
And
the want graven there:
Or
is the hunger fed at length,
Cast
off the care?
We
never saw her with a smile
Or
with a frown;
Her
bed seemed never soft to her,
Though
tossed of down;
She
little heeded what she wore,
Kirtle,
or wreath, or gown;
We
think her white brows often ached
Beneath
her crown,
Till
silvery hairs showed in her locks
That
used to be so brown.
We
never heard her speak in haste;
Her
tones were sweet,
And
modulated just so much
As
it was meet:
Her
heart sat silent through the noise
And
concourse of the street.
There
was no hurry in her hands,
No
hurry in her feet;
There
was no bliss drew nigh to her,
That
she might run to greet.
You
should have wept her yesterday,
Wasting
upon her bed:
But
wherefore should you weep today
That
she is dead?
Lo
we who love weep not today,
But
crown her royal head.
Let
be these poppies that we strew,
Your
roses are too red:
Let
be these poppies, not for you
Cut down and spread.
Christina Rossetti (1830-1894)
Fuente y traducción: El Espejo Gótico
2 comentarios:
Me ha encantado!!
Un abrazo, María.
Carmela,
Para mí fue un gran descubrimiento está gran autora inglesa y precursora como mujer poeta, además fue famosa en su época. Nuevamente vuelve a ser conocida gracias al estudio de su obra por otras mujeres. Continuaré publicando aquí poemas suyos.
Un abrazo.
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