Fotografía de Grete Stern
Dos poemas inéditos en español de Linda Maria Baros
Salgo a la calle con el ángel
Salgo
a la calle con el ángel.
Como una cadena enroscada alrededor
de la mano.
Blanqueada por la cal de los muros.
Los hombres que frecuento
me lamen la mano y los
tobillos,
me siguen de cerca.
Yo
los pisoteo como a los carbones ardientes,
como sobre las ondas,
sobre los tejados.
No tengo
piedad alguna
para los hombre que me
aman.
Mi cadena abrió sobre sus espaldas
pupilas de
serpiente.
Me
saludan todos aquellos que durmieron
al filo de lo
alto de los tejados,
esos
que cargaron sus pulmones
hasta lo profundo de las
aguas
como los esbeltos perros de caza –
y los han acostumbrado a
respirar.
Me
saludan, desde abajo, los otros – los civiles.
Afectados por
la comatosa.
Esos
a los que les rompimos los dientes con una barra de fierro.
Las clínicas magistrales, los
alcahuetes.
Los
desheredados del destino me saludan, las contusiones, la tos.
Bajo la cama fuman quizás aún
los
cañones del fusil.
He
salido a la calle con el ángel. Vuelvo a casa.
Como una cadena enroscada alrededor
de la mano.
Linda Maria Baros - Traducción María Germaná Matta
La turgencia de la
carretera A4
Esos
que vienen y esos que se van
no saben nada
a cerca de la turgencia de la
carretera A4.
Sobre su olor salvaje – de puta
vieja
cuyos ojos tienen el color
del
alcohol medicinal -
olor con el cual levitan los
camioneros, el cuello torcido,
y como una lepra divina,
el nivel de vida.
Ellos
creen que la ciudad se agranda delante de ellos,
su cabeza cortada
burlona en el parabrisas.
(Pero
ellos no ven en el asfalto,
las garzas se alejan tímidamente a
ciegas,
se ensañan en sacar la calderilla
acorralada
en el jukebox expiatorio
de la muerte.)
En
las gasolineras, los neófitos de la gasolina afeitan
las cabezas de los
octanos.
Ellos dan la cara a la puesta del
sol.
Con sus cuchillos abren las juntas
de la puerta
y su cuello resbala en
la lámina de acero.
Y
esos que se van y esos que vienen
no saben nada
a cerca de la turgencia de la
carretera A4.
Ellos
viven bajo un simple efecto de túnel.
Linda Maria Baros
Traducción María Germaná Matta
Traducción María Germaná Matta
Je sors dans la rue avec l’ange
Je sors dans la rue avec l’ange.
Comme une chaîne enroulée autour de la main.
Blanchie par la chaux des murs.
Les hommes que je rencontre
me lèchent la main et les chevilles,
me suivent de près.
Je leur marche dessus comme sur des charbons ardents,
comme sur des vagues, sur des toits.
Je n’ai aucune pitié
pour les hommes qui m’aiment.
Ma chaîne a ouvert sur leur dos
des pupilles de serpent.
Me saluent tous ceux qui ont dormi
au bord des hauts toits,
ceux qui ont porté leurs poumons
jusqu’aux tréfonds des eaux
– comme de très minces chiens de chasse –
et les ont accoutumés à y respirer.
Me saluent, d’en bas, les autres – les civils.
Atteints par la comatose.
Ceux dont on a cassé les dents avec une barre de fer.
Les cliniques magistrales, les entremetteurs.
Les déshérités du sort me saluent, les contusions, la toux.
Sous le lit fument peut-être encore
les canons du fusil.
Je suis sortie dans la rue avec l’ange. Je rentre chez moi.
Comme une chaîne enroulée autour de la main.
© Linda Maria Baros
Cheyne Éditeur, Le Chambon-sur-Lignon
La turgescence de l’autoroute A4
Ceux qui viennent et ceux qui s’en vont
ne
savent rien
sur la
turgescence de l’autoroute A4.
Sur son
odeur sauvage – de vieille putain
dont
les yeux ont la couleur
de l’alcool
médicinal –
odeur
dans laquelle lévitent les routiers, le cou tordu,
et,
comme une lèpre divine,
le
niveau de vie.
Ils croient que la ville s’étend devant eux,
sa
tête tranchée ricane sur le pare-brise.
(Mais ils ne voient pas, sur l’asphalte,
les
hérons partir timidement à l’aveuglette,
s’acharner
à faire sortir les sous coincés
dans
le juke-box votif de la mort.)
Aux pompes, les recrues de l’essence rasent
les
têtes des octanes.
Ils
donnent un visage au coucher du soleil.
Ouvrent
de leur couteau les jointures de la porte
et
leur cou glisse sur la lame d’acier.
Et ceux qui s’en vont et ceux qui viennent
ne
savent rien
sur la
turgescence de l’autoroute A4.
Ils vivent un simple effet de tunnel.
© Linda Maria Baros
Extrait de: L’Autoroute A4 et autres poèmes
Cheyne Éditeur, Le Chambon-sur-Lignon 2009
Biografía y publicaciones
Nació en Rumania en 1981, reside en París. Poeta y traductora francófona.
Poesía publicada: El Libro de señas y sombras (Premio de la Vocación 2004), La Casa en cuchillas de afeitar (Premio Apollinaire 2007), La Autopista A4 y otros poemas (2009). También ha escrito teatro y crítica literaria.
En Rumanía, Linda Maria Baros es la fundadora y organizadora del festival Primavara Poetilor / Le Printemps des Poètes.
En la actualidad, es investigadora a la Universidad de París-Sorbona, París IV, y prepara una tesis de doctorado.
4 comentarios:
Siempre que leo tus publicaciones me encuentro con poemas que me gustan. Es que la poesía sin reto, sin que olvide las fronteras, deja de ser poesía. Un abrazo María.
Eu não conhecia a obra poética de Linda Maria Baros. Excelente.
Parabéns pela tradução, Maria. E pelo blog!
Um abraço
Gracias Clara. La poesía de todos los rincones nos conmueve con sus distintas tonalidades.
Un beso
Gracias Tuca Zamagna por la visita y tus palabras.
Un abrazo
Publicar un comentario