Imagen de Peony Yip
El hombre cuya mano izquierda
pensaba que era un pollo
hizo algunas cosas notablemente bien, como
cazar moscas y encontrar aros perdidos
o lentes de contacto. Otras –hacer omelettes
digamos– aprendió a hacerlas con la mano izquierda
hundida en un bolsillo con maíz. Meros detalles
si tu brazo se hace el pollo desde el codo para abajo.
A veces, seguro, puro gallo: levantado mucho antes
que él, especialmente si su esposa estaba en la ciudad,
a mano de gallo lo conocían por provocar a desconocidos en el
pub
o por cogerse objetos blandos. Comprar fruta con mano de gallo
no era broma. Pero también estaba mano de gallina,
que buscaba calor, llena de leves compulsiones. Este pájaro
sabía una o dos cosas de los frutos secretos de
la piel de su amante, del desierto de su espalda. Y
descubría las bellota que crecía en su pecho, y le revoloteaba
por las mejillas hasta que ella se dormía. Luego solo para
los niños, la loca mano de gallina de veo-veo
quién-es. Y aun así. Decir que el juego del sol a través de
sus dedos formaba la cresta más brillante, decir que
cruzaba la ruta más seguido de lo necesario, decir
que solo manejaba con cambios automáticos, que nunca fue
ascendido
y que lo fotografiaron más de lo que le gustaba, decir
que casi se saca el ojo unas cien veces
no es decir que el hombre no se las arreglara solo. No. Era
una bandada de tangentes y sorpresas. Y sin
él hemos perdido toda memoria, toda posibilidad de volar.
Traducción de Inés Garland
The Man Whose Left Hand
Thought It Was a Chicken
did some things remarkably
well, like
catching flies and finding
dropped earrings
or contact lenses. Others
–making omelettes
say– he learned to perform
with his left hand
deep in a pocketful of
seed. Mere incidentals
if your arm does chicken
from the elbow down.
At times, for sure, sheer
cock: up well before
he was, especially if his woman
was in town,
cock-hand was known to arc
at strangers in the pub
or jump soft objects.
Shopping for fruit with cock-
hand was no joke. But
there was hen-hand too,
heat-seeking, full of mild
compulsions. These birds
knew a thing or two about
the secret berries of
his lover’s flesh, the
dust-bowl of her back. And
rumbled the acorn growing
in her breast, and fluttered
at her cheekbones till she
slept. Then for the kids
alone, the crazy
bantam-hand of knock-knocks,
now-you-see-its. Still. To
say the sun’s play through
his fingers made the
brightest comb, to say he
crossed the road more
often than required, to say
he only ever drove an
automatic, never got promoted
and was photographed more
often than he liked, to
say he almost had his own
eye out a hundred times
is not to say the man was
not his own man. No. He
was a flock of tangents
and surprises. And without
him we have lost all
memory, all possibility of flight.
Imagen de Dominique Fortin
Sobre llorar
sin que sea tristeza exactamente,
que como tú sabes tiene gruesa
y que permanece, sobre todo, cerca de donde lo dejaste;
mientras que las lágrimas en sí son anfibias,
volubles, lunares, pura espuma,
estoy inundada, y con tal exhibición de básculas
e iridiscencia. No preguntes –uno podría
pesar también el arcoíris –y además,
no lo sé. No obstante
te entrego esta cosa que desborda,
con minerales y todas nuestras aguas en común.
De esto estamos hechos en verdad. Bebe.
Traducción de Silvia Camerotto
Tiffany Atkinson de "So many moving
parts" (2014)
La rabdomante,
traducciones de Inés Garland y Silvia Camerroto,
CONACULTA-Cooperativa La Joplin,
Ciudad de México, 2015
On crying
being not sadness exactly,
which as you know has
slow,
deep flesh like any large
mammal
and mostly lies close
where you left it;
while tears in themselves
are amphibious,
fickle, lunar,
flash-in-the-pan,
the watery double
upsetting the dish.
To wit, and filling out
the usual forms, etc
I am awash, and such a
show of scales
and iridescence. Don’t ask
– one might
just as well weigh rainbow
– and besides,
I don’t know. Nonetheless
I hold the brimming thing
to you,
good grief, at our age,
this clay bowl
of minerals and all our
common waters.
This is what we’re really
made of. Drink.
Imagen de Hengki Koentjoro
Chico con paraguas rojo
y ustedes dos inclinados
contra de esa luz. Tu reposera
te abandonaron en tu antesala de sombra,
tu hermana con sus cosas de nena, acomoda su snorkel
en silencio, tus terribles padres
de la mano. Según la longitud de tus extremidades
no eres más un hombre que una orquídea.
Más allá de ti los cruceros pasan a toda velocidad y
se detienen, el verde mar se espesa y brilla,
las mujeres se aceitan y se desparraman.
nada ocurrirá. Tú observas anonadado las colinas
con una palma apoyada sobre la arena, como si
la tierra pudiera elevar su latido para decir
que está llegando, sí, ahora, sea lo que sea.
Traducción de Silvia Camerotto
Tiffany Atkinson (Berlín, 1972), "So many moving
parts" (2014), La rabdomante, traducciones de Inés Garland y Silvia
Camerroto, CONACULTA-Cooperativa La Joplin, Ciudad de México, 2015
Boy with Red Umbrella
and both of you askew
against such light. Your
sunbed
drifts in a hoop of shoes:
they’ve
left you to your anteroom
of shade,
your rose-pink sister
fitting her snorkelmask
dumbly, your terrible
parents
hand in hand. For the
length of your limbs
you’re no more a man than
an orchid.
Beyond you the pleasure
boats zip and
stall, the green sea thickens
and glitters,
women oil and spread
themselves.
Nothing has happened yet.
Nothing may
ever. You gaze out stunned
at the hills
with one palm pressed to
the sand, as if
the earth might raise its
pulse to say
it’s coming, yes, it’s
now, whatever it is.
Biografía
Tiffany Atkinson es
profesora de Literatura Inglesa en la Universidad de Aberystwyth, en Gales,
donde vive desde 1993. En 200 ganó el concurso nacional de poesía de Ottakar
and Faber y en 2001 el Cardiff Academy International. Sus poemas se publicaron
en diarios y antologías y su primer volumen de poesía reunida, Kink and
Particle (2006) recibió la recomendación de la Poetry Book Society y ganó el
premio Jerwood Aldeburgh First Collection Prize. Su segundo libro, Catulla et
al, fue publicado por Bloodaxe en 2011 e ingresó en la lista de finalistas del
libro del año 2012 de Gales. Realiza con regularidad lecturas y talleres en el
Reino Unido y en el extranjero; es editora de poesía de The New Welsh Review.
Fuentes:Periódico de Poesía y Otra Iglesia es imposible
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