Imagen de Grete Stern
Los pesados pesos
Qué se yo
de los mártires De las especies en la losa De los muelles y las oficinas De lo
que todos llaman realidad Por fin puedo convertir estas pieles en elementos de
mi agrado En suaves contorsiones Aterradores gritos que puede ser el ojo que me
dice espera Cambia estos mirlos Y pon sobre ellos visiones en las rodillas
Siente este espejo como parte de un juego sucio Amaneceres perpetuos Híbridos
que nadie llama noche.
A mí
jamás las cosas me alcanzan Nunca nada me conforma Ni las llamadas ni los
viajes ni la ropa Ni el hombre ni la bestia ni los insectos Ni la amistad ni
los muebles ni el dinero Ni el viento ni el sol menos la lluvia y ese pequeño
ruido llamado tormento por algunos Es por mí llamado insuficiencia.
De: Un ojo llamado cacería
Desde
el fondo de la magnífica tragedia
Los alfileres son asuntos fuera
de las palabras
asuntos cotidianos como el llanto
y la ceniza
la belleza suele espantar
y qué
el sol puede salir por cualquier
agujero después de una borrachera
y la simplicidad puede ser un
beso de nueve aristas
es así se dice que el tiempo
siempre tiene las respuestas que esas sean
para los otros, para los que
prefieren esperar
me bebo y me derramo
en la otra arista en el otro
juego
seremos los fieles
las habitaciones son algo fuera
de la noche y porqué no
también fuera de los días
la paciencia no me alcanza
siento un gran gusto por quienes
no temen
por los que saben el secreto
el despropósito es el centro
exacto de las cruces
un sentido de cíclope
la ternura abrazada a este juego
demasiado oscuro
La profanación a escala real es
el crimen merecido
por las mejillas del cierre
Un pretexto, la lluvia
una traición demasiado exquisita.
El
jardín obsceno de la belleza
espéculo marca de la obscenidad
conduce
a la belleza
construye el contorno suave de la
equivocación
esto es solo una cavidad fuera de
proporción
que constituye
todo y nada
los escenarios perdidos
son proporciones
que forman parte de los tempranos
juegos
pensar en esta noche como si nada
es la marca que sobrepasa las
manifestaciones
la hora de la cópula está bajo la
mesa
no importa
la hora de los vidrios rotos es
una maldición
dentro de casa
mientras la noche nombra a los
frutos
parte de la conciencia divina
los escenarios son encontrados
que sean para los otros. otra
vez.
La
locura de un ciego dentro de un cuadro
la
oscuridad reside en el anonimato, cuando hablo de algo tengo que ser eso,
cuando camino con alguien somos tres o uno. y ese encuentro cuelga de todas las
vitrinas. después vuelvo a repasarlo. la fugacidad me produce hartazgo. aún así
convivo en la complicación y veo como danzan los duendes y ya nada importa solo
esta conciencia,
la
certeza es un rostro de muchas habitaciones.
De: Desde el
fondo de la magnífica tragedia (2003)
Biografía
Marcela Saldaño nació en Santiago de Chile, en 1982.
El año 2001 publica 2001 Poesía en el Espacio,
proyecto ganador Premio Fundación Gabriel & Mary Mustakis. Participa en
talleres literarios en Balmaceda 1215, Centro Cultural de España y Sech. En
2002 publica Inclinación al Deseo y al Caos, proyecto financiado por la
Fundación Gabriel & Mary Mustakis. Poemas suyos han aparecido en diversas
antologías, como Caleidoscopio, del taller de Alejandra Basualto. Fue una de
las fundadoras de la revista Estrago. En 2004 publica la reescritura colectiva
del Canto General de Pablo Neruda llamada Desencanto Personal. En 2006 publica
Mujeres al desnudo, participa en el Encuentro de Poesía Femenina chileno –
argentina CON RIMEL en la ciudad de Coquimbo IV región. En 2007 es invitada a
Chilepoesía. Participa y es parte de Lecturas de Emergencia. Publica
próximamente en Perú “Anomalias: Antología de cinco poetas chilenos” bajo la
editorial Zignos.
2 comentarios:
Leí una poesía fuerte, intensa y valiente, de mucha originalidad al escribir, casi de ruptura. Me gustaron mucho los poemas en prosa (¿ prosas poéticas?? sigo indecisa con este tema desde lo técnico...), conmueve esa voz que dice:
" y ese pequeño ruido llamado tormento por algunos Es por mí llamado insuficiencia." de su primer trabajo. Y "la certeza es un rostro de muchas habitaciones." Como afirma, categóricamente, al final del último poema.
No la conocía a Marcela Saldaño y siempre es para mí una enorme alegría un nuevo encuentro poético.
Gracias María, por traerla a tu espacio y compartir sus trabajos.
Besos y mi abrazo
Hilda Díaz
Hilda,
Para mí es un honor tenerte en mi casa virtual. Tus comentarios son un gran aporte, un análisis preciso que enriquece mis entradas.
La poesía de Marcela Saldaño también me ha cautivado por su originalidad e intensidad poética.
Gracias nuevamente. Un fuerte abrazo.
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